Brasil lanza oficina especial para enfrentar el crimen organizado tras masacre en Río
El gobierno federal brasileño y las autoridades del estado de Río de Janeiro anunciaron la creación de una Oficina de Emergencia contra el Crimen Organizado, una medida sin precedentes que surge como respuesta a la operación policial más letal en la historia reciente del país, con al menos 121 muertos.
El anuncio se realizó en una conferencia conjunta encabezada por el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y el gobernador Cláudio Castro, tras una reunión de emergencia convocada en el Palacio Guanabara. Ambos coincidieron en que el objetivo principal es unificar las acciones estatales y federales frente a una crisis que ha generado conmoción nacional e internacional.
Coordinación total entre niveles de gobierno
La nueva oficina estará liderada por el secretario de Seguridad Pública de Río, Victor Cesar Santos, y el secretario Nacional de Seguridad, Mário Luiz Sarrubbo.
Su tarea será eliminar las barreras operativas entre los distintos organismos, fortalecer la cooperación técnica y facilitar el intercambio de información e inteligencia.
“El gobierno federal ha puesto a disposición del estado peritos criminales, médicos forenses y expertos en balística para reforzar la investigación”, señaló Lewandowski, quien además confirmó el apoyo logístico y el acceso a bases de datos nacionales para las pesquisas.
Por su parte, el gobernador Castro aseguró que el crimen organizado que golpea a Río “trasciende las fronteras del estado” y requiere un enfoque nacional. “La idea es trabajar con un comando integrado, sin burocracia, con resultados concretos y rápidos”, afirmó.

Apoyo federal y control del territorio
El plan contempla la posibilidad de movilizar a la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, así como reforzar la presencia de la Policía Federal en las zonas de mayor conflicto.
El gobierno brasileño también reforzará la inteligencia financiera para asfixiar el flujo de dinero de las organizaciones criminales, atacando las estructuras de lavado de activos que sostienen a grupos como el Comando Vermelho.
“El crimen en Río es un fenómeno nacional y transnacional. No podemos enfrentarlo con estructuras separadas”, insistió Castro.
El operativo más sangriento de Río
La creación de la nueva oficina ocurre tras una operación conjunta en los complejos de Penha y Alemão, al norte de Río, que dejó 119 presuntos delincuentes y cuatro policías muertos, además de 113 detenidos y 118 armas incautadas.
El operativo fue resultado de 60 días de planificación táctica, que incluyeron la instalación de barreras en zonas boscosas utilizadas habitualmente como rutas de escape por las bandas criminales.
De acuerdo con las autoridades, se trató del mayor golpe en décadas contra el Comando Vermelho, una de las organizaciones más poderosas del narcotráfico brasileño. Sin embargo, el altísimo número de muertos generó protestas y reclamos de transparencia sobre el uso de la fuerza.
Reacciones y protestas en Río
Mientras se realizaba la rueda de prensa, manifestantes se concentraron frente al Palacio Guanabara para exigir explicaciones sobre las víctimas civiles y denunciar presuntos abusos policiales.
Ante las críticas, Lewandowski aclaró que no se ha considerado aplicar una Garantía de la Ley y el Orden (GLO), mecanismo que permitiría la intervención del Ejército.
“El uso de las Fuerzas Armadas solo se activará si la situación se torna incontrolable. Por ahora, estamos actuando dentro de los marcos institucionales normales”, subrayó el ministro.
Hacia un nuevo modelo nacional de seguridad
El gobierno brasileño adelantó que la experiencia de esta Oficina de Emergencia servirá como modelo piloto para el futuro Plan Nacional de Seguridad Pública, actualmente en discusión en el Congreso.
Según Lewandowski, el nuevo enfoque combinará acción territorial inmediata, inteligencia criminal avanzada y control financiero coordinado, tres ejes que buscan recuperar la seguridad y la confianza ciudadana en el sistema.
“Estamos ante una tragedia, pero también ante una oportunidad para modernizar la seguridad pública en Brasil”, concluyó el ministro.



 
			 
		 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		