Cuatro cruces con camisetas de la Policía Militar y Civil fueron instaladas en Copacabana en memoria de los agentes caídos en la operación de Penha y Alemão.Foto: Rio de Paz/Disclosure
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En una imagen que conmovió a Brasil, cuatro cruces vestidas con camisetas de la Policía Militar y Civil se alzaron en la playa de Copacabana.
El homenaje, organizado por la ONG Río de Paz, recordó a los cuatro agentes que perdieron la vida durante la megaoperación en los complejos de Penha y Alemão, el martes 28 de octubre.
Debajo de cada camiseta, una fotografía mostraba los rostros de los oficiales fallecidos:
Marcus Vinícius Cardoso de Carvalho, 51 años, jefe de investigaciones de la 53ª DP.
Rodrigo Velloso Cabral, 34 años, policía de la 39ª DP.
Cleiton Serafim Gonçalves, 40 años, sargento del BOPE.
Heber Carvalho da Fonseca, 39 años, sargento del BOPE.
Cuatro cruces con camisetas de la Policía Militar y Civil fueron colocadas en la arena de Copacabana para recordar a los agentes muertos en Penha y Alemão. Foto: Reproducción Globo News
Quiénes eran los policías caídos
Cada uno de los agentes tenía una historia marcada por el compromiso con la seguridad pública.
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Marcus Vinícius, conocido como “Máskara”, había sido ascendido a comisario un día antes del operativo.
Rodrigo Cabral, con apenas dos meses en funciones, trabajaba en una de las zonas más peligrosas de Río: Pavuna.
Los sargentos Cleiton y Heber, ambos del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), murieron en combate mientras intentaban proteger a sus compañeros.
El teniente coronel Marcelo Corbage, comandante del BOPE, destacó que Cleiton “salvó la vida de un colega herido antes de caer abatido”.
Palabras de dolor y promesa de justicia
El secretario de la Policía Militar, Marcelo de Menezes, asistió al velorio de los dos militares y prometió una “respuesta digna de estos héroes”.
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“Es un momento de luto, pero también de compromiso. No descansaremos hasta honrar la memoria de quienes dieron su vida por la seguridad del pueblo”, afirmó.
El homenaje no solo fue una muestra de respeto, sino también un reclamo por mejores condiciones y estrategias frente al crimen organizado que domina varios barrios de la ciudad.
Procesión y despedida final
Los cuerpos de los sargentos Cleiton y Heber fueron velados en el cuartel general del BOPE. El féretro de Heber fue transportado en un camión de bomberos descubierto, seguido por una caravana de patrullas que recorrió el Parque Flamengo hasta el Cementerio Jardim da Saudade.
La emoción marcó cada momento. Entre lágrimas, un tío de Cleiton resumió el sentimiento colectivo:
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“Es muy triste, un golpe al corazón. Es difícil aceptar una pérdida así, en la violencia que consume a Río.”
Los sargentos del BOPE Cleiton Serafim y Heber Carvalho fueron despedidos con honores y una emotiva procesión que recorrió las calles de Río de Janeiro. Foto: Reproducción/TV Globo
Reacción del gobierno y contexto del operativo
El operativo del martes, considerado el más letal en la historia de Río, dejó 121 muertos, según el gobierno estatal. Además de los policías, las autoridades aseguran que el resto de los fallecidos eran miembros de facciones criminales.
La acción se enmarca dentro de la ofensiva contra el Comando Vermelho, grupo que controla buena parte del tráfico de drogas en Río de Janeiro. El alto costo humano del operativo reabrió el debate sobre el uso de la fuerza policial y la seguridad pública en Brasil.
6. El mensaje detrás del homenaje
La ONG Río de Paz, reconocida por sus acciones simbólicas en Copacabana, quiso enviar un mensaje de unidad y reconocimiento al sacrificio policial.
“Estos hombres murieron cumpliendo su deber. No son solo estadísticas, son vidas entregadas por la paz”, expresó el fundador del movimiento, Antônio Carlos Costa.
Las cruces sobre la arena se convirtieron en un recordatorio visible de la violencia que atraviesa Río y del precio que pagan quienes combaten el crimen.
El dolor de las familias y compañeros
Los funerales de los cuatro policías estuvieron marcados por el dolor familiar.
Cleiton deja esposa e hijos. Heber, una viuda, dos hijos y un hijastro.
En cada ceremonia, colegas y vecinos acompañaron con aplausos y flores.
El Cuerpo de Policía Civil también despidió con honores a Marcus Vinícius y Rodrigo, quienes fueron sepultados en la Ilha do Governador y en Cordovil, respectivamente.
Conclusión: el precio del deber
El homenaje en Copacabana recordó que la violencia de Río no distingue uniformes.
Los cuatro policías caídos representan a cientos que cada año arriesgan su vida por proteger la ciudad.
El dolor y la indignación se mezclan con un pedido urgente: más apoyo, más seguridad y menos indiferencia.
¿Hasta cuándo deberá Río despedir a sus héroes caídos en la lucha contra el crimen?