Urgente: Israel le baja la persiana al norte de gaza, la última ruta de acceso para palestinos queda clausurada

by 1 de octubre de 2025

Impacto del bloqueo en Gaza en la movilidad y la ayuda humanitaria

En una movida que redefine el mapa de la Franja de Gaza, el ejército israelí anunció el cierre definitivo de la calle Al Rashid para el tránsito de palestinos desde el sur hacia el norte. La medida endurece el bloqueo en Gaza y corta la última vía que permitía a los desplazados soñar con un eventual regreso a sus hogares.

El anuncio lo realizó el portavoz en árabe del ejército, Avichai Adrai. Explicó que desde el mediodía la arteria quedaba clausurada para quienes intentaran volver al norte. Sin embargo, aclaró que el movimiento hacia el sur “será permitido sin inspecciones”.

Organismos internacionales señalan que este cierre consolida la división de la Franja y agrava la crisis humanitaria. Lo que en el papel se presenta como un “gesto humanitario” se vive en el terreno como un desplazamiento forzoso.

¿Un corredor humanitario o un callejón sin salida?

La ONU y organizaciones humanitarias advierten que el “libre movimiento” hacia el sur es en realidad una condena. El sur de Gaza está superpoblado, con escasez de agua, alimentos y servicios sanitarios colapsados.

Para las familias desplazadas, el bloqueo en Gaza significa perder la posibilidad de volver al norte, verificar si sus viviendas siguen en pie o asistir a familiares. La puerta de regreso queda cerrada con candado y la esperanza de reconstrucción se desvanece.

El impacto del bloqueo en Gaza en la vida cotidiana

El cierre de la calle Al Rashid convierte a miles de desplazados en exiliados internos. La Franja, ya de por sí densamente poblada, queda partida en dos: un norte fantasma bajo ofensiva militar y un sur convertido en un gigantesco campamento improvisado.

La ONU insiste en que este tipo de medidas profundiza la crisis y reclama la apertura de corredores seguros verificables. Sin embargo, la ayuda humanitaria sigue llegando a cuentagotas y su distribución se vuelve cada vez más difícil.

Desplazados por el bloqueo en Gaza avanzan hacia el sur con pertenencias

Ofensiva militar y consecuencias inmediatas

El bloqueo en Gaza se enmarca en una ofensiva terrestre que avanza sobre la ciudad de Gaza. Según autoridades locales, más de 66.100 palestinos murieron desde octubre de 2023 y más de 168.000 resultaron heridos.

El cierre de rutas como Al Rashid no solo limita la movilidad, sino que también presiona los cruces fronterizos del sur, complicando aún más el ingreso de alimentos, agua y medicinas.

Para la comunidad internacional, reducir el bloqueo en Gaza es condición necesaria para aumentar la asistencia, aliviar la presión y evitar una catástrofe aún mayor.

Reacciones internacionales y llamados a la mediación

La medida de Israel no tardó en generar repercusiones a nivel global. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió que el bloqueo en Gaza, con el cierre de Al Rashid, “pone en riesgo inmediato la vida de miles de civiles que dependen del acceso a alimentos, agua y atención médica”. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch también expresaron preocupación, calificando la decisión como un paso más hacia un “desplazamiento forzado” de la población palestina.

Por su parte, países de la región como Egipto y Jordania reclamaron la apertura de corredores humanitarios verificables que permitan el ingreso sostenido de ayuda. Diplomáticos europeos señalaron que la falta de insumos básicos en el sur de Gaza genera un escenario insostenible a corto plazo y pidieron al Consejo de Seguridad de la ONU que trate el tema de forma urgente.

El costo humano detrás de las cifras

Detrás de los números oficiales de muertos, heridos y desplazados, el bloqueo en Gaza se traduce en dramas cotidianos. Familias enteras que antes vivían en barrios de la ciudad de Gaza hoy sobreviven en carpas improvisadas, con apenas unas horas de electricidad al día y colas interminables para conseguir pan o agua potable. Hospitales que ya funcionaban al límite se ven desbordados, obligando a médicos y voluntarios a elegir qué pacientes atender primero.

La población más vulnerable —niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas— es la que más sufre las consecuencias del bloqueo. Sin acceso a medicinas esenciales y con la ayuda internacional entrando a cuentagotas, cada día se convierte en una lucha por la supervivencia.

Un futuro incierto para Gaza

El cierre de la calle Al Rashid consolida la partición de la Franja y plantea un escenario de largo plazo donde la movilidad de los palestinos queda restringida casi por completo. Expertos señalan que, si no se habilitan corredores humanitarios permanentes, la crisis podría derivar en un éxodo aún mayor hacia las fronteras con Egipto, generando nuevas tensiones regionales.

En este contexto, la comunidad internacional enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel y los derechos fundamentales de la población palestina. El bloqueo en Gaza ya no es solo un problema local: se ha convertido en un símbolo de la fragilidad del orden internacional y de la dificultad de proteger a los civiles en medio de conflictos prolongados.

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