Los corales, fundamentales para la biodiversidad oceánica, enfrentan la amenaza del cambio climático, aunque investigaciones recientes apuntan a su capacidad de adaptación. Este hallazgo ofrece una luz de esperanza en medio de la crisis ambiental.
la resiliencia de los corales frente a la acidificación
Un estudio reciente de un investigador de la Universidad de Colorado en Boulder demuestra que a pesar del aumento de la acidez del océano en los últimos 200 años, ciertos corales han encontrado maneras de adaptarse. Jessica Hankins, quien lidera este estudio, señala que estos organismos han logrado regular el proceso que les permite construir y mantener sus esqueletos, a pesar de las condiciones adversas. Esta adaptabilidad destaca la importancia de entender cómo los corales podrían enfrentar los cambios ambientales de manera más efectiva de lo que se pensaba.
Los corales crean sus esqueletos absorbiendo iones del agua del mar, utilizando un fluido especial llamado fluido calcificante coralino. Este fluido es clave para combinar el calcio y el carbonato y formar el carbonato de calcio que compone su estructura. Sin embargo, el aumento de la acidez del océano, resultado de la absorción del CO2 generado por las actividades humanas, altera este proceso esencial.
impacto del cambio climático en los océanos
Desde la Revolución Industrial, la acidez de los océanos ha aumentado en un 40%, lo que ha generado un impacto significativo en la vida marina. Este cambio químico reduce la disponibilidad de iones de carbonato, necesarios para el crecimiento de los corales. A medida que el equilibrio de carbonato en el agua de mar se ve afectado, se prevé que estas condiciones difíciles obstaculicen el desarrollo de los esqueletos coralinos, dándole pie a estructuras más frágiles y propensas a romperse.
A pesar de estas predicciones sombrías, investigaciones anteriores han presentado resultados contradictorios. Esto llevó a Hankins a investigar la capacidad de los corales longevos para adaptarse en función de su entorno. Usando espectroscopia Raman, una tecnología avanzada que permite analizar la composición química de diferentes materiales, la investigadora exploró cómo los corales de la Gran Barrera de Coral y el Mar del Coral mantuvieron su capacidad de generar carbonato de calcio, incluso ante condiciones de mayor acidez.
la tecnología como aliada en la investigación
La espectroscopia Raman revela detalles sobre la estructura molecular y química del esqueleto coralino. Cuando los corales generan carbonato de calcio en condiciones favorables, contienen minerales extraídos del agua de mar, lo que afecta la disposición molecular de sus esqueletos. Hankins afirma que los corales parecen priorizar el crecimiento, aun cuando eso implique una mayor desorganización molecular.
Hankins analizó dos muestras de esqueletos coralinos provenientes de la Gran Barrera de Coral y del Mar del Coral, uno de casi 200 años y otro de 115. Los resultados mostraron que ambos tipos de coral son capaces de regular su química interna para mantener la producción de carbonato de calcio, a pesar de los desafíos que trae consigo la acidificación del océano. Esta capacidad de adaptación sugiere un potencial inherente en los corales que aún no se ha comprendido completamente.
retos adicionales enfrentados por los corales
Aun cuando los hallazgos sobre la resiliencia de los corales son alentadores, no se debe subestimar el cúmulo de desafíos que estos organismos enfrentan. El aumento de la temperatura superficial del mar, la contaminación generada por actividades humanas y las prácticas pesqueras insostenibles son algunas de las amenazas que agravan la situación de los corales. En el lapso entre 2023 y mayo de 2024, se reportaron episodios de blanqueamiento masivo en corales en al menos 62 países y territorios del mundo.
El blanqueamiento ocurre cuando los corales, que dependen de las algas simbióticas para su nutrición, expulsan a estas algas en respuesta a situaciones estresantes, como el aumento de temperatura. Como resultado, los corales pierden su color y, si las condiciones no mejoran, pueden morir.
Los arrecifes de coral son esenciales para la salud de los ecosistemas marinos, ya que brindan protección a las costas contra la erosión y los daños causados por tormentas. Además, sirven como hábitats para una gran variedad de especies marinas, proporcionando zonas de cría y desove.
En resumen, los corales continúan presentando adaptaciones sorprendentes frente a los desafíos impuestos por el cambio climático. Sin embargo, la complejidad de su adaptación en un entorno cambiante subraya la necesidad de seguir investigando y comprendiendo sus mecanismos internos.
