La inflación en Uruguay sigue en modo zen: el 4,2% en los últimos 12 meses hasta agosto, o sea, tres meses clavados casi pegados a la meta del BCU de 4,5%. Y si te fijás en el rango de tolerancia (entre 3% y 6%), ya van 27 meses seguidos que la inflación se queda ahí adentro, firme como perro de estatua.
Además, ojo, lleva cinco meses seguidos bajando. Mirá la bajadita: en marzo era 5,67%, después 5,36% en abril, 5,05% en mayo, 4,59% en junio, 4,53% en julio y ahora 4,2% en agosto. Medio que se está volviendo costumbre, ¿no?
¿Y por qué bajó esta vez? Fácil: salió de la cuenta el número de agosto del año pasado, que había subido 0,29%, y entró el de este agosto, que bajó 0,03%. O sea, un tirito de suerte estadística también ayudó.
El 4,2% de ahora es el número más bajo desde mayo 2024, cuando marcó 4,1%. Y si mirás los primeros ocho meses del año, la suba de precios fue de 2,75%, el dato más bajo para ese período desde 2001, cuando fue 2,61%. O sea, no es poca cosa.
¿En qué bajaron o subieron los precios en agosto? Según el INE, lo que más pesó fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,04 puntos), Ropa y Calzado (-0,05), Transporte (-0,08), Recreación y cultura (+0,03) y Servicios de educación (+0,03).
En Alimentos y bebidas no alcohólicas, bajó 0,16% en agosto. Hubo caídas fuertes en verduras, como espinaca (-15%), tomate (-19%) y zapallitos/zucchini (-20%), y también en carne, tipo nalga (-1,9%) y pollo con hueso (-5,2%). Aunque ojo, frutas y frutos secos subieron 0,71%, y cereales, 0,85%.
Ropa y calzado bajaron 2,12%, sobre todo por prendas de mujer (-4,6%) y calzado de mujer (-3,6%), típico cambio de temporada.
En Transporte, precios abajo un 0,72%, principalmente porque el pasaje de avión se fue al piso (-14%). Aunque el transporte interdepartamental y suburbano subió 3,3%.
Recreación, deporte y cultura tuvieron aumento de 0,54%. Lo que más pesó fueron los paquetes turísticos al exterior (+2,25%). Y en educación, subió 0,71%. Destacan las subas en primaria (+0,77%) y secundaria (+0,86%).
Así que, en resumen, la inflación sigue medio adormecida, con verduras y ropa tirando para abajo, pero con alguna que otra subidita en otros rubros. Por ahora, el BCU puede respirar tranquilo.