Si vivís en Uruguay, sabés que el agua no es un tema menor: es la base de tu vida diaria y también de la economía. El diputado Gustavo Salle puso nuevamente el tema en el centro del Parlamento, asegurando que se trata de un asunto geoestratégico vital que la política ignoró por más de medio siglo.
Salle fue categórico: mientras la población depende del agua del río Santa Lucía, la fuente se encuentra comprometida por contaminación y por proyectos mal diseñados como Neptuno y Casupá, ambos cuestionados por organizaciones ambientales y sectores sociales.
Críticas a los proyectos Neptuno y Casupá
El legislador señaló que ni el gobierno actual ni los anteriores supieron dar respuesta a la crisis hídrica. En su intervención, denunció que:
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El contrato de Neptuno fue “mal firmado” y abre la puerta a juicios internacionales contra el Estado.
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El proyecto Casupá no resuelve los problemas de fondo y sigue dependiendo de una fuente contaminada.
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La inversión pública se dirigió a obras sin impacto real en el agua, como el Antel Arena, en lugar de priorizar infraestructura hídrica.
Según Salle, se trata de decisiones políticas cortoplacistas que dejan de lado la seguridad de un recurso vital.
El rol de las corporaciones y la amenaza de UPM
Una de las denuncias más duras apuntó a las grandes corporaciones. Para Salle, las multinacionales codician el agua uruguaya y, en algunos casos, ya generan riesgos concretos. Mencionó que el tren de UPM cruza el Santa Lucía cargando materiales peligrosos, lo que podría derivar en un desastre ambiental si ocurriera un derrame.
De esta forma, vinculó el tema hídrico con la soberanía nacional, alertando que la privatización o el control extranjero del agua dejaría al país en una situación de extrema vulnerabilidad.
Críticas al Frente Amplio y la coalición multicolor
El discurso no dejó fuera a ningún sector político. Salle recordó que durante los tres gobiernos del Frente Amplio no se avanzó en obras clave para asegurar el agua potable, pese a los recursos disponibles.
Del lado de la coalición multicolor, apuntó contra la gestión actual por falta de transparencia, afirmando que el ministro habló mucho pero no respondió a las preguntas cruciales sobre el futuro del agua.
Para el diputado, el problema no es de un partido, sino de una clase política que trata el tema con politiquería y revanchismo.
El Santa Lucía: un río en emergencia
Uno de los ejes más fuertes del discurso fue el estado crítico del río Santa Lucía, principal fuente de agua para Montevideo y buena parte del país.
Salle recordó que ya en 2014 denunció penalmente a OSE por el mal manejo de los barros tóxicos que se vierten en la cuenca. Diez años después, la situación no solo no mejoró, sino que empeoró, poniendo en jaque la seguridad hídrica nacional.
El llamado de Salle: una política de Estado
El diputado reclamó que Uruguay desarrolle una política de Estado a largo plazo en materia de agua. Para él, no se trata de ser ingeniero ni especialista: basta con el sentido común para entender que si seguimos dependiendo de una fuente contaminada, el país quedará al borde de una crisis irreversible.
La clave, según Salle, está en buscar fuentes alternativas, invertir de forma seria y cortar con los contratos opacos que hipotecan el futuro.