Tragedia en el quirófano: La Justicia imputa a tres médicos por mala praxis
La muerte de Manuel Carreño, un bebé de apenas trece meses, ha dejado de ser solo una tragedia familiar para convertirse en un caso emblemático de mala praxis que sacude al sistema sanitario uruguayo. Este miércoles, la fiscal de Flagrancia de 15º turno, Sylvia Lovesio, logró la imputación de dos cirujanos pediátricos y una médica intensivista por su responsabilidad directa en el fallecimiento del menor. El dictamen fiscal es demoledor y apunta a una cadena de errores que transformaron una cirugía de tórax programada en un desenlace fatal que la Justicia ahora empieza a castigar bajo las figuras de homicidio culposo y encubrimiento.
El pequeño Manuel ingresó a la mutualista Casmu para una intervención por endoscopía debido a una malformación pulmonar de carácter benigno. Lo que debía ser un procedimiento para mejorar su salud derivó en una hemorragia masiva que terminó apagando su vida en una unidad de cuidados intensivos. Según el relato de la fiscalía, el niño entró «sano» a la institución y fue sometido a una cirugía de alto riesgo por profesionales que, presuntamente, no estaban capacitados para realizarla. Este escenario configura una mala praxis que ha despertado la indignación de la opinión pública y de los colectivos de defensa del paciente.
Un informe técnico que confirma la mala praxis
La base científica de esta imputación reside en un informe académico de la Facultad de Medicina que resulta verdaderamente lapidario para los involucrados. El documento concluye que el equipo de cirujanos torácicos pediátricos no contaba con la experiencia ni el dominio técnico necesarios para llevar adelante una intervención de esta envergadura. Esta carencia de pericia es el corazón de la mala praxis denunciada, evidenciando que se priorizó realizar la operación en lugar de derivar al paciente a un centro o equipo con la certificación técnica adecuada.
[Image conceptual: Medical experts reviewing a case of mala praxis]
Para la fiscal Lovesio, el accionar de los médicos fue imperito, determinando que un paciente vulnerable cayera en un estado crítico innecesario. Los múltiples fallos en el manejo quirúrgico y en el postoperatorio fueron los que provocaron la insuficiencia y el colapso pulmonar agudo de Manuel. El informe forense deja poco margen para la duda, señalando que la mala praxis ocurrió desde el momento mismo en que se decidió intervenir sin las garantías técnicas mínimas, exponiendo al bebé a un riesgo que terminó siendo letal.
Encubrimiento y falta de ética ante la mala praxis
Además del homicidio culposo, la Justicia investiga el delito de encubrimiento, lo que agrava sustancialmente la situación de los profesionales. Existen sospechas firmes de que, tras detectar el error en el quirófano, se intentó ocultar o maquillar la información sobre lo sucedido para evadir la responsabilidad administrativa y penal. Esta faceta de la mala praxis es la que más duele a la familia Carreño, ya que sugiere una falta total de ética profesional frente al dolor de unos padres que entregaron a su hijo confiando en la seguridad del sistema médico.
Los tres médicos imputados deberán ahora fijar domicilio y tienen prohibido abandonar el territorio nacional por un plazo de 150 días mientras continúa la investigación preparatoria. Durante este tiempo, la fiscalía buscará profundizar en las comunicaciones internas del hospital y en los testimonios de otros integrantes del equipo de salud que presenciaron los hechos. El caso ha generado un terremoto interno en el Casmu, que ahora debe dar explicaciones sobre cómo permitió que una mala praxis de esta magnitud ocurriera dentro de sus instalaciones y bajo su supervisión.
El debate necesario para prevenir la mala praxis en el país
Este doloroso episodio pone sobre la mesa la necesidad de controles mucho más estrictos sobre la formación y especialización de los cirujanos en Uruguay. No basta con el título de médico; la certificación en técnicas específicas de alta complejidad debe ser una exigencia innegociable para las instituciones de salud. La mala praxis en el caso de Manuel deja en evidencia que el sistema falló en todos sus niveles, desde la dirección de la mutualista que asignó al equipo hasta los propios profesionales que sobreestimaron sus capacidades.
La memoria de Manuel Carreño exige que este proceso judicial llegue hasta las últimas consecuencias. Es imperativo que las sanciones sean ejemplarizantes para que ninguna otra familia en Uruguay tenga que pasar por el calvario de perder a un hijo sano por culpa de la impericia y la soberbia profesional. La lucha contra la mala praxis es, en definitiva, la lucha por la dignidad de la vida y por un sistema de salud que realmente cuide a los uruguayos en sus momentos de mayor vulnerabilidad.
¿Debería el Ministerio de Salud Pública exigir una certificación de experiencia quirúrgica mínima antes de autorizar cirugías complejas en mutualistas privadas?
