Exedil de Salto condenado tras incautación de 6.817 huevos brasileños

by 19 de agosto de 2025

El nombre de Lucas Trindade, exedil de Salto y presidente de la juventud del Partido Nacional en el departamento, volvió a sonar. No por un proyecto político ni por una propuesta social, sino por un episodio que expuso una de las caras más crudas del contrabando en Uruguay.

En las últimas horas fue condenado tras haber sido detenido en la frontera con una camioneta cargada con miles de huevos de gallina de origen brasileño. El operativo, que terminó con la incautación de 6.817 unidades, no solo revela el alcance del contrabando en la frontera norte, sino también la relación entre política, negocios privados y prácticas ilegales.

El operativo en la frontera

La detención ocurrió en un control realizado por la Dirección Nacional de Aduanas junto con la Policía. Al inspeccionar la camioneta que conducía Trindade, se encontraron varios cajones agrupados en la parte trasera, todos repletos de huevos provenientes de Brasil.

El cargamento superaba con creces el volumen para consumo personal y fue rápidamente catalogado como contrabando. La Fiscalía actuó de inmediato, presentando cargos que terminaron con una condena de 12 meses de prisión, sustituida por un régimen de libertad a prueba.

¿Quién es Lucas Trindade?

Trindade no era un desconocido en el ambiente político de Salto. Fue electo edil por el Partido Nacional en el período anterior y, hasta hace poco, ocupaba la presidencia de la juventud nacionalista en el departamento.

Además de su rol político, lideraba un emprendimiento privado: Avícola del Norte, una empresa dedicada al empaquetamiento y distribución de huevos al por mayor y menor. En 2021, este negocio recibió financiamiento de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) por un monto de $120.000, lo que muestra que contaba con respaldo institucional.

En julio de este año renunció a la Junta Departamental porque había sido designado como secretario de Juventud en la Intendencia de Salto, bajo la administración entrante. El cargo, sin embargo, quedó rápidamente opacado por el escándalo.

La condena judicial

La Fiscalía lo acusó por “reiterados delitos de receptación agravados”. Aunque la pena de prisión fue sustituida por libertad a prueba, la condena marca un quiebre en su carrera política y lo coloca en el centro de la polémica sobre la ética en la gestión pública.

El régimen alternativo a la prisión implica restricciones y condiciones, pero no borra la gravedad del hecho: un exedil y referente de juventud atrapado en un negocio ilícito que afecta tanto a la economía como a la credibilidad política.

Contrabando en la frontera: un problema crónico

El caso de Trindade es solo un ejemplo visible de un fenómeno mucho más profundo: el contrabando en el litoral. Productos de consumo básico, como huevos, pollos, lácteos y combustibles, cruzan a diario desde Brasil y Argentina hacia Uruguay debido a las diferencias de precio.

Lo que para muchos puede parecer un “negocio chico” representa pérdidas millonarias para la producción nacional y genera una competencia desleal contra los productores uruguayos.

El hecho de que un dirigente político se vea envuelto en estas prácticas suma un componente ético que genera indignación ciudadana: quienes deberían defender las reglas, aparecen aprovechándose de los atajos ilegales.

Impacto político

El Partido Nacional, especialmente en Salto, queda golpeado por este episodio. Trindade no solo era edil, sino una figura joven con proyección política. Su caída genera preguntas incómodas: ¿qué controles existen sobre los dirigentes que asumen responsabilidades públicas? ¿Cómo se fiscalizan los apoyos estatales a emprendimientos privados?

La condena también abre un debate sobre la responsabilidad de los partidos en marcar distancia con militantes involucrados en prácticas ilegales. El silencio o la tibieza en las reacciones puede ser interpretado como complicidad.

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