Más Barrio: intervención decisiva en 19 zonas contra la violencia

by 17 de septiembre de 2025

Más Barrio: intervención en 19 zonas para mejorar vivienda, espacio público y convivencia, con presencia estatal y participación vecinal activa ahora.

Más Barrio: plan integral para reducir la violencia

El gobierno presentó Más Barrio, un programa que combina obras, mejoras habitacionales y políticas sociales para intervenir 19 zonas con altos indicadores de vulnerabilidad y violencia. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Vivienda y coordinada con el Ministerio del Interior, propone que la presencia estatal sea sostenida y multisectorial, no pasajera ni solo policial. Víctor Abal, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, defendió el enfoque como una respuesta integral a problemas con raíces urbanas y sociales.

Más Barrio y la estrategia para intervenir 19 zonas

La selección de las áreas responde a un cruce de fuentes: variables sociodemográficas —hogares, población menor, necesidades básicas insatisfechas— y registros del Sistema de Gestión de Seguridad Pública sobre homicidios y personas heridas por violencia. En la práctica, señala el diseño, la intervención no será homogénea: cada territorio requiere un mix diferente de obras, realojos y programas sociales. El objetivo es reducir la incidencia de delitos violentos actuando sobre su contexto físico y social, no solo sobre sus síntomas.

Renovación urbana: qué obras vienen con Más Barrio

Entre las medidas concretas figuran la mejora de la iluminación, la recuperación y puesta en valor de plazas y accesos, la reparación de veredas y la creación o refuerzo de centros comunitarios. Estas obras buscan que el espacio público deje de ser un factor de riesgo y pase a ser un recurso para la convivencia. Además, proyectan intervenciones de accesibilidad que faciliten la movilidad y la ocupación positiva del territorio por parte de vecinos, comerciantes y organizaciones sociales.

Vivienda y hábitat: soluciones a corto y mediano plazo

Más Barrio incluye medidas habitacionales que van desde reparaciones puntuales hasta provisión de módulos o reacomodamientos cuando la vivienda es inhabitable. La lectura oficial parte de la idea de que la precariedad habitacional funciona como multiplicador de vulnerabilidad: mejorar las condiciones de vivienda influye sobre la estabilidad familiar, la escolaridad y la posibilidad de que emergan redes comunitarias de apoyo. En los casos de realojo, la coordinación con políticas sociales será clave para evitar el desplazamiento de problemas a otros barrios.

Gobernanza y coordinación interinstitucional en Más Barrio

El programa prevé una gobernanza multinivel: liderazgo del Ministerio de Vivienda, un comité operativo interinstitucional y la participación de gobiernos locales y organizaciones civiles. Esa estructura busca resolver uno de los problemas clásicos: que las intervenciones lleguen al territorio pero no se sostengan. Los responsables admiten que garantizar financiamiento estable y coordinar agendas entre organismos será el principal desafío operativo.

Participación vecinal y prevención social

La participación comunitaria está pensada como eje para legitimar las intervenciones y para co-diseñar soluciones. No se trata solo de consultar: la intención es que organizaciones barriales, clubes, comisiones de fomento y referentes locales participen en la priorización de obras y en los programas de prevención social. Abal destacó que sin esa articulación existe riesgo de que las acciones terminen siendo percibidas como iniciativas verticales o, peor, como pretextos para aumentos de control policial sin impacto social.

Cómo medir resultados de Más Barrio en seguridad ciudadana

Las 19 zonas mencionadas abarcan departamentos como Montevideo, Canelones, San José, Maldonado, Paysandú y Salto; entre los sectores citados figuran Cerro Norte, Casavalle, Marconi y Santa Catalina, entre otros. Las expectativas oficiales se centran en medir resultados no solo por la baja de delitos, sino por indicadores de cohesión social: participación en actividades comunitarias, mejoras en la percepción de seguridad y aumento en el acceso a servicios básicos. Para que esas expectativas se concreten, insistieron técnicos y autoridades, harán falta monitoreo riguroso y revisiones periódicas de impacto.

Más Barrio propone un abordaje integral que combina urbanismo, vivienda y políticas de convivencia con el objetivo de generar transformaciones duraderas. La apuesta es ambiciosa y plausible, pero dependerá de la calidad de la coordinación institucional, del financiamiento y, sobre todo, del compromiso real con las comunidades afectadas. Si esos elementos se sostienen, la intervención puede pasar de parche a política pública con efectos medibles; si no, volverá a ser otra promesa de campaña.

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