Fallece una persona por leptospirosis en San José: ya son dos los muertos en lo que va del año
Una nueva muerte por leptospirosis se registró en el departamento de San José, según confirmó el Ministerio de Salud Pública (MSP). Con este caso, ya son dos los fallecidos en Uruguay en lo que va del año por esta enfermedad bacteriana, transmitida principalmente por el contacto con orina de animales infectados.
- Fallece una persona por leptospirosis en San José: ya son dos los muertos en lo que va del año
- Qué es la leptospirosis y cómo se transmite
- Casos recientes y monitoreo sanitario
- Síntomas y diagnóstico
- Medidas de prevención
- Vigilancia paralela sobre brotes de varicela
- Una enfermedad que refleja desigualdades sanitarias
- La importancia del diagnóstico temprano
- Conclusión
La doctora Nataly Rodríguez, directora del Departamento de Vigilancia en Salud del MSP, explicó que la leptospirosis es una enfermedad endémica en el país, es decir, que se presenta de forma habitual durante todo el año, aunque con mayor incidencia en los meses cálidos y húmedos, cuando las condiciones favorecen la proliferación de los agentes transmisores.
“Puntualmente estos casos fallecidos son personas con diagnóstico confirmado de la enfermedad, pero no necesariamente la causa determinante de su fallecimiento está vinculada directamente a la leptospirosis”, aclaró Rodríguez.
Aun así, el MSP mantiene la alerta activa, especialmente en zonas rurales y urbanas donde el contacto con animales —silvestres o domésticos— y ambientes contaminados es frecuente.
Qué es la leptospirosis y cómo se transmite
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género Leptospira. Se transmite a los humanos a través del contacto con agua, barro o alimentos contaminados con orina de animales infectados, en particular roedores, perros, bovinos, cerdos y animales silvestres.
La bacteria puede ingresar al organismo a través de heridas en la piel, mucosas o pequeñas abrasiones, e incluso por los ojos o la boca. Las personas que trabajan o viven en contacto frecuente con el agua o el suelo húmedo tienen un mayor riesgo de infección.
Entre los principales grupos de riesgo se encuentran:
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Trabajadores rurales y agrícolas.
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Personas que manipulan animales o sus desechos.
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Pescadores, bañistas o deportistas acuáticos.
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Obreros de saneamiento o limpieza urbana.
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Habitantes de zonas propensas a inundaciones o con deficiente saneamiento.
Rodríguez subrayó que la leptospirosis puede presentarse de forma leve o grave, dependiendo del estado general de salud del paciente y de la rapidez con la que reciba atención médica. En los casos más severos puede causar insuficiencia renal, hemorragias, daño hepático o pulmonar e incluso la muerte.
“Es una infección bacteriana que puede evolucionar de manera más grave o generar cuadros complejos. Por eso la consulta médica temprana es fundamental”, destacó la funcionaria del MSP.
Casos recientes y monitoreo sanitario
Según los registros del Ministerio de Salud Pública, los casos de leptospirosis en Uruguay se mantienen dentro de los niveles esperados, aunque las autoridades refuerzan la vigilancia epidemiológica cada año en primavera y verano, cuando aumenta la temperatura y las lluvias crean condiciones favorables para la bacteria.
El caso más reciente, en San José, involucra a una persona que presentaba factores de riesgo asociados a la exposición ambiental. La dirección departamental de salud activó los protocolos correspondientes y notificó a los equipos locales de vigilancia zoonótica, encargados de investigar los posibles focos de contaminación y evitar nuevos contagios.
“Estos casos confirman la necesidad de mantener medidas preventivas permanentes, especialmente en entornos donde haya presencia de roedores o aguas estancadas”, puntualizó Rodríguez.
Durante 2024, Uruguay también había reportado muertes por esta enfermedad, lo que evidencia que, aunque los casos no son masivos, la leptospirosis sigue siendo una amenaza sanitaria persistente, sobre todo en contextos de clima cálido y húmedo.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas iniciales de la leptospirosis pueden confundirse con los de una gripe fuerte, lo que retrasa muchas veces el diagnóstico. Incluyen:
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Fiebre alta y escalofríos.
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Dolor muscular intenso, especialmente en las piernas.
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Dolor de cabeza y decaimiento general.
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Náuseas, vómitos o diarrea.
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Ictericia (coloración amarillenta en la piel y los ojos).
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En algunos casos, erupciones o hemorragias.
