El vaticinio de Fucile: la selección uruguaya de fútbol apunta a lo más alto
En el complejo ecosistema del fútbol charrúa, donde la modestia suele ser la norma, Jorge Fucile decidió patear el tablero con una declaración que retumbó en todo el complejo celeste. El exlateral, pieza clave en la gesta de Sudáfrica 2010, fue tajante al referirse al futuro de la selección uruguaya de fútbol de cara a la cita máxima de 2026. «Vamos a salir campeones», sentenció el exjugador en el programa DSports verano, reflejando una fe inquebrantable en el plantel que hoy comanda el rosarino Marcelo Bielsa.
Para Fucile, el objetivo de la selección uruguaya de fútbol no debe ser simplemente participar o superar la fase de grupos, sino volver a lo más alto del podio tras 76 años de espera. Según su visión, el equipo viaja a Norteamérica con el potencial necesario para pelear de igual a igual contra cualquier potencia. Esta mentalidad ganadora, que supo defender en dos Copas del Mundo, es la que intenta contagiar a una nueva camada de futbolistas que combina juventud europea con el ADN guerrero de siempre.
El duro camino en la fase de grupos
La hoja de ruta para la selección uruguaya de fútbol no será sencilla en su etapa inicial, ya que el sorteo la ubicó en el Grupo H. El equipo de Bielsa deberá medirse ante la siempre candidata España, además de los combinados de Arabia Saudita y Cabo Verde. Fucile calificó esta zona como exigente, pero remarcó que un Mundial es una competencia única donde «el momento» lo es todo. A diferencia de las Eliminatorias, que describió como un proceso de sufrimiento constante, el exlateral sostiene que los mundiales son para disfrutarlos.
El debut de la selección uruguaya de fútbol está marcado para el 15 de junio frente a Arabia Saudita en la ciudad de Miami. En esa misma sede se jugará el segundo encuentro ante Cabo Verde el 21 de junio, mientras que el cierre de la fase de grupos será contra España el 26 de junio en Guadalajara, México. Si los celestes logran clasificar entre los dos mejores, el destino podría ponerlos frente a Argentina en una instancia eliminatoria, un «clásico del Río de la Plata» que paralizaría al continente.
El ciclo de Bielsa y las tensiones internas
La preparación de la selección uruguaya de fútbol bajo la dirección de Marcelo Bielsa ha sido, cuanto menos, intensa. Desde que asumió en 2023, el «Loco» ha dirigido 31 partidos, cosechando 16 triunfos y logrando una identidad de juego ofensiva y asfixiante. Sin embargo, el camino no ha estado exento de nubarrones. Las tensiones internas entre el entrenador argentino y referentes del plantel salieron a la luz hace algunos meses, obligando a una reconfiguración de la dinámica de convivencia dentro del complejo.
A pesar de estos cortocircuitos, la selección uruguaya de fútbol demostró capacidad de resiliencia. El equipo llega con el rodaje de haber disputado amistosos internacionales contra rivales de diversa jerarquía, aunque la derrota ante Estados Unidos dejó algunas alarmas encendidas. Bielsa, que ya cuenta con experiencia mundialista previa con Argentina y Chile, apuesta a que su esquema de presión alta y transiciones rápidas sea la llave para romper el maleficio que persigue a Uruguay desde hace décadas en las fases finales.
La mística de una historia llena de gloria
Uruguay no es un participante más en la historia de los mundiales. La selección uruguaya de fútbol carga sobre sus hombros con dos títulos mundiales (1930 y 1950), además de los oros olímpicos de 1924 y 1928 que la FIFA reconoce como campeonatos mundiales de su época. Esta rica historia, sumada a las 15 Copas América, le otorga un respeto automático por parte de sus rivales. El Mundial de 2026 marcará la quinta participación consecutiva del equipo, consolidando su presencia en la élite absoluta del deporte rey.
El recuerdo de Qatar 2022, donde la selección uruguaya de fútbol quedó eliminada prematuramente en fase de grupos tras un polémico partido final ante Ghana, todavía duele en la memoria del hincha. Es por eso que las palabras de Fucile actúan como un bálsamo y un desafío a la vez. El exdefensor insiste en que la ilusión debe ser el motor de todos los equipos, pero que Uruguay, por peso específico y calidad técnica actual, tiene la obligación moral de ir por la gloria máxima y bordar la quinta estrella sobre el escudo.
¿Podrá Marcelo Bielsa capitalizar esta ambición de sus jugadores y transformar las tensiones en la energía necesaria para que Uruguay vuelva a reinar en el fútbol mundial?
