Milei tras derrota PBA 2025: discurso público, autocrítica y la estrategia hacia octubre
El Presidente habló desde la sede de su espacio tras la derrota provincial y asumió la magnitud del resultado: admitió que el oficialismo sufrió un revés electoral y dijo que corresponde aceptarlo y analizarlo con seriedad. Al mismo tiempo, dejó en claro que no modificará el núcleo de su gestión: confirmó que el rumbo económico seguirá —y que, según dijo, se intensificará— mientras se preparan los ajustes tácticos rumbo a las elecciones nacionales del 26 de octubre.
En su intervención, Milei marcó dos líneas: por un lado la autocrítica política —“vamos a corregir errores”, sostuvo— y por otro la continuidad programática. Rechazó que los resultados impliquen un cambio de políticas macroeconómicas y defendió medidas como el equilibrio fiscal y la política cambiaria como pilares no negociables de su gobierno.
El Presidente utilizó la metáfora histórica para relativizar el tropiezo y convocó a la militancia a redoblar esfuerzos: enfatizó que la derrota no es definitiva y que el objetivo es volver más fuerte a la campaña nacional. En el discurso hubo además una lectura asignada al rival: sostuvo que el peronismo desplegó toda su estructura territorial y que esa capacidad organizativa fue clave para el desenlace en la provincia.

Los hermanos Milei en la sede de La Libertad Avanza tras la jornada electoral. (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian).
En Casa Rosada no ocultaron la necesidad de revisar la táctica. Fuentes del oficialismo confirmaron que ya se inició un relevamiento de errores en la campaña local y que la intención es ajustar candidaturas, mensajes y logística para octubre. Ese diagnóstico, dijeron, incluirá auditores internos y reuniones con equipos provinciales para “no repetir fallos”.
Los números de la noche no dejan margen: con más del 90% de las mesas escrutadas, Fuerza Patria obtuvo un respaldo cercano al 47% en la provincia, contra el 33% de La Libertad Avanza, que solo ganó en dos secciones. La participación rondó el 63% del padrón, lo que en la lectura oficial obliga a ponderar tanto la movilización como la composición del voto.
En el terreno político, la reacción pública combinó autocrítica y firmeza ideológica. Milei citó la necesidad de coraje para seguir adelante y defendió su proyecto: prometió no ceder en la política económica que, dijo, permitió “reversar indicadores sociales” según su visión. A la vez, asumió que el equipo debe mejorar la comunicación y la coordinación territorial.
La Casa Rosada intenta ahora dos objetivos simultáneos: preservar la base partidaria fiel a sus políticas económicas y recuperar votos en distritos donde el oficialismo perdió por márgenes ajustados. Para eso trabajan sobre la renovación de mensajes, mayor presencia en el territorio y cambios en la estrategia comunicacional que apunten a sectores vulnerables mencionados en los primeros análisis.
Desde la oposición celebraron el resultado y lo interpretaron como un termómetro de la escena nacional. Para el peronismo provincial, la victoria confirma capacidad de despliegue territorial y fortalece la posición de sus líderes de cara al calendario político. En tanto, para el Gobierno la lectura es más estricta: corregir sin renunciar a lo esencial.
¿Qué esperar ahora? A corto plazo, medidas tácticas y ajustes en equipos de campaña; a mediano plazo, una disputa más definida en la carrera hacia octubre. La derrota bonaerense obliga al oficialismo a combinar autocrítica operativa con defensa de su programa. La capacidad de lograr ambas cosas será la prueba de fuego para la próxima etapa electoral.