El adiós a una voz fundamental: falleció el cantor Chiqui Pereyra
El mundo del tango rioplatense se vistió de luto este domingo al confirmarse la partida de Ricardo, más conocido como el cantor Chiqui Pereyra. El artista, que supo ser un puente generacional en la música ciudadana, falleció a los 74 años en un sanatorio de la Ciudad de Buenos Aires. La noticia llega luego de semanas de una angustiante espera por parte de su familia y sus seguidores, tras un accidente doméstico que lo mantuvo en un estado de salud sumamente delicado desde los primeros días del mes de diciembre.
La trayectoria del cantor Chiqui Pereyra estuvo marcada por una calidez interpretativa que lo posicionó como uno de los grandes referentes del género en las últimas décadas. Su deceso se produjo tras las complicaciones derivadas de una grave caída por una escalera en su domicilio particular. A pesar de los esfuerzos del cuerpo médico y de haber sido sometido a intervenciones quirúrgicas de urgencia, el desenlace resultó inevitable, provocando un hondo pesar tanto en la orilla argentina como en Uruguay, donde su obra siempre fue valorada con especial afecto.
Semanas de lucha en cuidados intensivos
El calvario para el círculo íntimo del cantor Chiqui Pereyra comenzó a principios de diciembre, cuando el artista sufrió el mencionado accidente mientras realizaba actividades cotidianas en su hogar. El golpe le provocó lesiones severas que obligaron a su inmediata hospitalización e intubación. Durante las primeras jornadas, los médicos señalaron que las horas iniciales serían determinantes para su evolución, manteniendo al entorno del músico en una vigilia permanente que fue seguida con atención por la prensa especializada.
En las semanas siguientes, su esposa Elena Rodríguez y sus hijas informaron sobre algunas señales de optimismo. El cantor Chiqui Pereyra había presentado leves mejoras que permitieron a los profesionales reducir la sedación para evaluar su respuesta neurológica. No obstante, la fragilidad de su cuadro clínico, producto de la violencia del impacto y de la cirugía de urgencia a la que fue sometido, terminó por quebrar las expectativas de una recuperación total que el ambiente artístico esperaba con ansias.
El emotivo mensaje de despedida de su familia
A través de las redes sociales oficiales del artista, sus familiares compartieron la noticia con un mensaje cargado de dolor y realismo. «Sabiendo que ya muchos se enteraron, con todo el dolor del mundo debo comunicarles el fallecimiento de ‘el Chiqui’. El milagro que no llegó, el pronóstico que era predecible, pero aún así no perdíamos la fe», escribieron sus allegados. El texto no solo confirmó que el cantor Chiqui Pereyra ya no estaba físicamente, sino que también reflejó la entereza con la que su esposa e hijas enfrentaron este proceso.
Sus hijas hicieron un pedido especial a los seguidores y colegas del cantor Chiqui Pereyra, solicitando respeto y privacidad en este momento de duelo extremo. «Mamá está destruida, como el resto de la familia, pero ella, que era el pilar, hoy está más frágil que nunca», expresaron, haciendo hincapié en la necesidad de evitar llamadas o mensajes por el momento. La figura de Elena, compañera incondicional del músico, ha sido destacada por todos los que conocieron la intimidad de una pareja fundamental para la escena del tango.
Un legado que trasciende el tiempo y las fronteras
La partida del cantor Chiqui Pereyra se suma a una semana particularmente triste para la cultura del tango, coincidiendo temporalmente con el fallecimiento de Daniel Hugo Piazzolla. Ricardo Pereyra no solo fue un intérprete de gran técnica, sino también un hombre que supo mantener viva la esencia de los clubes de barrio y los grandes escenarios internacionales. Su capacidad para conectar con el público a través de la emoción pura lo convirtió en un cantor de culto y, al mismo tiempo, en una figura popular sumamente accesible.
A medida que se conocen los detalles sobre las honras fúnebres, el ambiente artístico comienza a rendir tributo a su memoria. El cantor Chiqui Pereyra deja una discografía que es consulta obligatoria para los nuevos valores del género y un recuerdo imborrable en cada boliche tanguero donde su voz supo brillar. La música ciudadana pierde a uno de sus exponentes más íntegros, cuya calidez humana fue siempre el complemento perfecto para su inmenso talento vocal que hoy, lamentablemente, se apaga de forma definitiva.
¿Logrará la nueva generación de voces del tango llenar el vacío de carisma y autenticidad que deja la partida de figuras como el Chiqui Pereyra?