Lula celebra la reducción de aranceles de Estados Unidos
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró la decisión de Estados Unidos de suprimir el arancel adicional del 40% que afectaba exportaciones clave del país sudamericano, como carne bovina, café y varias frutas tropicales. El anuncio, realizado oficialmente por la administración de Donald Trump, marca un giro relevante en la relación comercial entre ambas naciones, tras meses de tensiones derivadas de medidas restrictivas impuestas desde Washington.
Durante su intervención en la apertura del Salón Internacional del Automóvil de São Paulo, Lula expresó su satisfacción por el cambio en la política arancelaria estadounidense. “Hoy estoy feliz porque el presidente Trump ya empezó a reducir algunos de los aranceles que había aplicado a ciertos productos brasileños”, afirmó el mandatario ante empresarios y autoridades presentes.
Diplomacia y paciencia como estrategia
La decisión estadounidense, según Lula da Silva, fue resultado de un enfoque diplomático sostenido y de la paciencia en las negociaciones. El presidente brasileño aseguró que no cedió a la presión de responder de inmediato cuando, meses atrás, la administración Trump dispuso tarifas de hasta el 50% sobre importaciones procedentes de Brasil.
“Cuando el presidente de Estados Unidos decidió imponer súper tarifas al mundo entero, todos entraron en crisis y se pusieron nerviosos”, recordó Lula. “Yo no suelo tomar decisiones cuando tengo 39 grados de fiebre, espero a que me baje”, agregó, en referencia a la necesidad de actuar con prudencia en escenarios de tensión internacional.

El presidente Lula celebró la reducción de aranceles anunciada por Donald Trump
Impacto en productos clave de exportación
La medida de Estados Unidos libera de tarifas extra a productos estratégicos como café, carne bovina y frutas tropicales, y permitirá reembolsos para envíos realizados desde mediados de noviembre. Entre los productos beneficiados se encuentran el tomate y el mango, tanto en su versión fresca como procesada bajo partidas específicas acordadas. En el caso de varias frutas, la exención estará sujeta a calendarios especiales de importación, ajustados a la estacionalidad y a la situación de la oferta interna estadounidense.
La Cancillería brasileña emitió un comunicado en el que reiteró su voluntad de mantener abiertos los canales de diálogo con Washington y avanzar hacia la eliminación del resto de las medidas comerciales excepcionales aún vigentes. El despacho subrayó el carácter histórico de los vínculos bilaterales y abogó por la cooperación continua para superar obstáculos pendientes en la agenda económica.
Contexto político y tensiones previas
El conflicto arancelario tuvo entre sus detonantes la condena judicial del ex presidente Jair Bolsonaro en Brasil y se agravó por iniciativas de algunos sectores políticos brasileños en Washington. Las consecuencias incluyeron un paréntesis en las relaciones diplomáticas y comerciales, hasta el restablecimiento del diálogo directo entre Trump y Lula.
Ese acercamiento se materializó primero con un encuentro en la Asamblea General de la ONU y posteriormente con una reunión presencial en Kuala Lumpur, Malasia. En ambas instancias, las partes acordaron impulsar negociaciones formales sobre la agenda bilateral y programar visitas oficiales recíprocas en el corto plazo.
Lula apuesta a la diplomacia internacional
Lula recalcó la relevancia de “ganarse el respeto en la arena internacional” mediante la diplomacia y la prudencia. Llamó a no precipitarse ante las dificultades y destacó que Brasil seguirá negociando la supresión de barreras arancelarias residuales que afectan sectores clave de su economía.
La Cancillería, dirigida por Mauro Vieira, insistió en que Brasil mantiene el objetivo de consolidar un entorno favorable para el intercambio bilateral. El comunicado oficial reafirmó la intención de avanzar hacia la eliminación definitiva de las medidas restrictivas y fortalecer la cooperación económica con Estados Unidos.
Perspectivas de la relación bilateral
La eliminación parcial de aranceles abre un nuevo capítulo en la relación comercial entre Brasil y Estados Unidos. Para Lula, la medida representa un triunfo de la diplomacia y un paso hacia la consolidación de vínculos más estables. La expectativa ahora se centra en si las negociaciones lograrán suprimir las barreras restantes y generar un escenario de prosperidad compartida.
La pregunta que queda abierta es si este alivio arancelario será suficiente para restablecer la confianza plena entre ambos países o si se trata apenas de un gesto inicial en un proceso más largo y complejo de negociación.
