Durante la transmisión en vivo del miércoles, Cuestión de Peso vivió uno de sus momentos más tensos.
Denise Álvarez, participante del ciclo emitido por Eltrece, se descompensó en pleno set apenas segundos después de conocer su resultado en la balanza.
El marcador mostró que Denise pesaba 94 kilos, apenas 200 gramos por debajo del límite para continuar en el programa.
El anuncio desató la emoción del estudio, pero la euforia se convirtió rápidamente en alarma cuando la joven cerró los ojos y perdió estabilidad sobre la balanza.
La reacción inmediata del equipo médico
El conductor Mario Massaccesi interrumpió la celebración al notar la descompensación.
Con calma pero visiblemente preocupado, pidió la intervención médica. Los profesionales Sergio Verón y Adrián Cormillot ingresaron al set para asistirla mientras el resto del elenco observaba en silencio.
El episodio fue atribuido a una crisis de hiperventilación, consecuencia directa de la presión emocional acumulada.
Los médicos lograron estabilizarla rápidamente y confirmaron que su vida nunca corrió peligro, aunque el momento generó conmoción entre los presentes y los televidentes.
El alivio tras el susto
Minutos después, el programa volvió del corte con una imagen que trajo alivio:
Denise ya estaba sentada junto a sus compañeros, sonriendo y conteniendo las lágrimas.
Massaccesi, con tono empático, le dedicó unas palabras:
“Recuperamos a Peponi. Te queremos mucho. Se asustó, pero está muy bien”.
El público y los participantes aplaudieron, cerrando un momento de tensión que recordó la fragilidad emocional de quienes enfrentan públicamente sus luchas con el peso.
Quién es Denise Álvarez y su historia personal
Denise, cocinera de 29 años y madre de una niña de 12, se sumó a Cuestión de Peso el 16 de septiembre de 2025.
Ingresó al programa con 98,6 kilos y un objetivo personal ambicioso:
“Quiero tener el cuerpo de Pampita”.
Su frase se viralizó en redes, pero detrás de esa meta había una historia marcada por la autoestima, la soledad y el bullying escolar.
“El abrazo que necesité de mi mamá siempre lo busqué en la comida”, confesó en su presentación, ganándose la empatía del público.
Desde entonces, su proceso se convirtió en uno de los más seguidos por la audiencia, que la vio avanzar con esfuerzo y vulnerabilidad.

La presión emocional en los realities de salud
El caso de Denise expuso nuevamente los riesgos psicológicos que enfrentan los participantes de programas donde el cuerpo y el peso son protagonistas.
Aunque el formato busca promover hábitos saludables, las cámaras, el público y la competencia generan niveles de estrés significativos.
Expertos en salud mental advierten que estos espacios deben contar con acompañamiento psicológico permanente para evitar que la presión afecte la estabilidad emocional de los concursantes.
En este contexto, el episodio de Denise fue un llamado de atención sobre el impacto emocional del rendimiento público y los desafíos que implica transformarse bajo la mirada de millones.
La respuesta del programa y de Eltrece
Tras el incidente, la producción de Cuestión de Peso emitió un comunicado confirmando que Denise se encontraba fuera de peligro.
Además, anunciaron que se reforzarán los protocolos médicos en cada gala de pesaje.
Desde Eltrece, destacaron la rápida reacción del equipo médico y reiteraron que la salud de los participantes “es la prioridad absoluta del ciclo”.
El caso fue ampliamente comentado en redes, donde cientos de usuarios expresaron apoyo a Denise y reflexionaron sobre la presión emocional que enfrentan los concursantes.
Reflexión final: el valor humano detrás del espectáculo
El episodio dejó una lección clara: detrás del show televisivo hay personas reales con historias complejas y emociones intensas.
Denise Álvarez se transformó, sin proponérselo, en símbolo de vulnerabilidad y fuerza, recordando que el cambio físico no puede desligarse del equilibrio emocional.
Su recuperación y su decisión de continuar en el programa son un testimonio de resiliencia.
El público la aplaudió no solo por mantenerse en competencia, sino por mostrar lo que muchos callan: el peso de las emociones también se siente en el cuerpo.
¿Debe Cuestión de Peso replantear sus métodos para proteger mejor la salud emocional de sus participantes?



 
		 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		