Nicolás Olivera y la hoja de ruta para renovar el Partido Nacional
En una entrevista con el El Pais. Nicolás Olivera se instaló como una voz visible dentro del Partido Nacional y reclama una autocrítica madura tras la derrota electoral. Advierte que el partido debe aprender a gobernar y a hacer oposición al mismo tiempo, y que esa convivencia no siempre se está manejando bien. Sostiene además que muchos ciudadanos “no vieron en el bolsillo lo que esperaban” y por eso propone cambios en la agenda para recuperar confianza.
Para Olivera, la discusión ya no es buscar culpables sino escuchar a todos los actores y trazar un plan antes de fin de año. Considera que el directorio trabaja en una hoja de ruta que contemple correcciones concretas y que el eje debe estar en políticas que lleguen a la gente. En su lectura, la comunicación no explica todo: hubo decisiones de gestión y contexto, como la pandemia, que condicionaron resultados.
El Partido Nacional, diagnóstico y prioridades
El intendente señala que el Partido Nacional gobierna en 96 municipios y 14 intendencias, por lo que tiene fuerzas con responsabilidades ejecutivas y también la obligación de controlar al gobierno nacional. Esa dualidad, dice, exige coherencia: cuando hay que defender el Presupuesto o recursos para la gestión local, la postura debe ser la misma que la que se sostuvo en campaña. La prioridad, insiste, es que la agenda del partido esté orientada a soluciones, no sólo a exhibir críticas.
De Centro, perfil y agenda
Olivera describe a De Centro como un sector autónomo dentro del bloque, con sensibilidad wilsonista y una impronta más descentralizadora. Su foco está en propuestas propositivas —vivienda, salud, empleo y seguridad— antes que en una oposición reactiva. Para él, muchas tensiones internas se resuelven si el partido vuelve a poner en el centro los problemas cotidianos de la ciudadanía.
El Congreso de Intendentes, acuerdos prácticos y gobernanza
El intendente valora que el Congreso de Intendentes suele encontrar soluciones concretas más allá de las diferencias partidarias porque enfrenten problemas comunes. Menciona ejemplos de gestión municipal que inspiraron intercambios técnicos entre administraciones distintas, como recolección domiciliaria o proyectos contra adicciones. Ese espíritu, sostiene, llevó a presentar una propuesta consensuada sobre la ley de ingresos a las intendencias.

Presupuesto, tensiones y puntos de consenso
Respecto al Presupuesto, Olivera afirma que la posición de los intendentes está plasmada y espera que la bancada parlamentaria la respalde. Rechaza medidas como el tope excesivo para compras directas—que reduce un umbral sustancial—y advierte además sobre la asignación a la Udelar en el interior. Aclara, eso sí, que el Partido Nacional no busca frenar el Presupuesto nacional: la decisión es no dejar al país sin recursos.
Gobernabilidad, tono político y límites de la oposición
Olivera defiende el control político y la fiscalización pero pide evitar que la búsqueda de titulares opaque las propuestas. Critica episodios donde el debate termina en incidentes y no en el examen de políticas públicas. Para él, ser oposición implica ser exigente y responsable; no transformarse en la copia exacta de lo que criticaron durante sus años de gobierno.
Proyección interna y visiones futuras
Sobre su proyección personal, Olivera niega que vaya a ser candidato presidencial en 2029 y confirma que el partido ya tiene candidato: Luis Lacalle Pou. Añade, no obstante, que si el liderazgo vuelve a la Presidencia debería incorporar otras visiones, “más wilsonistas” y con mayor énfasis en justicia social, para evitar la repetición de errores y ampliar la base electoral.
Conclusión: la propuesta pública de Nicolás Olivera combina autocrítica y énfasis en lo programático. Sus llamados insisten en profesionalizar la gestión municipal, priorizar medidas que lleguen al bolsillo y reconstruir la relación con votantes mediante una agenda más social y descentralizadora.