Diferencia de precios entre Uruguay y Brasil: el gobierno busca reducir la brecha fronteriza.
La diferencia de precios entre Uruguay y Brasil continúa afectando a miles de familias y comercios que viven en las zonas limítrofes del norte del país. En varias localidades, cruzar una calle basta para que los consumidores encuentren alimentos, combustibles y productos básicos a un costo sensiblemente menor. Esta brecha histórica ha generado una economía dual en los departamentos fronterizos, donde el comercio local uruguayo lucha por mantenerse competitivo frente a sus pares brasileños.
Los análisis más recientes muestran que los supermercados uruguayos son, en promedio, un 74% más caros que los del país vecino. Esta diferencia, que se ha ampliado en los últimos meses, motivó la aplicación de un nuevo paquete de medidas económicas impulsado por el gobierno con el objetivo de reducir el impacto en los consumidores y en el empleo local.
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Medidas del gobierno para mitigar la brecha
El Poder Ejecutivo reglamentó una ley que dispone de beneficios tributarios, reducciones de IVA y estímulos al empleo en las ciudades que limitan con Brasil. Las medidas alcanzan a seis pasos fronterizos terrestres: Bella Unión, Artigas, Rivera, Aceguá, Río Branco y Chuy.
El gobierno decidió concentrar los esfuerzos en la frontera brasileña, donde la disparidad de precios es más pronunciada que con Argentina. Las acciones incluyen tres ejes principales: exoneración parcial de aportes patronales, reducción del IVA en compras con tarjeta de débito y un régimen de importación simplificado para pequeñas empresas.
Las empresas locales que contraten nuevos trabajadores en un radio de hasta 60 kilómetros de la frontera podrán exonerar el 75% de los aportes patronales, lo que representa el máximo permitido por la ley. El beneficio se orienta a sectores vulnerables como el comercio minorista, la hotelería, la industria manufacturera y los servicios gastronómicos y recreativos.

La frontera entre Uruguay y Brasil refleja el impacto diario de la diferencia de precios en el comercio local.
Reducción del IVA y estímulo al consumo interno
La reducción del IVA es otro de los pilares de la estrategia económica. Según el decreto, se aplicará una rebaja de hasta 10 puntos porcentuales en productos con tasa mínima y de 11 puntos en aquellos con tasa básica, siempre que las compras se realicen mediante medios electrónicos dentro de un radio de 20 kilómetros de la frontera.
El objetivo es incentivar el consumo interno y desalentar los desplazamientos diarios hacia los comercios brasileños. La medida también busca fortalecer los ingresos de las micro y pequeñas empresas locales, que históricamente han sufrido la fuga de clientes hacia el otro lado de la línea divisoria.
Impacto económico y desafío regional
El Indicador de Precios Fronterizos, elaborado por la Universidad Católica del Uruguay, muestra que Artigas es actualmente un 74% más cara que Quaraí, su ciudad vecina en Brasil. Este dato refleja la persistencia de la brecha y la necesidad de políticas sostenidas para equilibrar las condiciones del comercio fronterizo.
La diferencia está influenciada no solo por los impuestos y costos internos, sino también por la cotización del real brasileño y del dólar estadounidense, que afectan los precios relativos. Entre octubre y agosto, el real se depreció un 1,15% frente al dólar, mientras que en Uruguay la divisa cayó un 0,29%, manteniendo el encarecimiento relativo del país.
Expectativas del sector comercial
Empresarios y trabajadores de frontera valoran la iniciativa como un paso necesario, aunque advierten que los resultados dependerán de la agilidad administrativa y la continuidad política. Los centros comerciales de Artigas y Rivera han experimentado cierres recurrentes en los últimos años, con fuerte pérdida de empleos formales y migración de capitales hacia el lado brasileño.
Las asociaciones empresariales también solicitan una revisión del régimen de importaciones para micro y pequeñas empresas, con el fin de garantizar una competencia más equitativa. De esta manera, el impacto podría extenderse más allá de las grandes superficies y alcanzar al pequeño comerciante, motor económico de las comunidades fronterizas.
Perspectiva social y futuro de las medidas
Más allá de la economía, la diferencia de precios entre Uruguay y Brasil tiene un fuerte componente social. En las ciudades fronterizas, la vida cotidiana está completamente integrada: los residentes trabajan, estudian y compran en ambos lados, lo que convierte cualquier medida económica en una cuestión binacional.
Las autoridades esperan que este primer paquete sea el inicio de una estrategia permanente de integración comercial, que combine incentivos locales con acuerdos bilaterales. Los próximos meses serán decisivos para evaluar si las medidas logran sostener el empleo y reactivar la economía regional.
