Pasaportes sexo biológico se convirtió en el eje del nuevo debate judicial en Estados Unidos. La Corte Suprema avaló la decisión del gobierno de Donald Trump que exige que los pasaportes reflejen el sexo asignado al nacer, eliminando la opción “X” que representaba a personas no binarias o transgénero.
Este fallo marca un retroceso para los derechos de identidad de género, revirtiendo una política inclusiva establecida durante la administración de Joe Biden en 2021, cuando por primera vez se permitió seleccionar una tercera categoría de género en los documentos oficiales.
Qué decidió la Corte Suprema
La Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor del Ejecutivo y permitió la aplicación inmediata de la medida mientras continúan los litigios. El tribunal argumentó que incluir el sexo biológico en el pasaporte no constituye discriminación, sino la constatación de un hecho legal.
“Mostrar el sexo de nacimiento no vulnera la igualdad ante la ley; es una declaración objetiva”, sostiene el fallo mayoritario, aprobado por los jueces conservadores.
Los tres jueces progresistas, liderados por Ketanji Brown Jackson, emitieron una disidencia crítica. Jackson advirtió que la política “causa un daño inmediato e injustificado” a las personas trans y no binarias, al obligarlas a portar documentos que no reflejan su identidad real.

Reacciones y críticas a la política de pasaportes sexo biológico
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) calificó la resolución como “una afrenta a los derechos civiles” y prometió continuar la batalla legal.
“Esto limita la libertad de todos para definirse a sí mismos y perpetúa la hostilidad contra la comunidad trans”, declaró Jon Davidson, asesor legal de la organización.
Los activistas sostienen que portar un pasaporte que no refleja la identidad de género aumenta los riesgos de violencia, acoso y discriminación en aeropuertos, fronteras y otros espacios públicos.
El argumento del gobierno de Trump
La administración de Donald Trump justifica los pasaportes sexo biológico bajo el argumento de “seguridad e identificación precisa”. Según el procurador general D. John Sauer, permitir marcadores de género elegidos libremente “debilita la integridad de los documentos oficiales” y dificulta la gestión fronteriza.
“La autoridad para regular los pasaportes corresponde al presidente, por su impacto directo en la política exterior”, explicó Sauer ante el tribunal.
La orden ejecutiva de Trump, firmada tras iniciar su segundo mandato, establece que solo existen dos sexos legalmente reconocidos: masculino y femenino. Con ello, revocó la categoría “X” incorporada bajo la gestión de Biden.
Consecuencias políticas y sociales
El fallo de la Corte Suprema reavivó el debate sobre la identidad de género y la separación entre derechos individuales y políticas estatales.
Mientras los sectores conservadores celebran el regreso de “la verdad biológica”, las organizaciones de derechos humanos denuncian una “ola regresiva” impulsada desde la Casa Blanca.
Pam Bondi, fiscal general, defendió la medida afirmando que “existen dos sexos, y el gobierno tiene la obligación de reflejar esa realidad en los registros oficiales”.
Por su parte, Ketanji Brown Jackson replicó que el fallo “rompe con el principio de dignidad humana que debe proteger la Constitución”.
Contexto histórico: la evolución de los pasaportes estadounidenses
Desde la década de 1970, los pasaportes de Estados Unidos incluyen un marcador de sexo. Sin embargo, a lo largo de los años, las administraciones demócratas flexibilizaron los requisitos para modificar este dato.
Durante el gobierno de Barack Obama, se eliminaron algunas trabas médicas. En 2021, Joe Biden dio un paso más al permitir la opción “X”, celebrada como un avance histórico en reconocimiento de género.
La decisión de restablecer los pasaportes sexo biológico revierte casi tres décadas de progresiva apertura.

Reacciones internacionales
La medida fue rechazada por Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que la calificaron como una violación a los estándares internacionales de igualdad y no discriminación.
En contraste, países como Canadá, Argentina, Alemania y España mantienen políticas que permiten marcar una tercera opción de género en los documentos oficiales, ampliando así los derechos de las personas trans y no binarias.
(Con información de AFP, AP y EFE)













