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Gordo de Fin de Año: la suerte se repartió entre empleados y clientes de Pocitos
La tradición del Gordo de Fin de Año volvió a cumplir el sueño de muchos uruguayos en una jornada cargada de emoción y brindis adelantados. En esta oportunidad, el número 12.075 se convirtió en el protagonista absoluto de la jornada, al repartir una bolsa de 160.000.000 de pesos entre 114 afortunados. Lo particular de esta edición es que la suerte no se concentró en una sola mano, sino que el billete fue adquirido bajo la modalidad de colectivo por empleados y clientes de un conocido supermercado ubicado en el corazón de Pocitos.
La noticia del Gordo de Fin de Año se propagó rápidamente cuando los favorecidos comenzaron a chequear sus participaciones en la mañana de este miércoles. Vendido a través de la agencia 50, el premio mayor permitirá que cada integrante del colectivo reciba una cifra cercana a los 30.000 dólares americanos. Para muchos de los trabajadores del comercio, este ingreso representa un cambio radical en sus perspectivas económicas inmediatas, permitiéndoles saldar deudas o planificar inversiones que parecían inalcanzables.
El impacto del Gordo de Fin de Año en la agencia 50
Jazmín, funcionaria de la agencia que vendió el número ganador, no ocultó su alegría al dialogar con la prensa sobre el sorteo del Gordo de Fin de Año. Según relató, el local ya tiene experiencia en repartir suerte, pero esta ocasión tiene un sabor especial por la cantidad de personas involucradas en el acierto. «Todavía no caemos, estamos en shock», confesó mientras recibía a vecinos curiosos que se acercaban al local para confirmar si el 12.075 era efectivamente el número bendecido por la diosa fortuna.
El revuelo generado por el Gordo de Fin de Año en Pocitos transformó la rutina de una zona que suele ser tranquila en los mediodías de fin de año. La funcionaria destacó que vender el premio mayor es siempre un orgullo para cualquier agenciero, pero saber que el dinero se atomizó entre tanta gente trabajadora genera una satisfacción doble. Este tipo de historias refuerzan la mística que rodea a la Lotería Nacional, donde el azar a veces decide premiar el esfuerzo colectivo por sobre el individualismo del apostador solitario.
Testimonios de los ganadores del Gordo de Fin de Año
Entre los favorecidos, las historias de asombro se multiplican minuto a minuto tras conocerse el resultado del Gordo de Fin de Año. Una vecina del barrio, que prefirió mantener su anonimato, comentó que entró al colectivo «con muy poquito» dinero, pero que eso fue suficiente para ganarse una cifra que jamás imaginó. «Nunca había ganado nada en mi vida; anoche directamente no dormí pensando en las posibilidades», relató emocionada mientras se abrazaba con otros clientes del supermercado que también compartieron la suerte del Gordo de Fin de Año.
Otro de los ganadores, empleado del sector de carnicería, aseguró que lo mejor de este sorteo es que «salió repartido» entre compañeros que se ven las caras todos los días. Para el personal del supermercado, el Gordo de Fin de Año representa un reconocimiento inesperado a un año de labor intensa. La cifra de 30.000 dólares por cabeza es vista como un «empujón» vital en un contexto donde el costo de vida en Montevideo sigue siendo un desafío para cualquier trabajador asalariado.
La tradición que no muere con el Gordo de Fin de Año
El sorteo del Gordo de Fin de Año sigue siendo el evento de azar más importante del calendario uruguayo, movilizando millones de pesos y esperanzas en todo el territorio nacional. A pesar del crecimiento de otros juegos de azar modernos, la Lotería mantiene ese componente romántico del billete compartido y el colectivo de boliche o de trabajo. Lo ocurrido en Pocitos con el 12.075 es la prueba fehaciente de que la ilusión se mantiene intacta en cada rincón del país, especialmente cuando la suerte toca la puerta de quienes menos lo esperan.
Mientras las familias se preparan para la cena de Nochevieja, en este rincón de Montevideo el brindis tendrá un motivo adicional para celebrar. El Gordo de Fin de Año no solo dejó una cifra económica importante, sino que generó un sentido de comunidad y alegría compartida en el supermercado favorecido. Los trámites para el cobro del premio comenzarán en los próximos días hábiles, pero la certeza de haber ganado ya cambió el ánimo de estas 114 personas que despiden el 2025 con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Será que la modalidad de colectivos es el secreto para que los grandes premios de la lotería vuelvan a democratizar la suerte en los barrios uruguayos?
