Protesta en Centro Habana Cuba: la increíble presión vecinal por agua y vivienda

by 22 de agosto de 2025

La protesta en Centro Habana mantiene cortada la calle Reina luego del derrumbe parcial de un edificio ocurrido el lunes por la mañana. El episodio dejó a 15 familias sin techo y profundizó la tensión con las autoridades locales, que no ofrecieron soluciones inmediatas.

Derrumbe en la calle Reina

El colapso se produjo alrededor de las 6:30 de la mañana del 18 de agosto. Una habitación del tercer piso se desplomó sobre el segundo nivel del inmueble ubicado en Reina, entre Manrique y San Nicolás. Vecinos relataron que la estructura estaba en malas condiciones desde hacía años.

Magaly, de 75 años, fue la única herida de consideración. Según testigos, otros residentes la ayudaron a salir y lograron trasladarla hasta un hospital cercano. El resto de las familias afectadas sacó lo que pudo de sus casas: colchones, muebles, ropa, algún electrodoméstico. Desde entonces, duermen en la vereda.

Vecinos sin respuestas ni agua

Los damnificados aseguran que funcionarios municipales llegaron en las primeras horas, pero se retiraron sin dar una solución concreta. Les dijeron que no había lugares de reubicación disponibles y que debían esperar. Desde ese momento, unas 50 personas permanecen en la calle, sin condiciones para cocinar, bañarse o descansar bajo techo.

La falta de agua agravó la situación. Los vecinos estuvieron varios días sin acceso al suministro y, en medio de la protesta, el gobierno envió camiones cisterna. Sin embargo, explican que fue apenas un paliativo y no una solución estructural.

“¿Para dónde nos van a mandar, para el campo? Yo para el campo no voy porque me muero de hambre. ¿Por qué no nos mandan para el hotel Lincoln que está vacío?”, cuestionó una de las afectadas mientras bloqueaba el tránsito en la calle Reina.

Un problema estructural

La protesta en Centro Habana no es un hecho aislado. En la capital cubana los derrumbes se han vuelto frecuentes. La combinación de humedad, falta de mantenimiento y décadas sin inversión en infraestructura dejó a miles de familias viviendo en edificios en riesgo de colapso.

Según organizaciones de derechos humanos y medios independientes, en La Habana se producen cada año decenas de desplomes parciales o totales de viviendas. En muchos casos, los afectados pasan meses o incluso años esperando una solución definitiva.

El reclamo por agua potable también es recurrente. En varios barrios, los vecinos dependen de pipas o camiones cisterna que llegan de manera irregular. En días de calor, conseguir unos baldes de agua se transforma en una odisea cotidiana.

Bloqueo de la calle y reclamos

Ante la falta de respuestas, los damnificados decidieron cortar la calle Reina. Colocaron sus pertenencias en plena calzada y se mantuvieron allí durante la noche, en señal de protesta. A pesar de la presencia policial, no hubo incidentes mayores y la tensión se mantuvo en calma.

Los manifestantes repiten un mismo mensaje: piden alojamiento digno y acceso estable al agua. Algunos expresaron que aceptarían ser trasladados a refugios temporales, pero siempre que se les garantice seguridad y condiciones mínimas de higiene.

La imagen de una ciudad en crisis

La postal de colchones tirados en la calle, vecinos cocinando a cielo abierto y niños jugando entre escombros refleja la magnitud de la crisis habitacional en La Habana. La protesta evidencia, además, la falta de capacidad de respuesta del Estado frente a emergencias que se repiten cada vez con más frecuencia.

En Uruguay o Argentina, un corte de calle por falta de agua genera repercusión inmediata en los medios y presión política. En Cuba, sin embargo, las voces de los vecinos suelen quedar limitadas a medios alternativos y redes sociales.

La protesta en Centro Habana es, en definitiva, una muestra de la vida cotidiana de miles de familias que intentan sobrevivir entre edificios en ruinas y servicios básicos intermitentes.

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