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Mientras unos la defienden, otros sostienen que Carolina Ache fue desleal políticamente

Bustillo detalla tensiones internas y revive el debate sobre si Carolina Ache fue desleal durante decisiones clave vinculadas al caso Marset.

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Bustillo declara y reaviva la polémica sobre si Carolina Ache fue desleal.

Un caso que vuelve a escena y revive la pregunta: ¿Carolina Ache fue desleal?

A dos años de haberse iniciado la polémica por la tramitación del pasaporte otorgado a Sebastián Marset, el episodio vuelve al centro del debate político. El excanciller Francisco Bustillo, que renunció en medio de la controversia, decidió exponer su lectura sobre los hechos que provocaron su salida y la de otros jerarcas de alto perfil. En su relato, el exministro sostiene que la exvicecanciller tuvo un rol determinante y deja planteada la interrogante que sobrevuela la discusión pública: si Carolina Ache fue desleal.

El excanciller afirma que nunca recibió una explicación clara sobre los motivos del sumario administrativo que se inició contra él y contra el entonces director jurídico, Carlos Mata. Según dijo, lo notificaron a través de la prensa y apenas tuvo una única instancia con la instructora del caso. Desde su perspectiva, el proceso carece de fundamento y no logra entender qué se busca esclarecer.

El sobre, los mensajes y la disputa sobre órdenes internas

Uno de los puntos más controvertidos gira en torno a un sobre que habría sido remitido a Presidencia con información sensible vinculada a los intercambios entre Ache y Guillermo Maciel. Bustillo sostiene que jamás vio el contenido y que, según recuerda, la exvicecanciller se lo había querido entregar un día antes. Él asegura que le indicó que correspondía enviarlo a la Dirección Jurídica, aunque no tiene certeza de qué ocurrió después.

Mata declaró que el propio Bustillo dio la orden de hacerlo llegar a Torre Ejecutiva, algo que el exministro niega rotundamente. Según su versión, en ese momento estaba enfocado en un viaje oficial y no recuerda haber impartido instrucciones. En su opinión, incluso si hubiera existido tal orden, no habría irregularidad, ya que Presidencia es el máximo jerarca administrativo. Sin embargo, el debate político se centró en si el envío del material buscaba ocultar información.

Dudas sobre documentos destruidos y sobre el rol de Ache

Consultado sobre si se pudo haber destruido documentación, Bustillo sostiene que no sabe si aquel material constituía un documento público ni si integraba parte de un expediente formal. Afirma que lo único que vio fue un sobre entregado por Ache y que, incluso en los interrogatorios, funcionarios declararon que no tenían constancia de que los mensajes protocolizados formaran parte de un procedimiento administrativo.

El exministro volvió a apuntar a la exvicecanciller al recordar que, durante meses, nunca mencionó su reunión con el abogado de Marset ni otros contactos relacionados al caso. Según Bustillo, ella ocultó información relevante que habría sido clave para evaluar la situación desde el inicio. Asegura que se enteró del encuentro con Balbi gracias a un tuit publicado por el periodista Gabriel Pereyra, cuando ya se preparaba la interpelación parlamentaria del 22 de agosto de 2022.

Bustillo expone su versión sobre si Carolina Ache fue desleal en el caso.

La declaración del excanciller vuelve a instalar la discusión sobre si Carolina Ache fue desleal.

Reuniones en el Prado y un clima interno cada vez más tenso

De acuerdo con la reconstrucción de Bustillo, hubo dos reuniones clave en la residencia presidencial del Prado. La primera se realizó un viernes e involucró equipos de Interior y Cancillería que intentaban reconstruir qué había hecho cada dependencia. Según él, en esa reunión Maciel mencionó comunicaciones con Ache, pero el tema no generó mayor discusión.

Todo cambió al lunes, cuando Bustillo regresó al Prado tras enterarse el día anterior de los intercambios que la exvicecanciller mantenía con distintos actores del caso. Asegura que llegó indignado porque entendía que durante mucho tiempo se le había ocultado información esencial mientras preparaba su intervención en el Parlamento.

La interpelación, las declaraciones y la acusación de ocultamiento

Bustillo sostiene que nunca hubo intención de mentir durante la interpelación. Según él, tanto Heber como Maciel reconocieron que sabían quién era Marset, y admite que su error fue haber generalizado al decir que “nadie sabía”. Explica que se refería a su situación personal, ya que —según afirma— él desconocía totalmente los contactos previos de Ache y Maciel.

El excanciller afirma que la decisión de no mencionar los mensajes en la interpelación respondió a que se entendió que no habían incidido en el trámite del pasaporte. Asegura que los mensajes estaban sobre la mesa y que, si el Frente Amplio preguntaba por ellos, no se iban a ocultar. Desde su punto de vista, agregar ese elemento habría distorsionado una discusión que, según él, ya estaba cargada de motivación política.

Nueva versión de Bustillo aumenta la tensión sobre si Carolina Ache fue desleal.

Declaraciones recientes del excanciller intensifican cuestionamientos sobre la actuación de Carolina Ache.

La grabación, el consejo polémico y el quiebre definitivo

Uno de los episodios más explosivos fue la grabación divulgada en 2023 que llevó a la renuncia de cuatro jerarcas. Ache registró una conversación en la que Bustillo le sugería “perder el celular”, frase que él reconoce como un error. Afirma que no tenía vínculo alguno con los hechos investigados y que su intención fue bajarle tensión a un clima que se había vuelto insostenible. Sostiene que la exvicecanciller ya estaba asesorada por su abogado, Jorge Díaz, y que su propia reacción fue ingenua.

Bustillo cree que la grabación tuvo un objetivo claro: desplazar la responsabilidad hacia él. Señala que la exvicecanciller había negado entregar los chats durante la investigación administrativa y que, cuando se conoció el pedido formal de Fiscalía, se generó un escenario de creciente nerviosismo.

Lealtad, política y un cierre abierto

El excanciller reconoce que actuó bajo disciplina política y que se mantuvo en silencio por pedido de la dirigencia para evitar que el episodio se transformara en un escándalo mayor en un año electoral. Dice que asumió el costo personal por responsabilidad institucional y que su decisión respondió a un sentido de lealtad con el gobierno.

Pero cuando se le pregunta directamente si Carolina Ache fue desleal, deja flotando la respuesta.

¿Hasta qué punto el episodio reveló errores individuales, fallas institucionales o fracturas de confianza dentro del oficialismo?

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