Clan Sena condenado por femicidio en Chaco, Argentina tras un crimen planificado
Clan Sena condenado por femicidio en Chaco, Argentina. Esa fue la conclusión contundente del jurado popular que analizó uno de los crímenes más escalofriantes, planificados y fríamente ejecutados de los últimos años en la provincia. El asesinato de Cecilia Strzyzowski no fue un arrebato, ni un episodio aislado: la fiscalía demostró que fue un femicidio organizado, sostenido por una estructura familiar y política que operó como un clan dispuesto a borrar todo rastro.
Este caso vuelve a exponer cómo el Clan Sena condenado por femicidio operó con total impunidad en Chaco, Argentina. Emerenciano Sena y Marcela Acuña quedaron condenados por homicidio doblemente agravado: por el vínculo y por violencia de género. Nada de esto habría sido posible sin la red de colaboradores que, según la justicia, actuaron para esconder el cuerpo, limpiar la escena y sostener el pacto de silencio.
En ese mismo fallo, el jurado determinó condenas por encubrimiento para Gustavo Obregón, Fabiana González y Gustavo Melgarejo. Solo una persona logró un veredicto de inocencia: Griselda Reinoso. La trama del Clan Sena condenado por femicidio confirma la planificación previa y la ejecución coordinada.
El rol de César en el clan Sena condenado por femicidio en Chaco, Argentina
La fiscalía no dejó lugar a dudas: César Sena fue el autor material del femicidio. La mañana del 2 de junio de 2023, llevó a Cecilia a la casa familiar en Resistencia con la mentira de un viaje a Ushuaia, una promesa construida para manipular, someter y conducirla directamente al destino que ya estaba decidido.
Una vez dentro de la vivienda, Cecilia nunca volvió a salir con vida. El modo exacto del asesinato no pudo establecerse con precisión absoluta, pero los indicios fueron suficientes: rasguños en su cuello, signos compatibles con estrangulamiento o maniobras de ahorcamiento, y un escenario que la fiscalía describió como preparado para ocultar inmediatamente el cuerpo.
Tras matarla, César envolvió el cuerpo en una frazada y lo movió a otra habitación, donde permaneció hasta que llegaron sus cómplices. Luego participó del traslado al predio rural donde finalmente sería incinerada.
La Fiscalía fue categórica: nada de esto hubiese ocurrido sin el aval y la presión del resto del clan.

Clan Sena condenado por femicidio en Chaco Argentina en un juicio histórico.
La participación de Marcela Acuña en el clan Sena condenado por femicidio
Marcela Acuña, madre de César, jugó un papel decisivo en la planificación. La fiscalía demostró que abandonó la vivienda antes del asesinato para “no estar presente”, una táctica que —lejos de exculparla— fue interpretada como parte del plan para permitir que el crimen se concretara sin testigos incómodos.
Horas después del femicidio, Acuña entró a la habitación y vio el cuerpo envuelto. Lejos de denunciar, contactó a los colaboradores de confianza: Fabiana González y Gustavo Obregón. Juntos, según la acusación, se encargaron de limpiar, retirar muebles y eliminar rastros biológicos.
Acuña también se ocupó de coordinar cada movimiento posterior, asegurando que quienes participaron en el encubrimiento actuaran en la secuencia necesaria para desaparecer el cuerpo.
El accionar del Clan Sena condenado por femicidio refleja una estructura familiar que funcionaba como un bloque criminal en Chaco.
El papel de Emerenciano en el clan Sena condenado por femicidio
Emerenciano Sena, figura política y líder piquetero, no estaba en la casa al momento del asesinato. Pero para la Fiscalía, eso no implica inocencia. Su rol fue previo, estructural y determinante.
Según la acusación, Emerenciano ayudó a planificar el crimen, ofreció apoyo logístico y fue la figura simbólica que legitimó la idea de que Cecilia debía desaparecer. Su rechazo obsesivo hacia la relación de su hijo con la joven marcó la dinámica familiar y fue clave para el clima que permitió el femicidio.
La Fiscalía no dudó en calificarlo como facilitador y pieza central del plan.
Colaboradores que fortalecieron al clan Sena condenado por femicidio
Gustavo Obregón
Chofer y asistente del clan, Obregón acudió a la casa tras el llamado de Acuña. Su participación fue activa: trasladó el cuerpo en la cajuela de la Hilux, movió muebles manchados con sangre y acompañó el operativo hasta el campo donde el cuerpo fue incinerado.
Fabiana González
Confidente y secretaria de la familia, González fue convocada para limpiar y colaborar en el encubrimiento. Según la justicia, ayudó a eliminar objetos, rastros y elementos clave para la reconstrucción del hecho.
Gustavo Melgarejo
Casero del predio rural donde se quemó el cuerpo. Su tarea, según la fiscalía, fue mantener el fuego encendido para asegurar la incineración total.
Todos ellos contribuyeron —en distintos grados— a sostener un crimen que solo pudo llevarse adelante porque hubo una estructura entera dedicándose a hacerlo desaparecer.
La única absuelta tras quedar el clan Sena condenado por femicidio
La única figura absuelta fue Griselda Reinoso, cuidadora del predio rural junto a Melgarejo. El jurado entendió que no había evidencia que la ubicara en la escena durante la incineración ni prueba concreta de participación en el encubrimiento.
Nunca cambió su versión: afirmó no haber estado en el lugar cuando sucedieron los hechos. La evidencia la respaldó.
El femicidio de Cecilia Strzyzowski expuso una maquinaria familiar diseñada para dominar, controlar y destruir.
