Reportan estabilidad en la salud de Cristina Kirchner tras su intervención quirúrgica
La escena política argentina y regional sigue con atención las novedades que surgen desde el Sanatorio Otamendi, donde la salud de Cristina Kirchner ha sido el foco de todas las miradas durante las últimas 48 horas. Tras haber sido sometida a una cirugía laparoscópica de urgencia debido a un cuadro de apendicitis con peritonitis localizada, fuentes directas de su entorno confirmaron que la expresidenta «está bien» y atraviesa un postoperatorio sin complicaciones. La noticia ha generado un alivio cauteloso entre sus seguidores, quienes se mantienen expectantes ante la falta de un parte médico oficial durante la jornada del domingo.
La internación se produjo en un contexto de alta sensibilidad, no solo por la edad de la dirigente, que hoy cuenta con 72 años, sino por su actual situación de arresto domiciliario. La salud de Cristina Kirchner obligó a un traslado rápido hacia el centro de salud porteño luego de que presentara dolores abdominales agudos, típicos de una afección que, de no ser tratada a tiempo, podría haber escalado a mayores niveles de gravedad. Hasta el momento, el equipo médico liderado por Marisa Lanfranconi ha manejado la situación con absoluta reserva, evaluando la posibilidad de otorgarle el alta este lunes.
Detalles técnicos sobre la salud de Cristina Kirchner y su cirugía
El procedimiento realizado a la exvicepresidenta consistió en una técnica mínimamente invasiva que confirmó el diagnóstico inicial. Según el comunicado emitido el sábado, la salud de Cristina Kirchner se vio comprometida por un síndrome apendicular agudo que derivó en una peritonitis localizada. La rápida respuesta quirúrgica permitió controlar el foco infeccioso, permitiendo que la paciente inicie una recuperación estable en una de las suites del sanatorio ubicado en el barrio de Recoleta.
Esta no es la primera vez que el Sanatorio Otamendi recibe a la líder del peronismo para intervenciones de diversa índole. La salud de Cristina Kirchner ha sido motivo de preocupación pública en años anteriores, recordando su histerectomía en 2021 y la remoción de una colección subdural en 2013, cuando aún ejercía la Jefatura de Estado. Cada uno de estos episodios ha sido seguido con un despliegue mediático masivo, reflejando el peso simbólico de su figura en la sociedad argentina y su impacto en la estabilidad del movimiento que lidera.
El apoyo de la militancia frente al Sanatorio Otamendi
Desde el momento en que se conoció el ingreso a la clínica, un grupo de seguidores de la agrupación La Cámpora se apostó en las cercanías del edificio para expresar su apoyo. Las banderas con leyendas como “Nunca caminarás sola” decoran las rejas del centro asistencial, convirtiendo el lugar en un punto de vigilia permanente por la salud de Cristina Kirchner. Este gesto fue agradecido públicamente por su hijo, el diputado Máximo Kirchner, quien utilizó sus redes sociales para destacar el cariño y el acompañamiento constante de la militancia.
El agradecimiento de Máximo Kirchner fue interpretado como una señal de tranquilidad, reforzando la idea de que no hay complicaciones ocultas en la salud de Cristina Kirchner. No obstante, el entorno se mantiene hermético respecto a los plazos de reposo que deberá cumplir una vez regrese a su domicilio en la calle San José. Se espera que, de recibir el alta este lunes, la exmandataria continúe con una dieta estricta y controles periódicos para asegurar que la infección por la peritonitis esté totalmente erradicada.

Se espera que la salud de Cristina Kirchner permita su regreso el lunes.
El contexto judicial en paralelo a la recuperación médica
Mientras la opinión pública se centra en la salud de Cristina Kirchner, el trasfondo judicial sigue sumando capítulos de gran tensión. Cabe recordar que la expresidenta cumple una condena de seis años de prisión derivada de la causa conocida como «Vialidad», sentencia que fue ratificada recientemente por la Corte Suprema de Justicia. Este fallo incluye, además de la pena de reclusión domiciliaria, una inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y el decomiso de una cifra millonaria vinculada a defraudación al Estado.
La coincidencia del deterioro de la salud de Cristina Kirchner con la ratificación del uso de la tobillera electrónica ha generado diversas interpretaciones en el arco político. Sin embargo, lo prioritario por estas horas es el alta médica que le permita retornar a su hogar bajo las condiciones de seguridad y control que su situación legal exige. La evolución de las próximas horas será determinante para confirmar si la expresidenta puede retomar su rutina habitual de descanso y si el cuadro infeccioso ha cedido ante el tratamiento antibiótico postoperatorio.
¿Será este nuevo traspié médico un factor que influya en los próximos pedidos de su defensa técnica ante los tribunales superiores?
