Tensión en el Mediterráneo durante la mañana del miércoles, cuando fuerzas israelíes interceptaron tres barcos de la Flotilla de la Libertad.
La mañana de este miércoles, las aguas internacionales del Mediterráneo se convirtieron en el escenario de un nuevo episodio de tensión. El Ejército de Israel interceptó y abordó tres barcos de la Flotilla de la Libertad, una iniciativa humanitaria internacional que, con más de 40 embarcaciones, buscaba romper el férreo bloqueo naval impuesto sobre la Franja de Gaza y entregar ayuda a la población palestina. Entre los activistas a bordo se encontraba la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cuya presencia le dio una alta visibilidad al operativo.
El momento crítico se desató cuando la flotilla se encontraba a pocas millas náuticas de su destino. La organización denunció a través de sus redes sociales la cercanía de naves militares israelíes, un preludio de lo que vendría después. Minutos más tarde, confirmaron el abordaje de al menos tres de sus barcos: el ‘Alma’, el ‘Adara’ y el ‘Sirius’. En este último viajaba Colau junto a otros diez ciudadanos españoles, además de activistas de diversas nacionalidades.
Saif Abukeshek, coordinador de la Flotilla de la Libertad, transmitió un mensaje de urgencia en un video en vivo justo antes de que las comunicaciones se cortaran por completo.
“Seguimos recibiendo actualizaciones del resto de los barcos. Llegó la hora de salir a la calle. Es hora de que el foco esté en Gaza. Israel está atacando e interceptando nuestros barcos. Esto es un ataque contra Gaza”, declaró con la voz entrecortada por la interferencia. La denuncia no se quedó ahí: la iniciativa humanitaria también reportó el uso de cañones de agua por parte de las fuerzas israelíes contra algunas de sus embarcaciones, que en ese momento se encontraban a tan solo 70 millas del enclave palestino. Según los protocolos habituales en estos casos, se esperaba que todos los detenidos fueran trasladados al puerto israelí de Asdod para su posterior deportación.
Un mensaje grabado para el peor escenario
Anticipando la posibilidad de ser detenidos y quedar incomunicados, los activistas habían preparado mensajes para ser difundidos en caso de que se concretara la intercepción. En uno de esos videos, Ada Colau mira a la cámara con semblante serio. “Hola, soy Ada Colau de Barcelona. Te hablo desde el ‘Sirius’, barco de la Flotilla de la Libertad. Si estás viendo este video es porque Israel nos ha detenido ilegalmente. Eso quiere decir que no tenemos acceso a teléfono ni a internet. Que estamos absolutamente incomunicados”, explicaba la exalcaldesa, convirtiendo su mensaje en un testimonio directo de la acción militar.
Del otro lado, la versión de las autoridades israelíes era diametralmente opuesta. Poco antes del abordaje, el Ejército emitió una advertencia por radio, instando a las embarcaciones a cambiar de rumbo. “Se acercan a una zona de bloqueo. Si desean entregar ayuda a Gaza, pueden hacerlo a través de los canales establecidos”, se escuchó en el mensaje, que fue difundido posteriormente por el Ministerio de Exteriores de Israel en sus redes sociales. Para el gobierno israelí, el único propósito de la flotilla “es la provocación”, argumentando que los organizadores se negaron a utilizar las vías oficiales para la transferencia de ayuda humanitaria.L
La respuesta de la flotilla no se hizo esperar. Un portavoz contestó al mensaje de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) acusándolas de cometer crímenes de guerra, entre ellos el uso del hambre como arma contra la población de Gaza.
Sostuvieron que el bloqueo en sí mismo constituye una violación del Derecho Internacional, lo que justificaba su intento de llegar directamente a la costa del enclave palestino.
En los últimos minutos de conexión, la travesía se volvió caótica. Las comunicaciones sufrieron severas interferencias y la transmisión en directo que documentaba el viaje se fue a negro en varias ocasiones.
El corte reiterado dejó en vilo a quienes seguían el operativo desde tierra firme y marcó el abrupto final de la travesía pacífica.