República Ganadera y la quiebra de confianza entre los ahorristas
ADEMANDOS y dudas en los ahorristas se convirtieron en la escena cotidiana luego de que República Ganadera admitiera dificultades para cumplir con sus compromisos. Inversionistas que apostaron a una renta fija de entre 8% y 10% se encontraron frente a propuestas de devolución a plazos y sin certezas sobre los activos prometidos.
Para muchos, la caída del Grupo Larrarte fue la antesala: la crisis de aquel fondo generó una corrida de confianza que alcanzó a empresas vecinas, y República Ganadera quedó en el centro del huracán. Ahorrantes que habían cobrado rendimientos en 2022 vieron cómo la seguridad prometida se desvaneció en cuestión de meses.

Sequía 2022-2023 y la vulnerabilidad del modelo de inversión
La mecánica del negocio, según declaraciones públicas del propio director en 2018, consistía en comprar animales preñados y usar la cría para financiar la renta. Esa explicación sedujo a 1.450 inversores, pero la documentación preliminar que la firma entregó a los clientes revela ahora que la proporción de ganado real asociado a cada contrato es mucho menor de lo esperado.
Entre las ofertas de la empresa figura un plan de restitución que plantea pagos parciales desde el quinto año y la devolución total al noveno. Esa propuesta, valorada por la compañía como una salida ordenada, fue recibida con sospecha por quienes perdieron liquidez inmediata y reclamaron alternativas más rápidas.
Ahorristas: testimonios, pérdidas y reclamos legales
El caso de Manuel Pérez Bravo ilustra el golpe: convencido por conocidos y por la promesa de una gestión cuidada frente a la sequía, firmó en 2022 y elevó su posición en 2024; hoy relata la experiencia en un libro que sirve de testimonio colectivo. Pérez Bravo y otros damnificados buscan ahora asesoramiento legal y explicaciones sobre el paradero de “sus vacas”.

Especialistas consultados advierten que el esquema de rentas fijas es frágil frente a shocks climáticos y de mercado, y subrayan la necesidad de mecanismos de supervisión más estrictos. A la vez, los afectados piden que el Banco Central y el Ministerio de Ganadería clarifiquen responsabilidades y las vías de protección disponibles.
La escena actual combina reclamos, propuestas de acuerdo y la posibilidad de acciones judiciales; mientras tanto, el principal desafío es que los ahorristas obtengan información verificable sobre los bienes que respaldaban sus contratos. Sin una auditoría externa y plazos concretos, la incertidumbre seguirá siendo el principal daño para quienes confiaron su ahorro al proyecto.