El sector proyecta más de 65.000 unidades vendidas, un nivel sin antecedentes
Autos eléctricos protagonizan la transformación del mercado automotor uruguayo y empujan las ventas a niveles históricos. El sector proyecta cerrar 2025 con más de 65.000 unidades comercializadas, un registro sin precedentes en el país. Pese a que se preveía difícil igualar los números del año pasado, las cifras volvieron a sorprender y consolidan un fenómeno que combina movilidad eléctrica, financiamiento total y fuerte presencia de vehículos de origen chino.
Uno de los principales motores del dinamismo actual es el crecimiento acelerado de los autos eléctricos. Según Fernando Rocca, secretario de la Asociación de Concesionarios de Marcas de Automotores (Ascoma), en 2024 representaban cerca del 15% del mercado, pero este año superan el 20% y siguen en ascenso.
Cada vez más usuarios reemplazan su vehículo a combustión por uno eléctrico mucho antes de lo habitual. “Históricamente el recambio era cada 4, 5 o 6 años. Hoy hay gente que cambia autos de uno o dos años de uso por un eléctrico”, explicó Rocca.
La zona metropolitana de Montevideo concentra la mayor parte de este fenómeno, aunque la tendencia comienza a extenderse a todo el país.
El crecimiento del segmento de autos eléctricos está estrechamente vinculado al origen de los vehículos. Las importaciones desde China crecieron 120% en el último año y hoy son la base de la oferta eléctrica en Uruguay.
Incluso las marcas tradicionales, con motores a combustión de larga trayectoria, se apoyan en socios chinos para desarrollar modelos eléctricos competitivos. Aunque existen unidades fabricadas en Estados Unidos o México, los precios de la industria china siguen siendo imposibles de igualar.
Otro factor clave es la evolución del mercado de crédito. A diferencia de años anteriores, hoy existe una competencia fuerte entre bancos y entidades financieras, lo que facilita que más personas accedan a crédito para la compra de vehículos.
“Hoy muchos usuarios califican para comprar un auto 100% financiado”, destacó Rocca. Esa posibilidad alcanza tanto a vehículos nuevos como usados, modificando por completo la dinámica del mercado.
Así, personas que antes optaban por autos de 2.000 o 3.000 dólares hoy pueden acceder a un cero kilómetro o a un usado más moderno y seguro con financiamiento total.
El recambio acelerado también afecta al mercado de usados. Según Rocca, los autos muy antiguos casi no tienen salida comercial, debido a que es costoso mantenerlos, faltan repuestos y muchos terminan directamente en desarmaderos.
Esto contribuyó a que Uruguay tenga uno de los parques automotores más modernos de América Latina. El promedio de ventas también llama la atención: en el país se vende un auto por cada 50 habitantes, un nivel similar al de mercados desarrollados.
Para Rocca, la clave para que el mercado mantenga su dinamismo será que se mantengan las condiciones de financiamiento, la disponibilidad de autos eléctricos a precios competitivos y la tendencia de los usuarios a cambiar sus vehículos con mayor frecuencia.
El gran desafío a futuro será la infraestructura necesaria para sostener un parque automotor en plena expansión y una participación creciente de eléctricos.
Escenario futuro
La irrupción de los autos eléctricos marca un cambio estructural en el mercado automotor uruguayo. Con más de 65.000 unidades proyectadas para 2025, el país se ubica en niveles históricos de comercialización.
La pregunta que queda abierta es si Uruguay podrá mantener este ritmo de crecimiento y acompañar la transformación con la infraestructura adecuada para un parque automotor cada vez más eléctrico.
El auge de los autos eléctricos también plantea interrogantes sobre la infraestructura de carga en Uruguay. Aunque Montevideo y algunas capitales departamentales cuentan con puntos de recarga públicos, la expansión del parque automotor eléctrico exige una red mucho más amplia y eficiente. Empresas privadas y organismos estatales ya analizan inversiones en estaciones rápidas y soluciones domésticas, buscando acompañar la demanda creciente. Además, la transición energética abre oportunidades para integrar energías renovables, como la solar y la eólica, en el abastecimiento de los vehículos. Este escenario coloca a Uruguay en una posición estratégica en la región, ya que combina un mercado automotor dinámico con una matriz energética limpia, capaz de sostener el crecimiento de los eléctricos sin depender de combustibles fósiles.
¿Podrá Uruguay sostener el auge de los autos eléctricos sin que la infraestructura quede rezagada?
