Cómo la crisis en salud bucal afecta al histórico programa escolar
En ese marco, la coordinadora histórica del programa, Laura Miller, presentó una denuncia por acoso moral y laboral, asegurando haber sido víctima de hostigamiento sistemático, desautorizaciones, amenazas y acciones que afectaron su dignidad profesional. Tras veinte años dentro del plan — quince como coordinadora— decidió poner su cargo a disposición, aunque su salida aún no se hizo efectiva porque atraviesa una licencia médica por depresión. Su relato describe un clima laboral que se volvió insostenible desde la llegada del actual director de Salud Bucal de ASSE, Agustín Dean, a quien responsabiliza directamente por su situación.

Antes. Fernández, López, Cabrera y Silva en la presentación del programa impulsado por la Fundación Vázquez. Foto: Archivo El País
Acusaciones de maltrato, desarticulación y cambios sin coordinación
Según Miller, el director implementó decisiones que desarmaron el funcionamiento histórico del programa: rotación de personal clave, cambios de agenda sin coordinación con escuelas y familias, presupuesto observado o redirigido y una conducta que, afirma, buscó desacreditar su trayectoria por no poseer título profesional. La coordinadora incluso relató comentarios ofensivos, como una frase que mencionaba que “no la defendería nadie porque estaban muertos”, en referencia a Tabaré Vázquez y María Auxiliadora Delgado. También menciona episodios en los que el director se retiró de reuniones para evitar diálogo y otros en los que delegó mensajes en terceros para desconocer su rol.
Más testimonios que refuerzan el conflicto dentro del equipo
Las denuncias no se limitan a Miller. Lucía Bolasco, coordinadora del área de ortopedia funcional, también puso su cargo a disposición tras múltiples desacuerdos con la dirección. En una carta enviada a ASSE, aseguró que sufrió desaires, falta de respaldo y comentarios que consideró humillantes, incluyendo la expresión de que “tenía los pies en el cajón y la mano tocando el arpa”. Aunque decidió reintegrarse recientemente, reiteró que los cambios impulsados por Dean desatienden a los niños, al punto de que se instruyó al equipo a no iniciar nuevos tratamientos hasta 2026, lo que generó preocupación por las listas de espera.
El marco legal y las dudas sobre el uso del presupuesto
El programa pasó a la órbita de ASSE en 2020, bajo la estructura creada por la Ley N° 19.670. Allí se estableció con claridad que los recursos destinados a salud bucal escolar no podían usarse para otros fines y que el personal debía trabajar en los centros educativos. Sin embargo, las denuncias internas sostienen que parte del presupuesto estaría siendo redirigido hacia iniciativas para adultos, algo que, además de contradecir la norma, afecta directamente a miles de niños que dependen de estos tratamientos para evitar problemas bucales de largo plazo.
Advertencias políticas y temor por un posible recorte estructural
El senador Martín Lema presentó un pedido de informes ante ASSE y el MSP, alertando que existe un “recorte inadmisible” que contradice los compromisos asumidos con la infancia. Asegura que recibió quejas de funcionarios y advierte que el programa corre riesgo si no se garantizan recursos y continuidad. Su planteo pide además detalles sobre ejecución presupuestal y número de niños atendidos desde 2019, en un intento por obtener transparencia frente a un conflicto que sigue creciendo.
