Nutrición de cultivos en Argentina evidencia pérdidas económicas fuertes en hectáreas sin reposición

by 30 de septiembre de 2025

Nutrición de cultivos en Argentina expone déficit en reposición de nutrientes

La nutrición de cultivos en Argentina vuelve a instalarse como un problema estructural. La brecha entre el potencial de los granos y los rendimientos obtenidos no se explica solo por factores climáticos o genéticos. El manejo de nutrientes —qué aplicar, cuánto y en qué momento— define buena parte del resultado y hoy muestra un déficit marcado.

La magnitud de la actividad exportadora también suma presión. Cada embarque de soja, maíz o trigo no traslada únicamente granos: arrastra nitrógeno, fósforo, potasio y azufre que deben reponerse si se quiere sostener la productividad y la calidad.

Déficit de más de dos millones de toneladas

Los seis cultivos principales del país —soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo— removieron en la última campaña más de 3,5 millones de toneladas de nutrientes (NPKS) para obtener 130 millones de toneladas de granos. Sin embargo, la reposición vía fertilización alcanzó apenas 1,42 millones.

En términos simples, se repone cerca del 40% de lo que extraen las cosechas. El déficit total supera los 2,1 millones de toneladas por campaña. El impacto económico también es relevante: se estima en 86,5 dólares por hectárea. “Los balances de nutrientes son negativos en todos los casos”, explicó el especialista Esteban Ciarlo, quien calculó una pérdida neta nacional de 56 kg/ha entre los principales nutrientes.

Fósforo, el cuello de botella más crítico

El fósforo aparece como el eslabón más débil de la nutrición de cultivos en Argentina. El país pierde cerca de 6 kg de P por hectárea al año y depende por completo de importaciones, ya que no dispone de roca fosfórica propia.

La tasa de reposición de fósforo fue de 57% en la última campaña, una de las más bajas entre países exportadores. “Si no reponemos lo que extraemos, hipotecamos la productividad futura”, advirtió Ciarlo. Programas como SUMA P insisten en incorporar este nutriente en la rotación como inversión de largo plazo.

Nutrición de cultivos en Argentina con déficit de nutrientes según balances de fertilización.
Nutrición de cultivos en Argentina evidencia déficit: se repone menos de la mitad.

Soja: donde más se pierde y más se puede recuperar

La soja concentra el 48% de los nutrientes extraídos y también buena parte de la oportunidad. Hoy solo la mitad de la superficie recibe fertilización, y apenas el 20% de los productores realiza análisis de suelos. “Fertilizamos sin diagnóstico”, planteó el ingeniero agrónomo Guido Di Mauro, de la UNR.

En la región núcleo, los niveles de fósforo son bajos y las dosis aplicadas resultan insuficientes. Esto limita rendimientos y puede afectar la concentración proteica, un atributo clave para la industria procesadora. Experiencias de manejo muestran que ajustar fuentes, dosis, momento y forma de aplicación eleva la producción y mejora la calidad.

Escala exportadora y mirada sistémica

La logística exportadora suma un ángulo adicional. Cada barco que parte de los puertos del Gran Rosario representa también nutrientes que el suelo pierde. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, en 2024 esa zona fue el segundo enclave exportador del mundo, con 66 millones de toneladas embarcadas. “Cada embarque refleja no solo granos, sino también nutrientes que debemos reponer”, recordó Roberto Rotondaro.

Hoja de ruta para la campaña 25/26

Las recomendaciones de los técnicos confluyen en tres frentes:

  1. Diagnóstico. Generalizar análisis de suelos para definir necesidades reales por ambiente y cultivo.

  2. Reposiciones balanceadas. Incluir fósforo como base, azufre como socio y nitrógeno planificado en maíz y trigo, sin descuidar potasio donde corresponda.

  3. Oportunidad y precisión. Calibrar equipos, elegir fuentes adecuadas y aplicar en el momento de mayor eficiencia.

“Argentina es uno de los principales productores de soja del mundo; necesitamos reducir esta brecha mediante mejoras en la nutrición del suelo y mayor adopción tecnológica”, concluyó Di Mauro.

Fuentes: FERTILIZAR AC

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