El senador nacionalista Sebastián Da Silva ofreció este viernes disculpas públicas a su par frenteamplista Nicolás Viera, luego del tenso intercambio e insultos ocurridos durante la interpelación al ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, el pasado miércoles en la Cámara Alta. El gesto se produjo en vivo, durante una entrevista en Radio Universal, donde Da Silva reconoció que su reacción había sido desmedida y que el impacto de sus palabras fue más allá del debate político.
“Me fui al pasto”: el reconocimiento de Da Silva
Durante la conversación radial, Da Silva admitió que su exabrupto fue producto de la tensión del momento:
“La pasión, uno entra en estas cosas. Tanto al senador Viera como a mí, en el lado oscuro nos llevó… nos fuimos al pasto, volcamos”, expresó.
El legislador nacionalista aseguró que, al conocer el impacto que sus dichos tuvieron sobre la familia de Viera, comprendió la magnitud del daño. “Ahora le puse cara al dolor. Loco, te pido disculpas, no estoy para cagarle la vida a nadie”, afirmó.
El impacto personal detrás del cruce
Da Silva relató que lo conmovió especialmente saber cómo el episodio afectó a la pareja e hijo de Viera. “Uno no se da cuenta de esas cosas. Yo me doy cuenta con mis hijos, pero esto me pegó. Los líos entre nosotros pueden afectar lo más importante”, señaló.
Aunque reconoció que no existe una amistad entre ambos, sostuvo que el pedido de disculpas no busca evitar consecuencias políticas: “No es para evitar el artículo 115 ni nada de eso. Somos todos grandes. Lo que no quiero es joderle la vida a los otros”.
La respuesta de Nicolás Viera
Por su parte, Viera aceptó las disculpas y destacó la importancia de este tipo de gestos para mejorar la convivencia política en el Senado:
“No hay inconveniente en echar para atrás, en reconocer errores y en aceptar la disculpa. Esto nos tiene que ayudar a mejorar el trabajo porque la gente espera mucho de nosotros”.
El senador frenteamplista insistió en que el episodio debe servir para que el Parlamento funcione mejor y recordó que las discusiones políticas no deben convertirse en ataques personales.
Reflexión final y compromiso
En el cierre de la entrevista, Da Silva reiteró su arrepentimiento y dijo que como padre de tres hijos ahora entiende mejor lo que sintió su colega: “Con el corazón en la boca por las cosas que dicen de uno, me puse en tu lugar. Te pido disculpas”.
Este episodio deja una señal de madurez política, en la que el reconocimiento de errores y el respeto mutuo aparecen como pasos necesarios para un debate parlamentario más sano.