Controles a motos en Uruguay: la Policía lanza una ofensiva masiva para 2026

El Ministerio del Interior, en conjunto con la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), definió este lunes una estrategia de choque para enfrentar la irregularidad en las calles. A partir de la primera semana de enero, se pondrá en marcha una operación de «incremento exponencial» en los controles a motos en Uruguay, con un despliegue que abarcará tanto las zonas urbanas como las rutas nacionales. La medida, coordinada en Torre Ejecutiva, responde a una necesidad urgente de frenar dos flagelos que golpean al país: la siniestralidad vial descontrolada y el uso de estos vehículos como herramientas para el crimen organizado.

Alfredo Clavijo, subdirector de la Policía Nacional, fue contundente al señalar que no se trata de una fiscalización de rutina, sino de una intervención profunda en todo el territorio. Las Jefaturas de Policía de los diecinueve departamentos y los efectivos de la Policía Caminera tienen la orden de revisar minuciosamente cada unidad. Los controles a motos en Uruguay pondrán la lupa sobre el cumplimiento estricto de la Ley de Tránsito, exigiendo desde la libreta de propiedad y licencia de conducir hasta elementos de seguridad como el casco, el chaleco reflectivo y el Seguro Obligatorio de Automotores (SOA).

Seguridad ciudadana y el uso delictivo de los birrodados

La preocupación de las autoridades no es solo administrativa; los datos del Observatorio sobre violencia y criminalidad son alarmantes. Según las estadísticas oficiales, el uso de birrodados en rapiñas y homicidios ha crecido de forma sostenida, afectando directamente la seguridad ciudadana. Este panorama justifica que los controles a motos en Uruguay tengan un perfil preventivo contra el delito grave. «Estadísticamente, el uso incorrecto de las motos pone en riesgo la seguridad humana en los siniestros fatales», enfatizó el jerarca policial.

Clavijo puntualizó que la fiscalización no se limitará a las avenidas principales, sino que se internará en los barrios y puntos calientes donde se han detectado actividades sospechosas. Parte de estos operativos especiales buscarán desarticular las picadas ilegales, una práctica que no solo viola la normativa vigente sino que dispara los índices de siniestralidad vial en zonas residenciales. La orden es clara: retirar de circulación cualquier vehículo que no cumpla con los estándares de seguridad básicos.

Sanciones y deschatarrización bajo la Ley de Tránsito

El mensaje para los propietarios es directo: el tiempo de las advertencias terminó. Aquellos que no tengan su situación regularizada bajo la Ley de Tránsito enfrentarán el retiro inmediato del vehículo. Los nuevos controles a motos en Uruguay prevén la aplicación de multas severas y el envío de las unidades a depósitos que hoy se encuentran al borde de su capacidad. Para esto, el Ministerio ha firmado convenios para agilizar la deschatarrización de motos abandonadas, liberando espacio para las nuevas incautaciones que realice la Policía Caminera.

Marcelo Metediera, presidente de Unasev, remarcó que estas medidas estratégicas son fundamentales para cambiar la realidad de las calles. Los controles a motos en Uruguay se mantendrán vigentes hasta que los indicadores de delincuencia y accidentes den un respiro. La prioridad es garantizar la seguridad ciudadana a través de una fiscalización rigurosa que no deje margen para la impunidad de quienes ignoran las reglas de convivencia en el tránsito.

¿Alcanzará con aumentar los controles y las incautaciones para frenar las picadas ilegales, o se requiere un cambio cultural que la fiscalización por sí sola no puede lograr?