Venta clandestina de nafta en Melo: qué pasa y por qué preocupa
Venta clandestina de nafta en Melo se expandió en los últimos meses: comerciantes y vecinos contabilizan más de 100 puntos de venta y estiman cerca de 100.000 litros guardados en viviendas, un riesgo evidente para la seguridad pública. El fenómeno también golpea al comercio formal y abre un debate sobre controles fronterizos y medidas locales.
En los barrios de Melo se advierte un negocio que crece a la vista de todos: la comercialización de nafta a pequeña escala dentro de casas y comercios. Fuentes locales —comerciantes y vecinos— señalan que operan más de 100 puntos de venta clandestinos, con un promedio aproximado de 1.000 litros por vivienda, lo que suma alrededor de 100.000 litros circulando fuera de los canales legales.
Contrabando de combustible: cómo llega el combustible a los puntos de venta
La mercadería, según el relevamiento local, proviene de pasos fronterizos cercanos como Yaguarón y Aceguá, y de otros cruces informales. Esa cadena de suministro irregular reduce el costo para el comprador: mientras en locales regulados un litro roza los 78 pesos uruguayos, en puntos limítrofes o vendedores ilegales se lo ofrece cerca de 48 pesos. La diferencia incentiva la demanda y alimenta la informalidad.
Riesgo de incendios: normativas de almacenamiento y recomendaciones técnicas
El riesgo no es sólo económico: hace poco se registró un incendio en una vivienda donde se almacenaba combustible y la tragedia dejó víctimas fatales, entre ellas una mujer y dos menores, según relatos de vecinos y reportes locales. El bajo punto de inflamación de la nafta y las condiciones inseguras de almacenamiento multiplican la posibilidad de siniestros graves.

Venta clandestina de nafta en Melo: almacenamiento ilegal y riesgo. – Imagen ilustrativa Uruguay Al Dia
Comercio formal afectado: cierre de estaciones y pérdidas estimadas
Desde el sector formal alertan que las pérdidas son contundentes: la venta estimada de combustible en Cerro Largo estaría desplazándose en buena medida al circuito ilegal, y en el último año una estación de servicio debió cerrar. Comerciantes locales calculan que la caída en ventas podría rondar el orden de un millón de litros mensuales en el departamento.
A nivel fiscal y de política pública, la situación complica la eficacia de incentivos como el IMESI, que otorga un descuento del 32% a estaciones a menos de 20 km de la frontera; Melo, ubicada a unos 60 km, queda fuera de ese beneficio, lo que limita las herramientas para frenar el contrabando en la zona. Expertos en la materia coinciden en que faltan medidas específicas y coordinación entre municipios y autoridades nacionales.
Medidas de control: propuestas de fiscalización y políticas locales
Las autoridades policiales han realizado operativos puntuales, pero vecinos y comerciantes piden acciones sostenidas: controles logísticos, fiscalización de transportes y sanciones ejemplares para quienes almacenan grandes volúmenes en domicilios. La prevención, dicen, debe combinar inspección, campañas informativas y alternativas económicas para quienes participan en la cadena.
Mientras tanto, la vida en la ciudad cotidiana se vuelve más tensa: el negocio informal ofrece ahorro al consumidor pero deja detrás riesgos evidentes —seguridad, salud pública y competencia desleal— que las instituciones deberán afrontar con decisión si no quieren más tragedias evitables.