La citricultura uruguaya atraviesa un momento clave. Frente a la amenaza del HLB, una enfermedad letal para los cítricos, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) firmaron un convenio histórico para lanzar una campaña de prevención y sensibilización que busca proteger uno de los sectores productivos más emblemáticos del país.
Una alianza para proteger la producción nacional
El acuerdo, firmado entre INIA, CTM y la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (Upefruy), cuenta con el respaldo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Su objetivo es claro: diseñar una estrategia integral de comunicación y monitoreo para frenar la expansión del HLB, también conocido como “dragón amarillo”, una bacteria sin cura que destruye plantaciones de naranjas, mandarinas, limones y pomelos.
El convenio fue rubricado por el presidente de CTM, Gonzalo Casaravilla, y el titular de INIA, Miguel Sierra, durante una ceremonia en la estación experimental de INIA Salto Grande. Allí también participaron autoridades del MGAP, de Upefruy y varios ministros del Poder Ejecutivo, quienes coincidieron en destacar la relevancia de esta articulación entre ciencia, Estado y productores.
El HLB: una amenaza global que llegó al país
El HLB fue detectado por primera vez en Uruguay en enero de 2023, en la ciudad de Bella Unión (Artigas). Desde entonces, el sector productivo se encuentra en alerta. La enfermedad, transmitida por un pequeño insecto, afecta el sistema vascular de las plantas, provoca la caída prematura de los frutos y, finalmente, la muerte del árbol.
En el mundo, el HLB ha devastado millones de hectáreas de cítricos, generando pérdidas económicas multimillonarias, especialmente en Brasil, México y Estados Unidos. Su llegada al país encendió las alarmas en todo el litoral norte, donde se concentra el 80% de la producción citrícola uruguaya.
Importancia económica de la citricultura uruguaya
La citricultura uruguaya ocupa alrededor de 13.000 hectáreas y reúne casi 7 millones de plantas. Este sector exporta anualmente más de 150.000 toneladas de frutas, generando ingresos por US$ 79 millones en 2024.
Más allá de los números, el rubro sostiene miles de empleos directos e indirectos y representa un símbolo de identidad productiva para departamentos como Salto, Paysandú y Artigas. Por eso, el impacto de una posible expansión del HLB preocupa tanto a productores como a las autoridades.
Estrategia de prevención y comunicación
El plan de acción incluye una campaña multiplataforma que se difundirá por radio, televisión, redes sociales, podcasts y medios digitales. Además, se realizarán instancias presenciales en zonas rurales y encuentros con comunidades locales. La meta es doble: informar a los productores sobre las prácticas de detección temprana y educar a la población sobre cómo evitar la propagación del insecto vector.
Investigación y biotecnología al servicio del campo
Durante la visita oficial a INIA Salto Grande, los presentes conocieron los avances del laboratorio de Biotecnología, donde la investigadora Ana Arruabarrena explicó las líneas de trabajo en cultivo in vitro y biología molecular aplicadas al mejoramiento genético de los cítricos.
En paralelo, INIA ha liderado proyectos de control biológico del vector, mediante el uso de la Tamarixia radiata, una pequeña avispa que se alimenta de las larvas del insecto transmisor del HLB. Desde 2022, estas avispas se liberan en plantaciones comerciales y zonas urbanas del norte del país, con resultados alentadores.
Una apuesta a largo plazo
El convenio no solo busca frenar el avance del HLB, sino también fortalecer la sostenibilidad de la citricultura uruguaya. “La coordinación entre instituciones públicas y privadas es esencial para proteger la producción nacional”, señaló Casaravilla durante la firma del acuerdo.
De esta manera, Uruguay se suma a la red regional de vigilancia fitosanitaria que incluye a Argentina, Brasil y Paraguay, con el fin de compartir información y técnicas de control en tiempo real.