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Grace for the World: 3 escenas inolvidables en San Pedro
Grace for the World: Concierto Vaticano, programación y transmisión
El montaje fue una mezcla deliberada de géneros: pop, góspel, música clásica y ritmos afrocaribeños compartieron la misma grilla. La organización proyectó la velada en plataformas globales —Disney+, Hulu y ABC News Live— y dejó la función disponible en diferido para audiencias fuera de Roma.
La transmisión permitió convertir una ceremonia local en un evento de alcance planetario, con cámaras que llevaron cada gesto y cada clímax coral a miles de pantallas, y con un despliegue técnico pensado para audiencias con distintos hábitos de consumo cultural.

Grace for the World: Karol G, debut simbólico y recepción latinoamericana
Karol G fue una de las figuras que condensó el impacto emocional de la noche. Abrió su bloque con una pieza íntima de su repertorio, mostró capacidad de adaptación al entorno solemne y conectó con un público mayoritariamente latinoamericano que la recibió con entusiasmo.
Para buena parte de la audiencia migrante, la presencia de la artista colombiana tuvo un sentido de identificación: no solo por su música, sino por lo que representa su visibilidad en un escenario de fuerte carga simbólica como la Plaza de San Pedro.
Grace for the World: Andrea Bocelli y la dirección artística
Andrea Bocelli combinó su rol de intérprete con responsabilidades de dirección artística, participando en la selección del repertorio y en los ensayos generales. Su voz aportó el puente lírico necesario para que la programación incluyera himnos, arias y colaboraciones con artistas de otros géneros.
La convivencia entre la lírica de Bocelli y el universo pop de otros intérpretes fue una apuesta curatorial: que lo culto y lo popular dialogaran sin jerarquías evidentes.

Grace for the World: Fraternidad Humana como marco institucional
El concierto se enmarcó como cierre institucional del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana y estuvo ligado a la agenda del Jubileo 2025, según comunicó la organización. Autoridades vaticanas y representantes de distintos credos acompañaron el acto, que combinó mensaje religioso con intención cultural.
Grace for the World: Producción, drones y montaje visual
La puesta técnica fue uno de los ejes comentados: más de 3.000 drones sobrevolaron Roma para proyectar motivos inspirados en la Capilla Sixtina y, en un momento, una imagen que evocó la figura del Papa. El espectáculo aéreo, a cargo de Nova Sky Stories, articuló una narrativa visual que cerró la velada con un gesto simbólico potente.
Al mismo tiempo, la iluminación y la escenografía buscaron combinar el patrimonio artístico con recursos contemporáneos para generar escenas pensadas tanto para la plaza como para la pantalla.
Grace for the World: Coros, repertorio y colaboraciones internacionales
El Coro de la Diócesis de Roma se sumó a un coro internacional de varias centenas de voces, aportando el espesor coral que equilibró las intervenciones solistas. Hubo momentos de himno —con versiones de Ave María— y piezas populares, entre ellas una interpretación conjunta de “Vivo por ella” a cargo de Andrea Bocelli y Karol G que fue de las escenas más repetidas en redes.
Pharrell Williams, John Legend y Angélique Kidjo completaron una nómina pensada para representar cuatro continentes, en sintonía con la vocación inclusiva del encuentro.
En lo institucional, el cardenal Mauro Gambetti subrayó el rechazo a la guerra y la necesidad de trabajar por la convivencia; el evento reforzó ese mensaje con música y gestos simbólicos. Las reacciones en plataformas sociales mezclaron emoción y cuestionamientos sobre la teatralidad de la puesta; en conjunto, la cobertura describió la jornada como un intento de usar la cultura para tender puentes en tiempos fragmentados.

Grace for the World dejó en claro una pregunta pública: ¿puede un gran concierto articular un mensaje ético y efectivo para audiencias heterogéneas? La respuesta quedó abierta, pero la imagen de la plaza encendida, las voces unidas y el dron que cerró el cielo sobre Roma quedarán como postales de una apuesta que buscó conectar música y fraternidad.