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Los hechos del asesinato de militar en Nuevo París
La tarde del miércoles en Nuevo París tenía el ritmo habitual de un barrio obrero: comercios abiertos, niños jugando y vecinos apurando las últimas compras del día. Entre ellos, un militar retirado de 61 años regresaba a su casa con un bolso lleno de verduras. No imaginaba que, en pocos minutos, su vida se vería truncada por un disparo.
Un hecho violento en una calle tranquila
El crimen ocurrió en pasaje 144 casi pasaje 145, cerca de las calles General Hornos y Antonio Aldao. Los vecinos escucharon una detonación y salieron alarmados. En la vereda encontraron al hombre tendido, herido de bala en la zona de la ingle.
A su lado, un bolso con verduras y un cargador de pistola, pero el arma que portaba no estaba.
Un vecino llamó al 911 y en pocos minutos llegaron patrulleros y personal de Bomberos. A pesar de los esfuerzos, el militar no sobrevivió. Su cuerpo fue trasladado para la autopsia, mientras los investigadores acordonaban la escena y recogían los primeros indicios.
Una vida sencilla, una muerte inesperada
Según confirmaron fuentes policiales, la víctima era un militar retirado del Ejército Nacional, con más de treinta años de servicio. Vivía en la zona desde hacía tiempo y mantenía una rutina tranquila.
“Siempre lo veíamos pasar con la bolsa del mandado, saludaba a todos”, contó una vecina que lo conocía desde hacía años.
El hallazgo del cargador junto a su cuerpo reforzó la hipótesis de un intento de robo del arma de fuego. Los investigadores creen que fue atacado por sorpresa, sin posibilidad de defenderse.
La investigación: una búsqueda silenciosa
El Departamento de Homicidios y la Fiscalía de Flagrancia trabajan en conjunto para reconstruir los últimos minutos de la víctima.
Los investigadores analizan cámaras de seguridad del entorno y buscan testigos que hayan visto a alguien huir de la zona. Hasta ahora, no hay detenidos.
Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que el robo de armas a funcionarios retirados es una modalidad delictiva en crecimiento, ya que esos armamentos pueden ser revendidos o utilizados por bandas criminales.
El miedo y la rutina de un barrio
En las horas posteriores al crimen, Nuevo París se llenó de patrulleros, policías y curiosos. Los vecinos comentaban entre sí el hecho, con una mezcla de tristeza y resignación.
“Uno vive tranquilo, pero ya no sabés si salir a la esquina”, dijo un comerciante de la zona.
Aunque el barrio tiene presencia policial frecuente, los residentes aseguran que la inseguridad se siente más cerca que nunca. El crimen de un hombre conocido por todos terminó de instalar el miedo que muchos ya venían sintiendo.
El rostro humano de la violencia
El asesinato del militar retirado no es un número más en las estadísticas. Detrás de la noticia hay una familia que espera respuestas, un barrio que perdió a uno de los suyos y un país que se pregunta hasta dónde llegará la violencia cotidiana.
El caso también pone en evidencia la vulnerabilidad de quienes fueron parte de las fuerzas de seguridad y hoy viven sin protección, expuestos a los mismos riesgos que cualquier ciudadano.
Un país que se mira al espejo
El crimen de Nuevo París reaviva el debate sobre la seguridad pública y la efectividad de las políticas de prevención.
El Ministerio del Interior asegura que continúa reforzando los patrullajes en las zonas periféricas de Montevideo, aunque los vecinos reclaman medidas más visibles y permanentes.
Mientras tanto, la Fiscalía espera los resultados de la pericia balística y la autopsia para avanzar en la identificación de los responsables.
Un disparo que deja preguntas abiertas
El asesinato de un militar en Nuevo París no solo deja dolor, sino también una sensación de injusticia que trasciende lo individual. En una calle donde la vida parecía rutinaria, el sonido de un disparo cambió todo.
