El Museo Histórico de Salto atraviesa un momento delicado tras detectarse la desaparición de varios objetos de alto valor cultural y patrimonial. El director de Cultura de la Intendencia, Pablo Bonet, confirmó que se está desarrollando una investigación interna para determinar cuántas piezas faltan y, de ser necesario, presentar una denuncia penal.
Bonet recordó que el edificio, una casona de gran valor arquitectónico, fue donado por la familia del reconocido escritor Enrique Amorim para que funcionara allí un museo. Con el paso de los años, numerosas familias salteñas entregaron objetos cargados de valor afectivo y material, muchos de ellos representativos de la historia local.
Entre las piezas desaparecidas habría elementos que forman parte del acervo patrimonial del departamento y que, según el jerarca, no han podido ser localizados en ninguna otra dependencia municipal. Las autoridades trabajan en la revisión minuciosa de la documentación para identificar quiénes fueron los donantes y qué bienes entregaron.
El objetivo de esta revisión es reconstruir el inventario original y así establecer el destino que se le pudo haber dado a los objetos faltantes. “No es solo una cuestión de valor económico, sino de memoria y patrimonio colectivo”, expresó Bonet, remarcando que cada pieza tiene un significado cultural para la comunidad salteña.
Por ahora, no hay precisiones oficiales sobre la cantidad exacta de objetos perdidos ni sobre el período en el que pudieron haber desaparecido. Sin embargo, desde la Intendencia no descartan iniciar acciones legales si la investigación confirma que los bienes no están bajo resguardo institucional.
La situación genera preocupación entre vecinos, historiadores y defensores del patrimonio, que temen que el caso sea un nuevo golpe al acervo cultural de la ciudad. Mientras tanto, el Museo Histórico de Salto sigue abierto al público, pero bajo un clima de incertidumbre y vigilancia reforzada.
