Cotización del dólar en Uruguay: evolución, contexto y proyecciones 2025

by 23 de septiembre de 2025

Cotización del dólar en Uruguay: evolución, contexto y proyecciones 2025

La cotización del dólar en Uruguay cerró este lunes en $39,80, marcando una leve baja del 0,21% respecto al cierre anterior, cuando se ubicaba en $39,89. Este movimiento, aunque sutil, refleja una tendencia de menor volatilidad en el mercado cambiario local, en un contexto económico que muestra señales de recuperación y estabilidad.

Durante la última semana, la moneda estadounidense acumuló una suba del 0,49%. Sin embargo, si se observa la evolución interanual, el dólar aún mantiene una caída del 3,36%, lo que indica que el peso uruguayo ha ganado terreno frente a la divisa norteamericana en los últimos doce meses.

Menor volatilidad y señales de calma

El comportamiento del dólar en esta jornada invirtió la tendencia del día previo, cuando había registrado un alza del 0,48%. Esta falta de continuidad en los movimientos diarios sugiere una fase de relativa calma en el mercado cambiario. De hecho, la volatilidad semanal fue considerablemente inferior a la registrada en el último año, lo que refuerza la percepción de estabilidad.

Este escenario puede resultar favorable para importadores, empresas con compromisos en dólares y consumidores en general, ya que reduce la incertidumbre sobre los precios y contratos en moneda extranjera.

Recuperación económica y oportunidades de inversión

Tras un 2023 marcado por desafíos, Uruguay inició en 2024 un proceso de recuperación económica que se consolidó a lo largo del año. El crecimiento se apoya en pilares como la estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales y una infraestructura que favorece la instalación de empresas regionales, especialmente argentinas.

Montevideo y Canelones se posicionan como zonas estratégicas para el desarrollo logístico. Según la consultora CBRE, el sector está dominado por un grupo reducido de desarrolladores, principalmente propietarios de parques industriales. Esta concentración genera un entorno ordenado, con alta ocupación y potencial de expansión en áreas clave.

Además, el país ha reforzado su imagen como destino confiable para inversiones extranjeras, gracias a su marco legal estable, apertura comercial y políticas previsibles.

Historia y evolución del peso uruguayo

El peso uruguayo comenzó a circular oficialmente en 1993, reemplazando a los antiguos pesos tras un periodo de alta inflación. La autorización para emitir los nuevos billetes fue otorgada al Banco Central en octubre de 1991, y la nueva moneda entró en circulación en marzo de 1993, con una equivalencia de 1.000 a 1 respecto a los viejos pesos.

Durante los años noventa, se implementó un sistema de bandas de flotación para controlar el tipo de cambio. En 2002, bajo la presidencia de Jorge Batlle, Uruguay enfrentó una crisis financiera que derivó en la adopción del régimen de flotación independiente, vigente hasta hoy.

Fortalezas sociales y desafíos estructurales

Uruguay se destaca en América Latina por su alto ingreso per cápita y bajos niveles de pobreza y desigualdad. Con más del 60% de su población integrada en la clase media, el país enfrenta desafíos como mejorar su competitividad, ampliar la participación femenina en la economía y transformar el sistema educativo para sostener el crecimiento a largo plazo.

La cotización del dólar en Uruguay, en este contexto, se convierte en un indicador clave para evaluar la salud financiera del país y proyectar escenarios futuros. Su estabilidad no solo impacta en el comercio exterior, sino también en la confianza de los inversores y en la planificación de políticas públicas.

Perspectivas para el dólar en Uruguay hacia 2025

De cara al próximo año, analistas económicos proyectan que la cotización del dólar en Uruguay podría mantenerse relativamente estable, siempre que se sostenga el actual equilibrio fiscal y no se presenten shocks externos significativos. Factores como el precio internacional de los commodities, la política monetaria de Estados Unidos y la evolución de la inflación local serán determinantes para el rumbo del tipo de cambio.

Además, el fortalecimiento del peso uruguayo frente al dólar podría continuar si se consolida el ingreso de inversiones extranjeras y se mantiene el superávit comercial. En ese sentido, sectores como el agroexportador, la tecnología y la logística tienen un rol clave en la generación de divisas y en la estabilidad cambiaria.

Por otro lado, el Banco Central del Uruguay ha reiterado su compromiso con una política monetaria prudente, orientada a preservar el poder adquisitivo y evitar fluctuaciones abruptas en el mercado de cambios. Esta postura ha sido bien recibida por los actores financieros, que valoran la previsibilidad como un activo estratégico en tiempos de incertidumbre global.

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