El asesinato del ex juez Luis Delfino estremeció a Uruguay por su brutalidad y los detalles que revelan una trama de traición y dinero.
. El ex magistrado, de 63 años, fue hallado calcinado dentro de su propio auto en un descampado de Montevideo, tras haber salido de su casa en el barrio Buceo rumbo a una pizzería en la zona de Cruz de Carrasco.
Según confirmaron fuentes policiales, Delfino se había citado con el dueño del local, a quien tiempo atrás le había prestado dinero. Lo que debía ser un encuentro para resolver una deuda terminó en una tragedia que dejó al país conmocionado.
Las últimas horas del ex juez
De acuerdo con la investigación judicial, Delfino fue interceptado en la noche del sábado, entre las 22:00 y la 1:00, por un adolescente de 17 años y al menos dos adultos. El joven, armado, lo amenazó y lo obligó a subir a un vehículo. Luego fue llevado a un sitio conocido como “el rancho”, donde le vendaron los ojos para que no identificara al dueño de la pizzería.
Allí, el ex juez fue golpeado y presionado para revelar las claves de sus cuentas bancarias y de las tarjetas que le habían robado minutos antes. Posteriormente, fue asfixiado y recibió un disparo en la cabeza.
El crimen y el encubrimiento
El asesinato del ex juez Luis Delfino ocurrió el 10 de agosto, y los implicados intentaron borrar las pruebas quemando el auto con el cuerpo en su interior. Sin embargo, los rastros del crimen no tardaron en aparecer: las tarjetas de crédito del ex juez fueron utilizadas para comprar cigarrillos, whisky y hasta una hamburguesa, gastos que quedaron registrados en los movimientos bancarios.
Uno de los elementos que permitió vincular al adolescente con el crimen fue una publicación en Instagram. En ella, el joven posaba con la pistola robada a Delfino, junto a una hamburguesa que, según determinó la Policía, había sido adquirida con la tarjeta de la víctima.
La Justicia de Adolescentes condenó al menor a siete años y medio de internación por coautoría del homicidio. Por su parte, el dueño del local y otras dos personas continúan imputadas mientras avanza la investigación.

Un pasado judicial y un final trágico
Luis Delfino había ingresado al Poder Judicial en 1993 como juez de paz en Canelones, y más tarde fue trasladado a Pando y a Cerro Largo. Sin embargo, en el año 2000 fue destituido por “múltiples irregularidades” en su desempeño, según resolvió la Suprema Corte de Justicia.
Pese a haberse alejado del ámbito judicial, mantenía una vida tranquila y sin conflictos aparentes, de acuerdo con el testimonio de sus familiares. Su muerte violenta no solo reabrió viejas heridas institucionales, sino que también puso en evidencia la vulnerabilidad de las víctimas frente a los delitos violentos en el país.

Reflexión sobre la violencia y la justicia
El asesinato del ex juez Luis Delfino deja un interrogante abierto sobre la seguridad y la respuesta del sistema judicial frente a los delitos graves. Este caso, que mezcla traición, codicia y brutalidad, sirve como un llamado de atención a las autoridades sobre la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y contención del crimen juvenil en Uruguay.
Por otro lado, la sociedad uruguaya se enfrenta nuevamente a una historia que combina tragedia personal y descomposición social, donde la justicia busca equilibrar la empatía con el castigo.