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Lula abre la COP30 en Belém: el Amazonas como escenario de la crisis climática
La COP30 en el Amazonas comenzó este lunes en Belém, Brasil, con más de 50.000 participantes y un mensaje urgente: evitar el colapso de la cooperación global frente al cambio climático. El aire húmedo y denso de la selva amazónica reemplazó al olor a petróleo que marcó la conferencia anterior de la ONU en Bakú.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió en celebrar la cumbre en el corazón del Amazonas pese a las limitaciones logísticas y hoteleras. “Sería más fácil hacer la COP30 en un país rico”, dijo Lula. “Queremos que el mundo vea la realidad de nuestros bosques, ríos y comunidades”.
El desafío de organizar una cumbre en el corazón del Amazonas
El mandatario busca que negociadores, empresarios y observadores vivan en carne propia las condiciones de una región donde el calor y la humedad se combinan con lluvias repentinas. COP30 en el Amazonas simboliza, según Lula, el contraste entre la riqueza natural y la fragilidad climática de la región.
Sin embargo, la organización enfrenta retrasos: varios pabellones seguían en construcción en la víspera. Fuentes de la ONU expresaron preocupación: “Nos inquieta si todo estará listo a tiempo. Faltan conexiones técnicas y hasta hay dudas sobre el suministro de comida”.
Aun con esas dificultades, Brasil logró instalar la COP30 en el Amazonas como un mensaje político y ambiental: la defensa de un ecosistema clave para absorber dióxido de carbono y frenar el calentamiento global.

Delegaciones de todo el mundo se reúnen en Belém durante la COP30 en el Amazonas para impulsar compromisos contra el cambio climático.
Finanzas, energía y justicia climática en la COP30
Más allá del escenario selvático, las negociaciones giran en torno a cómo financiar la reconstrucción de países devastados por desastres naturales. Jamaica y Filipinas, golpeadas recientemente por huracanes y tifones, exigen un fondo climático real.
Brasil presentó una “hoja de ruta” para reducir la dependencia del petróleo y acelerar la transición energética. El documento, impulsado por Lula, busca un acuerdo entre países productores y consumidores. “¿Cómo lo haremos? ¿Podremos acordar un camino común?”, planteó André Aranha Corrêa do Lago, presidente brasileño de la COP30.
Compromisos pendientes y advertencias globales
Desde la creación de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático en 1992, las cumbres se celebran cada año. El Acuerdo de París de 2015 fue su mayor hito, al comprometer a las naciones a limitar el aumento de la temperatura global a 2°C, con el ideal de mantenerla en 1,5°C.
Hoy, ese objetivo parece cada vez más distante. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que superar el umbral de 1,5°C es “inevitable”, aunque pidió que sea “lo más breve posible”. Para lograrlo, será necesario reducir de forma drástica las emisiones provenientes de la quema de petróleo, gas y carbón, temas centrales en la COP30 en el Amazonas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó en la COP30 que superar el límite de 1,5 °C es ya “inevitable” y pidió medidas urgentes. (REUTERS)
Los más vulnerables exigen acción inmediata
Los pequeños Estados insulares, amenazados por el aumento del nivel del mar, reclaman medidas concretas. “1,5 grados no es solo una cifra, es una línea de vida”, dijo Manjeet Dhakal, asesor del bloque de países menos desarrollados. Estos reclamos buscan que la COP30 en el Amazonas no se limite a declaraciones simbólicas, sino que impulse compromisos verificables.
Mientras tanto, Estados Unidos decidió no participar oficialmente. Sin embargo, Donald Trump criticó en redes la tala de árboles cerca de Belém, avivando la polémica sobre el rol de las potencias en la crisis climática.
Brasil apuesta al liderazgo verde
Lula da Silva pretende que la COP30 en el Amazonas marque un punto de inflexión. “El Amazonas no puede ser víctima del desarrollo, sino su ejemplo”, afirmó. Con su liderazgo, Brasil intenta reposicionarse como referente ambiental y demostrar que desarrollo y conservación pueden convivir.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva abrió la COP30 en Belém con un mensaje de urgencia sobre la protección del Amazonas y el clima global. (Foto de Pablo Porciúncula / AFP)
Entre tensiones diplomáticas y reclamos sociales, la COP30 en el Amazonas se convirtió en el espejo del desafío global: ¿logrará la humanidad transformar sus discursos en acciones reales antes de que sea demasiado tarde?
(Con información de AFP)
