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La renuncia de Taruselli Salto remueve los cimientos en la Intendencia tras filtración de audios polémicos
La Intendencia de Salto se vio agitada este jueves por la noticia de la Renuncia de Taruselli Salto, una pieza mas en el gobierno departamental. María Eugenia Taruselli, quien se desempeñaba como directora de Desarrollo Social, presentó su dimisión en la tarde, y el intendente Carlos Albisu la aceptó de inmediato. Esta decisión, que generó revuelo político en el departamento, se produce en el marco de una fuerte polémica desatada por la filtración de audios privados que le fueron atribuidos a la ahora exjerarca, poniendo el foco en la gestión y el descontento interno.
La grabación, que se viralizó rápidamente, capturó expresiones de disconformidad de Taruselli con el puesto que ocupaba. Según los fragmentos difundidos, la exdirectora llegó a expresar que le importaba “un puto huevo” . Además, manifestó que el intendente “Albisu lo tiene claro”, sugiriendo un conocimiento previo de su descontento con la tarea asignada. En el audio, la exjerarca confiesa: “Cuando me dieron la dirección de Desarrollo Social, estuve a punto de no agarrar porque no era lo que yo quería”.
La polémica de la filtración y el descargo de la exjerarca
En la carta de dimisión que le dirigió al intendente, María Eugenia Taruselli brindó su versión sobre la divulgación de las grabaciones. Explicó que los polémicos audios fueron capturados “sin su consentimiento” en el marco de una reunión que era estrictamente privada de su agrupación política. Esto sugiere que el origen del problema fue una deslealtad interna que terminó escalando a lo público y provocando la Renuncia de Taruselli.
En ese sentido, la exdirectora remarcó que la difusión fue llevada a cabo por personas “ajenas a ella” y amplificada por distintos medios de comunicación del país. Tras el incidente, Taruselli decidió no quedarse de brazos cruzados: presentó una denuncia formal ante la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol, específicamente en el área de Delitos Informáticos. Esto marca la gravedad del episodio y la intención de la exjerarca de deslindar responsabilidades sobre la difusión.
Responsabilidad política y agradecimiento institucional
La exjerarca de Salto comentó, tal como lo sugerían los audios, que la dirección de Desarrollo Social no era su opción inicial al momento de asumir responsabilidades dentro del gobierno departamental. Sin embargo, en un acto que defendió como de “sentido de responsabilidad política” y en función de la confianza que el intendente Carlos Albisu le había depositado, decidió aceptar el cargo y ponerse al frente de la dirección, a pesar de sus reservas.
Al aceptar formalmente la Renuncia de Taruselli, el intendente Albisu emitió un comunicado, al que accedió Uruguay al Día. En el documento, el intendente agradeció a María Eugenia Taruselli por los “servicios prestados” y destacó la dedicación y el compromiso puesto de manifiesto en la tarea que venía desarrollando. Este gesto institucional busca cerrar el capítulo de la renuncia con un tono conciliador, en un gobierno que inició su gestión el pasado 10 de julio.
El balance de la gestión en Desarrollo Social
Más allá de la controversia generada por los dichos filtrados, María Eugenia Taruselli aprovechó su carta para defender la labor que realizó en el área de Desarrollo Social de la Intendencia de Salto. La exdirectora señaló que durante su gestión se lograron mejoras significativas en los procesos internos de la dirección.
Un punto que destacó fue la realización de una “limpieza de prácticas equivocadas de gestiones anteriores”. Con esta afirmación, la exjerarca buscó dejar claro su compromiso con la transparencia y la eficiencia durante el tiempo que estuvo al frente de la dirección, a pesar de su disconformidad personal con el cargo. El episodio de la Renuncia de Taruselli deja ahora un espacio vacío que el intendente deberá cubrir rápidamente para mantener el rumbo de la gestión.
La filtración de estas conversaciones privadas, que terminaron en la Renuncia de le exjerarca, ¿No nos obliga a repensar los límites entre lo que se dice en la interna política y lo que debe ser de conocimiento público en un cargo de alta responsabilidad?