El presidente de Serbia ha expresado su deseo de «disculparse» por las «equivocaciones» cometidas y ha lanzado un llamado a la búsqueda del diálogo.
Protestas en Serbia y el recuerdo de Novi Sad
Las calles de Serbia se han visto llenas de manifestantes este fin de semana en conmemoración del primer aniversario de la tragedia ocurrida en Novi Sad. Este trágico evento resultó en la muerte de 16 personas debido al colapso de una marquesina en la estación de tren, lo que provocó las mayores movilizaciones en años, en su mayoría encabezadas por estudiantes del país. Hasta la fecha, estas manifestaciones han reunido a miles de personas que buscan justicia y cambios en el sistema.
En un esfuerzo por rendir homenaje a las víctimas, miles de ciudadanos emprendieron una marcha desde Belgrado hacia Novi Sad, un recorrido de 90 kilómetros que se desarrolló a lo largo de dos días. Los ‘Estudiantes en Bloqueo’, organizadores de estas acciones, convocaron una concentración pacífica en la ciudad septentrional para el sábado. La participación no se limitó a Belgrado, ya que simpatizantes de otras ciudades, como Nis, también se unieron, incluso en bicicletas, mostrando la solidaridad en el país.
Sin incidentes en la marcha hacia Novi Sad
El trayecto hacia Novi Sad se condujo sin incidentes, lo que contrasta con las tensiones vividas en protestas anteriores. Mientras tanto, las autoridades llevaron a cabo diversas ceremonias y actos conmemorativos en honor a los fallecidos, aunque la cadena estatal RTS no brindó detalles específicos sobre los mismos. Esta situación refleja una dualidad entre el luto oficial y la constante demanda de justicia por parte de los ciudadanos.
El impacto de la tragedia en el ámbito social y político
La tragedia ocurrió el 1 de noviembre de 2024, cuando la marquesina de la estación colapsó, causando la muerte inmediata de 14 personas y dos más que fallecieron posteriormente en el hospital. Este incidente, cuyo edificio había sido renovado recientemente, desató un profundo malestar en la población. El gobierno serbio declaró el 2 de noviembre como día de luto nacional, y las autoridades locales impusieron tres días de duelo. Sin embargo, esta respuesta oficial fue insuficiente para contener el descontento social que surgió con fuerza.
Las manifestaciones comenzaron espontáneamente, denunciando la corrupción en las instituciones públicas y rápidamente se expandieron por todo el país. A pesar de los intentos de represión por parte de las autoridades, que alegaron que los manifestantes contaban con financiamiento extranjero, el descontento culminó con la caída del gobierno de Milos Vicevic a finales de enero de 2025.
Demandas ciudadanas y el papel de la justicia
Pese a la dimisión del primer ministro, la presión social no se relajó. Una de las protestas más masivas de la historia de Serbia se llevó a cabo en marzo en Belgrado, donde más de 300,000 personas se unieron en un clamor por justicia y cambios políticos. No obstante, durante estas movilizaciones, se denunciaron acciones represivas de las fuerzas del orden, que según algunas voces, incluyeron el uso de cañones de sonido para dispersar a los asistentes. El presidente Aleksandar Vucic, ante estas denuncias, se comprometió a dimitir si se demostraba cualquier irregularidad en el manejo de la situación.
Las manifestaciones de los estudiantes han traspasado fronteras, llegando hasta Estrasburgo y Bruselas, en un esfuerzo por captar la atención de las instituciones europeas sobre la crisis democrática en Serbia. Este viaje simboliza la urgencia del clamor popular por una respuesta efectiva ante lo sucedido en Novi Sad. Un recordatorio de que los ciudadanos buscan más que un simple reconocimiento de la tragedia: quieren una transformación profunda de su entorno y una mejora en la rendición de cuentas.
En el ámbito judicial, trece personas, incluido el exministro de Construcción, han sido imputadas por su posible responsabilidad en el colapso de la marquesina. Sin embargo, el proceso judicial ha levantado dudas en la población, ya que no se ha fijado una fecha para el juicio. Esto ha alimentado la desconfianza hacia las instituciones, ya que los ciudadanos sienten que la justicia no avanza de manera adecuada.
Los ‘Estudiantes en Bloqueo’ mantienen sus demandas activas, que van desde la publicación de documentación sobre la renovación de la estación de tren de Novi Sad, hasta la desestimación de los cargos contra los estudiantes detenidos. Además, exigen un aumento del 20 por ciento del presupuesto estatal destinado a la educación superior y una investigación minuciosa que identifique todas las responsabilidades en la calamidad del 15 de marzo.
En un discurso reciente, el presidente Vucic reconoció los «graves errores» cometidos, pidiendo disculpas y enfatizando la necesidad de recordar el aniversario de la tragedia con dignidad y paz. En su intervención, expresó su deseo de que el día transcurra «en un ambiente de respeto», destacando el impacto profundo que la tragedia ha tenido en la sociedad serbia y la necesidad de justicia y respuestas para las familias afectadas.
Vucic subrayó la importancia de averiguar tanto las circunstancias que llevaron a la tragedia como las medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Indicó que su intención es ir a la iglesia a encender una vela por cada una de las víctimas, reconociendo el dolor de las familias y la necesidad de un espacio de duelo que sea tanto colectivo como individual, siempre y cuando se exprese de manera pacífica y respetuosa.