El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre o pruebas serológicas que detectan anticuerpos contra la bacteria Leptospira. En casos graves, se pueden requerir estudios más específicos y hospitalización inmediata.
La doctora Rodríguez enfatizó la importancia de consultar al médico ante cualquier síntoma compatible, especialmente si la persona ha estado en contacto con agua o barro contaminado.
“Cuanto antes se diagnostica, mayor es la probabilidad de recuperación. El tratamiento temprano con antibióticos suele ser eficaz para evitar complicaciones graves”, afirmó.
Medidas de prevención
El MSP recomienda adoptar medidas de prevención sencillas pero efectivas para reducir el riesgo de contagio:
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Evitar el contacto directo con agua o barro posiblemente contaminados por orina de animales.
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Usar botas y guantes de goma en actividades rurales, limpieza o saneamiento.
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Cubrir heridas o cortes antes de manipular animales o materiales húmedos.
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Controlar la población de roedores, especialmente en zonas urbanas.
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Almacenar los alimentos en recipientes cerrados y mantener limpios los espacios domésticos.
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Beber solo agua segura y evitar bañarse en aguas estancadas o de dudosa calidad.
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Vacunar a los animales domésticos, especialmente perros, que pueden ser portadores de la bacteria.
Rodríguez agregó que las condiciones meteorológicas también influyen en la propagación de la enfermedad. Los aumentos de temperatura y humedad, como los que se registran en primavera y verano, incrementan la supervivencia de la Leptospira en el ambiente.
Vigilancia paralela sobre brotes de varicela
Además de la leptospirosis, el MSP mantiene un seguimiento constante de brotes de varicela detectados en distintas zonas del país. Según explicó Rodríguez, cada año se presentan fluctuaciones en la cantidad de casos, dependiendo de la cobertura de vacunación y la exposición de la población susceptible.
“Los brotes se dan en ámbitos intrafamiliares, institucionales, educativos o laborales. Afectan principalmente a personas que no recibieron las dos dosis de vacuna o que nunca tuvieron la enfermedad”, indicó.
El Ministerio de Salud insta a la población a verificar el esquema de vacunación y completar las dosis correspondientes, en especial en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Una enfermedad que refleja desigualdades sanitarias
La leptospirosis es también un indicador de vulnerabilidad social y ambiental. Tiende a concentrarse en comunidades con deficiencias de saneamiento, acumulación de basura o presencia de animales sin control sanitario.
En áreas rurales, los trabajadores agrícolas enfrentan riesgos adicionales por el contacto directo con suelos húmedos o charcos contaminados, mientras que en zonas urbanas el problema suele estar vinculado a la proliferación de roedores.
Los expertos coinciden en que, además del enfoque médico, es esencial aplicar políticas intersectoriales de prevención, que incluyan control de plagas, manejo responsable de residuos y mejora de las infraestructuras sanitarias.
“El control efectivo de la leptospirosis requiere coordinación entre salud, ambiente, intendencias y comunidades. No basta con el tratamiento individual; hay que reducir los factores ambientales que permiten la transmisión”, subrayó Rodríguez.
La importancia del diagnóstico temprano
Uno de los principales desafíos es la subnotificación: muchos casos leves no llegan a diagnosticarse o se confunden con infecciones virales comunes. Esto dificulta conocer el alcance real de la enfermedad y limita la capacidad del sistema de salud para anticipar brotes.
El MSP trabaja en el fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica y en la capacitación del personal de salud para mejorar la detección temprana. También se han reforzado las campañas de comunicación sobre los síntomas y las medidas preventivas.
Rodríguez insistió en que la clave está en consultar ante los primeros signos de fiebre o decaimiento, especialmente si la persona ha estado en contacto con ambientes potencialmente contaminados.
Conclusión
La muerte registrada en San José vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar la prevención de la leptospirosis en Uruguay, una enfermedad que, aunque conocida y tratable, sigue cobrando vidas cada año.
Con dos fallecidos en 2025, el Ministerio de Salud Pública insiste en la importancia de la higiene, la vacunación animal y la vigilancia sanitaria para evitar nuevos casos.
Mientras tanto, el monitoreo de otras enfermedades transmisibles como la varicela continúa activo, en un esfuerzo integral por fortalecer la salud pública y proteger a las comunidades más expuestas.
“La leptospirosis es prevenible y tratable, pero requiere conciencia ciudadana, diagnóstico rápido y trabajo coordinado”, concluyó la doctora Rodríguez.
