Tormenta Tropical Imelda: riesgos de lluvia e inundaciones en las Carolinas
La tormenta tropical Imelda se formó en aguas del Atlántico y avanza hacia el noroeste, generando preocupación en varias regiones del sureste de Estados Unidos. Aunque los pronósticos iniciales señalan que no impactará de manera directa sobre tierra, las autoridades estatales y locales ya se preparan ante los posibles efectos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que el sistema, que se desplazaba desde el oriente de Cuba a unos 11 kilómetros por hora, se encamina hacia las costas de Georgia y Carolina del Sur. Imelda pasó de depresión a tormenta tropical en la tarde del domingo, lo que activó nuevas alertas y medidas de prevención.
Estados de emergencia en Carolina del Norte y Carolina del Sur
En conferencia de prensa, el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, anunció el estado de emergencia como medida preventiva. Si bien aclaró que no habrá evacuaciones obligatorias, advirtió que se esperan vientos intensos y acumulados de agua significativos. Carolina del Norte adoptó medidas similares, sumando personal de emergencias y equipos de rescate.
Los modelos de pronóstico anticipan lluvias de entre 50 y 100 milímetros en la región, con picos que podrían llegar a 180 milímetros en sectores específicos de las Carolinas. Estas precipitaciones aumentan el riesgo de inundaciones costeras y urbanas, según el NHC.
Además, la tormenta tropical Imelda podría generar marejadas de hasta 60 centímetros en un tramo comprendido entre Florida y Carolina del Sur. El flujo de vientos mar adentro y la interacción con un frente estacionario en la zona del sureste podrían intensificar las lluvias durante varios días.
Riesgos persistentes y llamados a la población
Michael Brennan, subdirector del NHC, remarcó que “no hace falta un impacto directo para que se registren efectos significativos”. Las autoridades recomendaron evitar la circulación en áreas anegadas, ya que la mayoría de las muertes por ahogamiento en estos episodios ocurren cuando los vehículos intentan cruzar zonas inundadas.

El fenómeno se mantiene a unos 600 kilómetros al sureste de Cape Canaveral, Florida, y aunque esa costa no espera un golpe directo, permanece bajo vigilancia por ráfagas de viento cercanas a la fuerza de tormenta tropical.
Por otro lado, ciudades como Charleston movilizaron cuadrillas municipales para limpiar drenajes, reforzar estaciones de bombeo y proteger áreas propensas a inundaciones. Las compañías de energía, como Duke Energy, monitorean el avance de Imelda para prever cortes y daños en el servicio eléctrico.
Temporada activa de huracanes en el Atlántico
La formación de la tormenta tropical Imelda ocurre en el marco de una temporada ciclónica activa, que se extiende oficialmente hasta el 30 de noviembre. A este fenómeno se suman otros sistemas que actualmente circulan en aguas del Atlántico, como los huracanes Humberto y Gabrielle.
Expertos en meteorología recuerdan que los cambios en la trayectoria o en la intensidad de los ciclones pueden modificarse rápidamente, lo que hace necesaria una vigilancia constante. La recomendación para los habitantes del sureste estadounidense es seguir los reportes oficiales y adoptar medidas preventivas básicas, como asegurar objetos al aire libre y contar con provisiones en caso de cortes de energía.
Preparativos y medidas de prevención ante la Tormenta Tropical Imelda
Autoridades locales reiteran medidas básicas antes del mal tiempo. Para la Tormenta Tropical Imelda, se aconseja revisar desagües, asegurar objetos sueltos en balcones y patios, y mantener linternas y baterías cargadas ante posibles cortes de energía. También se sugiere disponer de agua potable y medicamentos por 48–72 horas, y planificar rutas alternativas si hubiera calles anegadas. En zonas costeras, evitar paseos por muelles y playas durante marejadas. El NHC recuerda que pequeñas variaciones en la trayectoria pueden cambiar el impacto de la Tormenta Tropical Imelda, por lo que conviene seguir partes oficiales cada seis horas y no atravesar calles con agua acumulada, ya que pocos centímetros pueden arrastrar un vehículo.