Violencia doméstica en San José: prisión preventiva por intentar quemar a su ex

Un episodio de extrema crueldad sacudió la tranquilidad de San José de Mayo en las últimas horas, dejando en evidencia una vez más las fallas en el control de las restricciones judiciales. Un hombre de 35 años, cuyas iniciales corresponden a J.M.G.I., fue enviado a prisión preventiva tras ser hallado responsable de un ataque brutal contra su ex pareja. Este nuevo caso de violencia doméstica en San José movilizó a las fuerzas de seguridad en la madrugada, luego de que un testigo civil alertara sobre los gritos de auxilio que provenían de las inmediaciones de la Ruta 3.

La intervención policial estuvo a cargo del Grupo de Reserva Táctica (G.R.T.), que realizaba patrullajes preventivos cerca de la estación de servicio AXION. Un transeúnte interceptó a los efectivos para informar que una mujer estaba pidiendo socorro de forma desesperada en una calle paralela a la mencionada ruta nacional. Al llegar al sitio, los uniformados se encontraron con una escena dantesca: la víctima, visiblemente afectada, relató cómo su agresor la había sorprendido mientras ella descansaba en una construcción precaria.

Un ataque con combustible que pudo terminar en tragedia

Según el testimonio recogido por los efectivos, la mujer se encontraba durmiendo en una finca abandonada cuando sintió que la empapaban con un líquido de fuerte olor. Al despertar, reconoció de inmediato a su ex pareja, quien le estaba vertiendo nafta sobre el cuerpo y la ropa. El nivel de ensañamiento en este hecho de violencia doméstica en San José fue tal que el agresor la amenazó con prenderla fuego allí mismo si no accedía a acompañarlo hasta su domicilio particular.

Lo que agrava aún más la situación es que el atacante ya tenía prohibiciones de acercamiento vigentes. La existencia de medidas cautelares dispuestas previamente por la Justicia uruguaya no fue suficiente para frenar la intención delictiva del hombre. Este quebrantamiento de las normas judiciales es un patrón recurrente en las denuncias de violencia doméstica en San José, lo que genera una profunda preocupación en las organizaciones locales de defensa de los derechos de la mujer y en la propia Jefatura de Policía.

El proceso judicial y la formalización del agresor

Tras el relato de la víctima, un equipo de patrullaje logró ubicar a un individuo que coincidía con las señas aportadas por la denunciante en las cercanías del lugar del hecho. Tras confirmarse su identidad y la vigencia de las restricciones que pesaban sobre él, fue trasladado de inmediato a la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y Género de Zona I. Allí se completaron las actuaciones que derivaron en la instancia judicial celebrada el pasado 28 de diciembre.

El Juzgado Letrado de Primera Instancia de San José de 1er Turno no dudó en la gravedad del planteo fiscal. J.M.G.I. fue condenado por la presunta comisión de reiterados delitos de desacato, lesiones personales y un delito de violación de domicilio, todos bajo el marco de una situación de violencia doméstica en San José de alta peligrosidad. La Justicia dispuso, como medida de seguridad para la víctima, la prisión preventiva del agresor por un plazo de 120 días, tiempo durante el cual se sustanciará el juicio final que podría depararle una pena de penitenciaría efectiva mucho más extensa.

Preocupación por el desacato y las lesiones personales

Este caso pone sobre la mesa la efectividad de las tobilleras electrónicas y los controles policiales en el departamento. Si bien en esta ocasión el G.R.T. logró detener al sospechoso antes de que utilizara un encendedor o fósforo, el riesgo fue inminente. La concurrencia formal de delitos, que incluye la violación de domicilio, demuestra que el agresor no tuvo reparos en invadir el espacio de pernocte de la mujer para consumar su ataque. La condena por violencia doméstica en San José es solo el comienzo de un proceso que busca dar garantías de vida a la sobreviviente.

La comunidad maragata se mantiene alerta ante la frecuencia de estos reportes policiales en la zona rural y urbana. El uso de sustancias acelerantes como la nafta para amedrentar a las parejas es un salto cualitativo en la violencia física que los fiscales están analizando con lupa. Por el momento, la mujer recibe asistencia psicológica y protección policial, mientras el sistema judicial intenta determinar si hubo fallas en el monitoreo de las medidas cautelares que el agresor violó sistemáticamente hasta llegar a este punto de no retorno.

¿Es suficiente el plazo de 120 días de prisión preventiva para garantizar que un agresor con tal nivel de desprecio por la ley no vuelva a atentar contra la integridad de su víctima en San José?