Secuestro en La Teja: detención del agresor y rescate del niño
En la noche del viernes un hombre de 29 años ingresó a la vivienda de su expareja en La Teja, la atacó y se llevó al hijo de la mujer, un nene de dos años. Fuentes policiales confirmaron a El Observador que tras la denuncia la policía localizó al agresor en una casa de Punta de Manga, donde estaba el menor, y lo detuvo. La mujer, de 33 años, fue asistida en el Hospital del Cerro; el niño fue recuperado y quedó bajo cuidado médico y de la familia.
La Teja y el hecho: cronología y presencia policial
Según los primeros reportes, la agresión ocurrió en una vivienda ubicada en la intersección de Agustín Muñóz y Montero Vidaurreta. Testigos alertaron a familiares, que a su vez avisaron a la Policía; el sospechoso escapó en un Peugeot con el niño, pero los investigadores pudieron trazar su paradero y montaron el operativo que terminó con la detención. La intervención policial se concretó en una casa del barrio Punta de Manga, donde hallaron al menor ileso.
Violencia Doméstica: la víctima y la atención sanitaria
La mujer atacada sufrió una puñalada en la mano y fue trasladada al Hospital del Cerro para recibir atención; su estado no revestiría gravedad según las fuentes consultadas. En paralelo, la policía inició actuaciones por violación de domicilio, lesiones y sustracción de menor, y la fiscalía correspondiente asumió la pesquisa. Organismos de asistencia social y redes familiares se activaron para garantizar el cuidado del niño y la contención de la mujer.
Policía y procedimientos: detención y medidas urgentes
Las fuerzas actuantes informaron que el arresto se produjo sin enfrentamientos y que el menor no presentaba heridas aparentes al ser recuperado. Se secuestró el vehículo utilizado para la fuga y se recaban pruebas en la casa del detenido. Las autoridades señalaron que la investigación continuará para establecer el móvil exacto y si había antecedentes de denuncias previas entre las partes.El
Niño recuperado: resguardo y seguimiento
El nene de dos años quedó bajo resguardo y fue evaluado por personal médico en el lugar antes de ser llevado a un entorno seguro con familiares. Las autoridades dispusieron medidas para proteger a la víctima y coordinar el seguimiento psicológico y social que corresponda, en línea con los protocolos para menores implicados en hechos de violencia.
Conclusión: la actuación policial permitió recuperar al menor y detener al presunto agresor pocas horas después de la sustracción, mientras la investigación y las medidas de protección continúan. La comunidad y las instituciones sanitarias permanecen activas para acompañar a la víctima y su familia.