Pez con dientes en la cabeza sorprende y reabre debate evolutivo mundial

Pez con dientes en la cabeza: tenaculum con lámina dental, función reproductiva y pistas nuevas sobre la evolución de la dentición en vertebrados cartilaginosos.
by 17 de octubre de 2025
Spotted ratfish macho con tenaculum; pez con dientes en la cabeza observado en estudio reciente.
Tenaculum cefálico con dientes en spotted ratfish: estructura reproductiva y evidencia evolutiva.

Pez con dientes en la cabeza: científicos describen un órgano cefálico dentado en machos adultos de la spotted ratfish (Hydrolagus colliei), observado en el noreste del Pacífico. La estructura, llamada tenaculum, emerge entre los ojos como un bulto blanco que se despliega en forma de gancho y está cubierta por varias filas de dientes verdaderos. El hallazgo, documentado con microscopía, genética y microtomografía, aporta evidencia para revisar hipótesis sobre el origen y la distribución de la dentición en vertebrados.

Qué hallaron y por qué importa

A diferencia de los dentículos dérmicos típicos de tiburones y rayas, los elementos del tenaculum derivan de la lámina dental, el mismo tejido que origina los dientes dentro de la boca. Por eso, el pez con dientes en la cabeza representa una excepción funcional y de desarrollo: muestra dentición extraoral con histología y marcadores compatibles con dientes, no con escamas modificadas. En términos reproductivos, el tenaculum cumple un doble papel. Por un lado, facilita la sujeción del macho a la aleta pectoral de la hembra durante el apareamiento. Por otro, sirve como señal disuasoria frente a rivales, según describen los autores a partir de comportamientos observados en ejemplares maduros.

La variabilidad es notoria. Se registraron siete u ocho filas principales en machos adultos, con reemplazo periódico. El tamaño del órgano no se correlaciona con la longitud corporal total, sino con la madurez sexual y el desarrollo de otros caracteres reproductivos, como los claspers pélvicos. Esto sugiere un control endocrino y genético vinculado al ciclo reproductivo más que al crecimiento somático general.

Métodos del estudio y contexto comparado

El equipo aplicó micro-CT para visualizar la arquitectura interna del tenaculum, histología para identificar tejidos mineralizados y análisis de expresión génica asociados a la odontogénesis. Los resultados convergieron: la señal de lámina dental estuvo presente en el tenaculum, mientras que los patrones de dentículos dérmicos aparecieron ausentes. Además, la comparación con fósiles de quimeriformes y otros condrictios aportó un marco evolutivo donde estructuras dentadas extraorales pudieron haber sido más frecuentes de lo supuesto.

En paralelo, el pez con dientes en la cabeza se inserta en un linaje con rasgos reproductivos especializados. Las quimeras (o ratfish) conservan características primitivas y, al mismo tiempo, exhiben adaptaciones únicas. Este contraste permite explorar cómo un programa de desarrollo dental, originalmente restringido a la cavidad oral, puede activarse en la región cefálica bajo señales locales y hormonales específicas.

Implicancias evolutivas

El mapa de homologías entre dientes, dentículos y otras estructuras mineralizadas se vuelve más complejo con este caso. Si la lámina dental puede activarse fuera de la boca, entonces la “regla” que limita la dentición al territorio oral necesita matices. En términos macroevolutivos, el pez con dientes en la cabeza reabre preguntas sobre la plasticidad de los tejidos odontogénicos, los límites embriológicos de los campos de desarrollo y las condiciones que favorecen la retención de programas dentales en ubicaciones alternativas.

Los autores plantean tres líneas de trabajo. Primero, rastrear en embriones el momento exacto en que se especifica la lámina dental en la región cefálica, para comparar cronologías con la dentición oral. Segundo, evaluar si existen señales inductivas compartidas con otros apéndices reproductivos y si la activación depende de umbrales hormonales. Tercero, ampliar el muestreo a especies cercanas y a ambos sexos, ya que hembras y juveniles mostraron indicios tempranos de la estructura, aunque no desarrollaron el órgano en superficie.

Función, reemplazo y costo biológico

El tenaculum combina agarre mecánico y exhibición. La presencia de dientes verdaderos mejora la tracción sobre la aleta pectoral de la hembra sin provocar cortes profundos, algo consistente con piezas pequeñas, múltiples y de recambio. El reemplazo periódico implicaría un costo metabólico moderado, compensado por el beneficio reproductivo. En aguas poco profundas del Pacífico nororiental, donde se observó la especie, la competencia por pareja y la necesidad de asegurar la cópula podrían haber favorecido la fijación de esta solución morfofuncional.

Qué sigue

El siguiente paso es extender la búsqueda de estructuras dentadas extraorales a otros condrictios y teleósteos. Si se detectan señales de lámina dental en regiones no orales, aumentará la evidencia de que los límites de la dentición son más permeables de lo pensado. Asimismo, modelos experimentales podrían manipular rutas de señalización clásicas de la odontogénesis (por ejemplo, Wnt, Shh, BMP) para verificar si la activación ectópica reproduce el patrón del tenaculum.

En síntesis, el pez con dientes en la cabeza aporta un caso verificable de dentición extraoral con función reproductiva, soporte histológico y base genética congruente con dientes orales. El resultado obliga a refinar definiciones y a revisar escenarios evolutivos donde la lámina dental mantiene la capacidad de emerger fuera de la boca bajo contextos biológicos precisos.

[ua-ads]

Don't Miss