Liz Solari Jesucristo: la experiencia espiritual que transformó su vida para siempre
La historia de Liz Solari y Jesucristo es una de las más impactantes confesiones públicas de una figura del espectáculo argentino. En 2010, la actriz atravesó el episodio más doloroso de su vida: la muerte de su pareja, Leonardo Verhagen, en sus brazos.
Desde entonces, asegura haber vivido experiencias espirituales que la llevaron a un profundo proceso de transformación interior.
La tragedia que marcó su vida
En marzo de 2010, Liz Solari vivió una tragedia que dividió su vida en un antes y un después. Su pareja, Leonardo Verhagen, murió repentinamente en sus brazos en una vivienda en Rosario.
Según declaró a la policía, “acabábamos de hacer el amor cuando se desvaneció”. La autopsia determinó que el joven, de 28 años, falleció por cardiomegalia.
Aquel suceso, sumado al acoso mediático, sumió a la actriz en una profunda crisis emocional. Pero sería el inicio de un camino que ella misma describe como su “despertar espiritual”.
El despertar espiritual de Liz Solari
En su testimonio para Eco News Talks, Solari relató que tras la muerte de Verhagen comenzó a experimentar percepciones extrasensoriales. Dijo haber visto “el alma dejar su cuerpo” y entender que “la muerte no termina con la vida”.
A partir de ese momento, empezó a percibir señales, luces y sonidos que interpretó como manifestaciones del “reino invisible del espíritu”. Sin referentes ni contención emocional, decidió internarse junto a su madre en un centro de vida sana, donde recibió apoyo psicológico y médico.

La aparición de Jesucristo
La vivencia más trascendental, según Solari, ocurrió tiempo después, ya de regreso en Argentina. Una noche, asegura, sintió cómo su espíritu era atraído al living de su casa por una energía poderosa. Allí, relata, vio a Jesucristo sentado en su mesa.
“Era el amor encarnado. Me miraba con ternura. Sentí paz, alegría y una fuerza indescriptible”, contó. Jesús —a quien llama Yeshua— le transmitió un mensaje: “Debes ordenar tu vida. La familia va primero.”
Desde ese momento, según afirma, su conexión con Cristo se volvió diaria, manifestándose en sueños, meditaciones y visiones.
El mensaje recibido y su cambio de rumbo
El encuentro con Jesucristo llevó a Liz Solari a reordenar su vida. Dejó de lado el mundo del espectáculo para dedicarse a la introspección, la oración y la meditación. Entendió que su misión estaba vinculada a la espiritualidad y al servicio.
Su testimonio apunta a que comenzó a experimentar estados de éxtasis místico: “Entraba en un espacio de unión con el todo. Sentía la presencia divina y perdía la noción del tiempo”. Estas vivencias, lejos de aislarla, la impulsaron a estudiar y enseñar prácticas de meditación y compasión.
El camino de meditación y sanación
Su proceso espiritual se consolidó con la práctica diaria de meditación. “La meditación es la llave para encontrar a Dios”, explicó. Considera que la calma interior es la base de toda sanación emocional y física.
Este hábito se transformó en su herramienta de autoconocimiento y la guía de su nuevo propósito: transmitir un mensaje de amor y no violencia.
Su vínculo con Cher Chevalier
Durante su estancia en Londres, Solari conoció a Cher Chevalier, una mística británica que se convirtió en su maestra espiritual. Juntas escribieron el libro “Meditaciones para un viaje interior”, donde combinan filosofía, espiritualidad práctica y ejercicios de contemplación.
Solari describe a Chevalier como “una guía de luz” que la ayudó a canalizar sus dones y superar el trauma del pasado.
Las enseñanzas que transmite hoy
Liz Solari sostiene tres principios espirituales inspirados en las enseñanzas de Jesucristo:
- 
El amor debe traducirse en acción. 
- 
La meditación es el camino hacia Dios. 
- 
La paz se construye desde la no violencia. 
En sus conferencias y publicaciones, promueve una vida consciente, el respeto por los animales y la armonía con la naturaleza.
El activismo espiritual y ambiental
Hoy, Liz Solari es una figura del activismo ecológico y espiritual. Desde hace más de una década, impulsa proyectos de bienestar animal y campañas contra el maltrato. En entrevistas, afirma que “no matarás” incluye a todos los seres vivos y que su fe le enseñó la inofensividad como principio vital.
Su trayectoria combina espiritualidad, arte y compromiso social, posicionándola como una voz influyente en el movimiento de la conciencia ambiental.
A quince años del hecho que cambió su vida, Liz Solari dice haber encontrado en Jesucristo la fuente de su paz interior. Su historia une tragedia, fe y transformación, ofreciendo una mirada distinta sobre la espiritualidad moderna.
¿Puede una experiencia trascendental cambiar por completo el rumbo de una vida?



 
			 
		 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		