La fiscal de Corte Mónica Ferrero realizó una de las intervenciones más contundentes ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado.
- El atentado contra Mónica Ferrero
- “Por 15 centímetros no me mataron”
- El mensaje del crimen organizado
- “Uruguay es una papita”: la advertencia
- Temor entre los fiscales y riesgo institucional
- El narcotráfico dentro del Estado
- La necesidad de una respuesta regional
- 9. La reacción política tras la comparecencia
Desde el primer minuto, advirtió sobre el avance del narcotráfico en Uruguay y la amenaza real de su infiltración en instituciones públicas.
Su testimonio combinó preocupación institucional y un relato personal estremecedor: sobrevivió a un atentado en su casa el pasado 28 de setiembre.
El atentado contra Mónica Ferrero
Ferrero calificó el ataque como “un hecho histórico” para el país.
Relató que fue seguida durante varios días antes del atentado y que el incidente evidenció la vulnerabilidad del sistema de protección:
“Todos esos días estuvieron siguiéndome, con o sin custodia. Convengamos una cosa: por más que nos resguardemos, si ellos tienen los elementos, van a llegar igual”, declaró.
La fiscal recordó que hacía años su casa no contaba con custodia en la parte trasera, justamente por donde ocurrió el ataque.
“Por 15 centímetros no me mataron”
Durante su relato, Ferrero reveló que una esquirla de la granada que explotó cerca de su casa pudo haberle quitado la vida.
“Según el informe, por 15 centímetros esa esquirla pudo matarme”, afirmó.
Enfatizó que el atentado no solo buscó intimidarla, sino enviar un mensaje al Estado uruguayo:
“El crimen organizado no solo atacó a una persona, sino a la institución y a todo el Estado. Mandaron un mensaje terrorífico”.
El mensaje del crimen organizado
Ferrero describió cómo el atentado tiene un simbolismo peligroso:
“Ellos en la estructura criminal están mandando un aviso: ‘¿Vieron que pudimos con esta mujer? Uruguay, una papita’.”
Según la fiscal, las escuchas telefónicas en investigaciones recientes confirman que los grupos criminales ya evalúan al país como un territorio débil ante el crimen organizado.
“Uruguay es una papita”: la advertencia
La fiscal comparó la situación de Uruguay con la de países donde la violencia narco ya penetró la política y el sistema judicial:
“Miren lo que está pasando en Río de Janeiro, Rosario o Ecuador. Estamos a un paso de vivir lo mismo si no actuamos ahora”.
Pidió reforzar recursos y políticas preventivas para evitar que Uruguay repita esos escenarios.
Temor entre los fiscales y riesgo institucional
Ferrero reconoció que “los fiscales están con miedo, y con razón”.
Narró el momento del ataque:
“Mi hijo y yo tuvimos que gritar porque nos estaban atacando. Caían los vidrios de mi casa. Era impresionante.”
Afirmó que los fiscales están expuestos a coimas, amenazas y presiones directas del narcotráfico.
“Les van a decir que si hablan, mandan un video mostrando a sus hijos. Ya ha pasado.”
El narcotráfico dentro del Estado
La fiscal alertó que el crimen organizado ya penetró instituciones uruguayas.
“Han ingresado personas ligadas al narcotráfico o que defendieron a narcotraficantes. Van a intentar coimear y condicionar decisiones”, aseguró.
También mencionó un caso de infiltración en el Poder Judicial ya laudado, aunque evitó dar nombres “por seguridad”.
La necesidad de una respuesta regional
Ferrero enfatizó que Uruguay no puede enfrentar solo al narcotráfico.
“Los grupos criminales se han amalgamado entre países. Para golpearlos debemos unirnos con Brasil y Argentina.”
Instó a los legisladores a desarrollar una estrategia regional conjunta de inteligencia y cooperación judicial.
9. La reacción política tras la comparecencia
Las declaraciones de Ferrero sacudieron al Parlamento.
Varios senadores manifestaron su preocupación por la falta de recursos en la Fiscalía y la necesidad de un plan nacional contra el crimen organizado.
El presidente del Senado calificó la intervención como “una señal de alarma que el país no puede ignorar”.
El testimonio de Mónica Ferrero deja claro que el narcotráfico en Uruguay ya no es una amenaza externa, sino una realidad interna que requiere acción inmediata.
Su advertencia es también un llamado a proteger a quienes enfrentan al crimen: fiscales, policías y periodistas.
¿Podrá Uruguay fortalecer sus instituciones antes de que el narcotráfico avance un paso más?



 
			 
		 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		