Inteligencia policial de Bolivia pide declarar alerta máxima por posible actividad de Marset
Introducción: la sombra de Marset vuelve a aparecer
La actividad de Marset en Bolivia vuelve a encender las alarmas. Un informe de inteligencia policial reveló movimientos sospechosos vinculados al uruguayo Sebastián Marset, conocido por su papel dentro del narcotráfico regional. La investigación señala una escalada de violencia en los departamentos de Beni y Santa Cruz, atribuida a enfrentamientos entre su organización y una red criminal local.
- Introducción: la sombra de Marset vuelve a aparecer
 - Escalada de violencia en Beni y Santa Cruz
 - Las redes criminales: Marset, Coco Vásquez y el PCC
 - Evidencias recientes y videos clave
 - Infiltraciones en las fuerzas de seguridad
 - Reacción del gobierno y pedido de cooperación internacional
 - Impacto regional y riesgos de expansión narco
 - Conclusión: ¿Podrá Bolivia contener la amenaza?
 
El documento, filtrado al medio El Deber, detalla que ambas estructuras mantienen vínculos con el Primer Comando Capital (PCC), el mayor grupo criminal de Brasil, lo que amplía el alcance transnacional del conflicto.
Escalada de violencia en Beni y Santa Cruz
Durante las últimas semanas, las autoridades bolivianas registraron múltiples hechos violentos: ejecuciones públicas, enfrentamientos armados y ajustes de cuentas. Uno de los más impactantes fue el asesinato del hijo de la alcaldesa de San Ramón, ejecutado con 24 disparos en una plaza.
Los reportes indican que las disputas por el control de rutas de tráfico de cocaína entre Marset y el líder local Yasser “Coco” Vásquez han convertido a la región en un foco de inseguridad y miedo.
Las redes criminales: Marset, Coco Vásquez y el PCC
La inteligencia policial boliviana sostiene que Marset y Vásquez habrían tejido una red de alianzas con el PCC de Brasil, facilitando el contrabando de armas, drogas y dinero.
Marset, prófugo desde 2023, es señalado como el cerebro detrás de una estructura narco-financiera que se expande por Paraguay, Uruguay y Bolivia. Su aparente reaparición en Santa Cruz refuerza los rumores de que habría rearmado su red operativa en la región.
Evidencias recientes y videos clave
El informe cita tres elementos de prueba:
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Un video en el que Coco Vásquez niega estar detrás de trece asesinatos.
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La ejecución del hijo de la alcaldesa de San Ramón.
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Un video donde Sebastián Marset aparece armado junto a un grupo de hombres.
 
Estas evidencias apuntan a una guerra territorial por el control del tráfico ilegal en el oriente boliviano. La actividad de Marset en Bolivia representa, según las autoridades, una amenaza directa a la seguridad regional.
Infiltraciones en las fuerzas de seguridad
El informe revela un dato aún más preocupante: infiltraciones dentro de la Policía y la Armada boliviana. Varios agentes habrían colaborado con redes criminales vinculadas a Marset y al PCC, permitiendo el paso de cargamentos ilícitos o filtrando información sobre operativos.
Estas revelaciones llevaron al Ministerio de Gobierno a iniciar auditorías internas y depuraciones dentro de las fuerzas del orden, aunque expertos en seguridad advierten que el daño institucional ya está hecho.
Reacción del gobierno y pedido de cooperación internacional
Frente al aumento de la violencia, la inteligencia boliviana recomendó al Ejecutivo declarar “alerta máxima” en Beni y Santa Cruz, coordinar operativos con Brasil e intensificar la cooperación con Interpol para capturar a los cabecillas.
El ministro de Gobierno reconoció que “la situación es grave” y que se reforzarán los controles fronterizos con Brasil y Paraguay.
Impacto regional y riesgos de expansión narco
La expansión de las redes narco lideradas por Marset plantea un riesgo creciente para la estabilidad de Sudamérica.
Los analistas consideran que Bolivia se ha convertido en un corredor estratégico para el tráfico de drogas hacia Chile y Argentina, aprovechando su ubicación central y las débiles estructuras de control fronterizo.
Los especialistas también señalan que el resurgimiento de Marset podría desencadenar nuevas disputas en Paraguay y Uruguay, países donde su organización mantiene vínculos económicos y logísticos.
Conclusión: ¿Podrá Bolivia contener la amenaza?
La posible actividad de Marset en Bolivia no es solo un problema nacional, sino regional. La combinación de violencia, corrupción e infiltraciones institucionales amenaza con desbordar los esfuerzos locales de seguridad.
La pregunta clave es si las autoridades bolivianas lograrán coordinar una respuesta eficaz antes de que el conflicto se expanda más allá de sus fronteras.
¿Podrá Bolivia contener a tiempo la creciente sombra del narcotráfico regional?

			
		