Violencia narco en la frontera: Michoacán refuerza la seguridad tras un brutal ataque armado del CJNG
Un nuevo episodio de violencia sacudió a las comunidades rurales de la frontera entre Michoacán y Jalisco. Presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) protagonizaron un violento ataque con armas largas y explosivos en Presa de los Olivos y Cholula. El hecho causó pánico, paralizó la actividad educativa y obligó al gobierno estatal a desplegar un fuerte operativo de seguridad.
Las autoridades mexicanas confirmaron que el ataque ocurrió el pasado 23 de octubre, sobre territorio jalisciense pero a muy pocos kilómetros de la línea que divide ambos estados. Raúl Zepeda Villaseñor, secretario de Gobierno de Michoacán, sostuvo que, aunque no se registraron heridos dentro del estado, la respuesta fue inmediata: “No podemos permitir que el miedo se instale en nuestras comunidades. El patrullaje se reforzó con presencia del Ejército, la Guardia Nacional y la Guardia Civil”, señaló.
👮♂️ Seguridad reforzada en Tierra Caliente
Las operaciones de vigilancia se centran en Tepalcatepec y sus alrededores, una zona históricamente golpeada por el crimen organizado. Según Zepeda Villaseñor, la estrategia se enfocará en la prevención del delito y la protección de poblaciones vulnerables. “La coordinación entre fuerzas federales, estatales y locales es clave para garantizar la estabilidad en toda la zona limítrofe”, afirmó.
💬 “Me metí al baño con mis hijos”: el testimonio que estremece
Uno de los testimonios más conmovedores proviene de una madre de familia, residente en Cholula, quien vivió en carne propia el horror del ataque. En declaraciones al portal La Silla Rota, contó cómo se refugió en el baño de su casa con su bebé y su hijo de un año mientras las balas atravesaban las paredes.
“Ya encontré la bala. Me temblaban las piernas, pero no podía dejar que mis hijos vieran mi miedo. Solo pensaba en mantenerlos vivos”, relató con voz entrecortada. Tras el ataque, denunció la ausencia de servicios de emergencia: “Acá no hay ambulancias suficientes. Si alguien se hubiera herido, no sé qué hubiéramos hecho. Nos cuidamos entre vecinos, pero vivimos con miedo constante”.
La mujer también reveló que no era la primera vez que enfrentaban una situación así, aunque sí fue la más violenta: “Parecía una guerra. No sabíamos si quedarnos o huir”.
🕒 Cronología del ataque
El violento episodio comenzó durante la madrugada. Según testigos, más de 100 hombres armados —presuntamente del CJNG— irrumpieron en las comunidades a bordo de camionetas blindadas, portando fusiles de asalto y lanzando explosivos. La Policía Municipal de Tepalcatepec intentó repeler el ataque en un primer momento, pero fue superada en capacidad de fuego.
Al poco tiempo, llegaron refuerzos del Ejército Mexicano. Las fuerzas federales desplegaron un operativo por tierra y aire, con helicópteros artillados patrullando la zona en busca de los agresores. Las imágenes difundidas en redes sociales mostraron convoyes militares recorriendo caminos rurales entre Tepalcatepec, Coalcomán y Buenavista.
📚 Educación suspendida por temor
Aunque no se reportaron víctimas fatales, el impacto emocional fue inmediato. Escuelas de todos los niveles suspendieron las clases como medida preventiva. Padres y madres de familia, aún con el miedo a flor de piel, optaron por mantener a sus hijos en casa.
🏞️ Una región sitiada por la violencia
La región conocida como Tierra Caliente ha sido históricamente una de las más golpeadas por la violencia del narcotráfico en México. El CJNG, uno de los cárteles más poderosos y violentos del país, busca controlar rutas estratégicas para el tráfico de drogas y el cobro de extorsiones. En este contexto, los enfrentamientos armados se han vuelto más frecuentes y brutales.
🧩 Un desafío estructural
La situación en la frontera entre Michoacán y Jalisco pone en evidencia los enormes desafíos que enfrenta el Estado mexicano para recuperar el control de territorios disputados por grupos criminales. La falta de infraestructura básica —como ambulancias o servicios de salud— agrava la vulnerabilidad de comunidades enteras.
Mientras tanto, los vecinos viven con miedo y con una rutina interrumpida por el estruendo de los disparos. “Vivimos al