La tarde del 29 de octubre marcó un nuevo episodio trágico en la aviación peruana. Un helicóptero de la empresa Helisur cayó dentro del complejo de gas natural Malvinas, ubicado en el distrito de Megantoni (Cusco), provocando un incendio que costó la vida a los tres tripulantes a bordo.
El siniestro ocurrió alrededor de las 14:30 horas y desató un amplio operativo de emergencia en una de las zonas energéticas más importantes del país.
El accidente en la planta de gas Malvinas
Testigos presenciales registraron el momento del impacto. En las grabaciones se observa la aeronave inclinada sobre la pista antes de que una columna de humo negro se eleve.
Minutos después, el helicóptero estalló en llamas. “No se salvó ninguno”, se escucha en uno de los videos grabados por trabajadores de la planta.
Los bomberos y brigadas de emergencia acudieron de inmediato, pero el fuego consumió la aeronave por completo antes de que pudieran rescatar a los ocupantes.
La planta —administrada por Pluspetrol— mantuvo su operación estable, aunque el área del accidente fue acordonada para garantizar la seguridad del personal y facilitar el trabajo de los peritos.

Las víctimas y la respuesta de Helisur
Los tres fallecidos fueron identificados como el piloto, copiloto y un mecánico de la empresa Helisur, contratada para labores logísticas aéreas dentro de la zona de operaciones del proyecto energético.
En un comunicado, la empresa expresó su “profundo pesar” por la pérdida de su tripulación y reafirmó su colaboración con las autoridades. “Estamos cooperando plenamente con las investigaciones para esclarecer las causas del accidente”, indicó Helisur.
Investigación oficial y primeros reportes
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que el helicóptero accidentado era de modelo MI-171, matrícula OB-2019P, y realizaba operaciones logísticas regulares cuando ocurrió el siniestro.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) activó a la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación (CIAA) para analizar los restos de la aeronave, los registros de vuelo, las condiciones climáticas y posibles fallas mecánicas.
Según fuentes del MTC, la prioridad es determinar si se trató de un error técnico, humano o estructural, mientras los investigadores trabajan en la recuperación de piezas clave del helicóptero.
Reacciones del MTC y Osinergmin
El MTC manifestó su solidaridad con las familias de las víctimas y confirmó el despliegue de equipos especializados para la investigación técnica.
Por su parte, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) aseguró que el accidente no afectó la producción ni el suministro de gas natural.
“Se ha verificado que la operación de la planta continúa estable y bajo monitoreo permanente”, indicó la entidad.
El organismo también informó que mantiene comunicación directa con Pluspetrol para asegurar que los protocolos de seguridad industrial sean revisados y reforzados.
Contexto: operaciones aéreas en zonas energéticas
El transporte aéreo en la Amazonía sur peruana es fundamental. Las operaciones en la planta Malvinas requieren traslado constante de materiales, técnicos y personal de mantenimiento a través de helicópteros debido al aislamiento geográfico de la zona.
Este tipo de vuelos, aunque habituales, implican altos riesgos operativos por factores como la meteorología impredecible, el relieve montañoso y la densidad de la vegetación.
Los expertos subrayan la necesidad de reforzar los protocolos de mantenimiento aeronáutico y la capacitación en seguridad de vuelo para prevenir tragedias similares.
Medidas y protocolos de seguridad aérea
En los próximos días, la DGAC y la CIAA presentarán los resultados preliminares de la investigación.
Paralelamente, el MTC revisará los procedimientos de inspección técnica de aeronaves civiles, especialmente aquellas utilizadas en zonas de alta complejidad logística como Cusco y Madre de Dios.
De confirmarse una falla técnica, se evaluará una auditoría integral a la flota de Helisur, que opera también en proyectos mineros y petroleros en la selva peruana.
En paralelo, especialistas en transporte aéreo advierten que la seguridad operacional debe priorizar la prevención sobre la reacción. En ese sentido, se impulsa la implementación de tecnología de monitoreo remoto para controlar los vuelos en tiempo real.
Conclusión: una tragedia que exige respuestas
El accidente del helicóptero de Helisur en la planta de gas Malvinas pone nuevamente bajo la lupa los estándares de seguridad en las operaciones aéreas del sector energético peruano.
Mientras las investigaciones avanzan, las familias de las víctimas esperan justicia y transparencia.
Cada tragedia aérea recuerda la urgencia de fortalecer la supervisión y la preparación técnica en un país donde los cielos de la selva siguen siendo el único camino hacia el progreso.
¿Podrá el Perú establecer una cultura de seguridad aérea que prevenga más pérdidas humanas?



 
			 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		