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El debate que no cesa: El posicionamiento de la Iglesia sobre la eutanasia en Uruguay
Casi un mes después de que el Parlamento diera su aprobación definitiva al proyecto de ley y de que el presidente Yamandú Orsi la promulgara, la eutanasia en Uruguay sigue siendo un tema de profunda preocupación para la Iglesia Católica. La legalización de este proceso médico, si bien salió de la agenda pública dominante, fue analizada a fondo por los obispos de la institución. Durante todo el debate parlamentario, la voz de la Iglesia había sido una de las más críticas y contundentes.
El presidente Orsi otorgó un plazo de 180 días para reglamentar la aplicación de la ley. Sin embargo, los obispos católicos no esperan la reglamentación para continuar con sus alertas sobre la situación. Según informó el semanario Búsqueda, en una asamblea plenaria que tuvo lugar en la segunda semana de noviembre, los líderes católicos uruguayos discutieron las implicancias de la ley.

El proyecto de ley “muerte digna” regula la eutanasia en Uruguay (@DiputadosUY)
El aporte técnico-religioso de álvaro vázquez delgado
Para este encuentro, la Conferencia Episcopal del Uruguay contó con la presencia de un invitado de peso: Álvaro Vázquez Delgado, hijo mayor del fallecido expresidente Tabaré Vázquez. Este aporte fue significativo, ya que Vázquez Delgado no solo es médico, como su padre, sino que también es católico y licenciado en Teología, lo que le otorga una perspectiva técnica y ética muy particular.
La Conferencia Episcopal del Uruguay afirmó en un comunicado que el aporte de Vázquez fue “clarificador” sobre las consecuencias de la ley de eutanasia en Uruguay. “A los obispos les preocupa especialmente la indefensión a la que la ley expone al personal de la salud. Se espera que la reglamentación considere esos aspectos y la libertad de conciencia de todas las personas que queden involucradas”, señala el texto oficial de los nueve obispos uruguayos.
El problema de la indefensión médica en la eutanasia en Uruguay
Vázquez Delgado, quien tiene 59 años y está especializado en mastología, declaró a Búsqueda que el “principal objetivo” de su disertación ante los obispos fue “esclarecer ciertos términos” en los que percibe una “gran confusión” pública. El médico, gerente general de una clínica dedicada a la oncología radio terapéutica fundada por su padre, enfatizó que no todo lo relacionado con el final de la vida se regula con la eutanasia en Uruguay.
El camino natural para el final de la vida, según Vázquez Delgado, va por la medicina paliativa, que la mayoría de la gente elige. Este es el proceso que intenta sortear los sufrimientos hasta el final de la vida, convirtiéndolos en algo soportable para el paciente y su entorno familiar. Sin embargo, criticó que esta parte de la discusión sobre la eutanasia en Uruguay no se ha tenido suficientemente en cuenta en el debate público y parlamentario.
La crítica a la falta de ateneo y el riesgo de prisión
El médico aseguró que, en todos sus años de profesión, nunca ningún paciente le pidió la eutanasia en Uruguay. Su mayor cuestionamiento legal y ético radica en que, a diferencia del resto de las decisiones médicas importantes, la ley no exige que haya un “ateneo médico” para la eutanasia. Esta falta de colegiación es vista como un enorme vacío legal que incrementa el riesgo profesional.
No es lógico que la decisión de provocar una muerte sea mediante un mano a mano entre el médico actuante y el paciente”, explicó Vázquez Delgado al medio uruguayo. Debería ser una discusión interdisciplinaria que involucre al especialista de la patología, un psiquiatra, un abogado, y un escribano. Esto es crucial porque si después de que se murió el paciente, el Ministerio de Salud Pública (MSP) decide que no estuvo bien hecho el proceso, los médicos pueden terminar en Fiscalía y con riesgo de ir a prisión.
El rol del ministerio de salud pública en la fiscalización de la eutanasia en Uruguay
Este punto de riesgo legal que expone el médico es clave, y es lo que “a los obispos les llamó la atención. Consideran que, en ese sentido, la ley de eutanasia en Uruguay es “floja” porque no le da al médico tratante todas las garantías del caso ante una decisión de tal trascendencia. La falta de un procedimiento que blinde la decisión colectivamente es el centro de la crítica.
Vázquez Delgado se refiere específicamente a uno de los ocho pasos del procedimiento de la eutanasia en Uruguay. Este paso ocurre cuando el paciente ya falleció: el médico actuante tiene la obligación de comunicar el hecho al MSP, remitiendo una copia de la historia clínica del paciente y demás antecedentes necesarios para acreditar el cumplimiento estricto de la ley. Si el MSP entiende que hubo un apartamiento grave del procedimiento legal, tiene la obligación de comunicarlo a la Fiscalía para iniciar una investigación.
La preocupación institucional de la Iglesia Católica, reforzada por el análisis de un profesional con la trayectoria de Álvaro Vázquez Delgado, pone la pelota en la cancha del Poder Ejecutivo. La reglamentación deberá ser extremadamente cuidadosa y detallada para evitar la indefensión del personal de la salud. De lo contrario, la ley, que busca garantizar una “muerte digna”, podría generar un efecto no deseado en la práctica profesional.
Ante las contundentes advertencias sobre el riesgo penal y la falta de ateneo médico en la reglamentación de la eutanasia en Uruguay, ¿será suficiente el plazo de 180 días para blindar jurídicamente a los profesionales de la salud?